Slave (JJP)

³⁶

JinYoung sintió un nudo en el estómago. Odiaba a muerte a Cha EunWoo, la persona que conoció y que le hizo la vida imposible, pero no podía imaginarse la idea de cómo castigarlo.

《 "Malvado, vengo a decirte que él es malvado, definitivamente.
Malvado, intratable, escandaloso y malvado, definitivamente."》

— ¿qué castigo le darán a ese chico? — preguntó Park a la familia.

— va a pudrirse en prisión. — contestó el monarca. — lo llevaremos al Palacio de las Lágrimas. Como sabes, Lee es parte de la familia real nipona, así que lo mantendremos con vida en un calabozo sin llave. Su belleza es mortal, así que va a ser ocultada del mundo. Si Japón intenta atacarnos, vamos a usarlo como moneda de canje. — Park no pudo evitar sentirse mal por ello. El mayor, al notar eso, se dirigió exclusivamente a él. — pequeño JinYoung, él iba a usar a mis nietos y a ti para como moneda de canje, mandó a un Samurai que estaba dispuesto a golpearlos, violarlos, mutilarlos, para eso entrenan. No tienes porqué sentir empatía ni benevolencia hacia él; tienes derecho a odiarlo.

A Park no me quedó de otra que bajar la mirada y solo sentir lástima por la situación. Simplemente, le hubiera gustado que todo fuera diferente, como cuando se peleaba con un chico pesado en el pueblo y arreglaban las cosas a golpes y se olvidaban de ello a la cena.

Mas... las malas noticias no acabaron ahí.

Al momento de dictarle su sentencia a EunWoo, él habló antes que todos, desatando escándalo entre los presentes.

— estoy esperando un príncipe. — habló Cha sin descaro. — es hijo de su majestad. — El corazón de JinYoung dolió, con muchas y a la vez pocas explicaciones del porqué. — estoy embarazado, tengo un mes, y el rey no tiene cómo negarlo.

Todos quedaron horrorizados con aquella noticia; JaeBeom estaba estupefacto. Esto cambiaba todo el panorama. Debían pensar nuevamente en el castigo, si algo cambiaba o si la sangre de un inocente sería derramada.

— ¿es cierto eso, JaeBeom? — preguntó el monarca.

— pasé muchas noches en desvelo con Cha EunWoo, viviendo en pecado. — confesó avergonzado. — no podría desmentirlo.

— debido a los horribles tratos por estas malas circunstancias, mi embarazo puede ser peligroso, pero nuestro hijo, su majestad, es fuerte, como usted. — y aún tenía el descaro de arrastrarse a los pies de JaeBeom y adularlo, como si siguiera siendo pareja o como si no lo hubiera intentado asesinar.

— llamaré a un médico para que lo confirme. — dijo YoungJae, tomando del brazo a Jinyoung para salir de la habitación.

Fuera del campo visual de esos 3, Park por poco se desmorona. Sentía rabia, envidia, celos, tristeza...

Pese a que Lee DongMin haya hecho tanto daño, la vida le daba el regalo más hermoso que puede dar. El príncipe se dio cuenta de su pesar y lo llevó más rápido hacia un lugar más privado.

— ¿y a ti qué te sucede? — le preguntó extrañado. — esto es una tragedia, pero no es para que llores así. — el sirviente ni siquiera se había dado cuenta que estaba derramando lágrimas.

— ese criminal intentó asesinar a los príncipes y a mí, y ahora está esperando un hijo. — contestó algo desesperado. — la vida está jugando con crueldad con nosotros. No nos permite castigarlo y a su vez le da un hermoso regalo.

— ¿crees que el bebé que espera en serio va a llegar a la vida? — JinYoung quedó horrorizado. — DongMin es un idiota que no va a permitir que ese niño llegue al mundo, no con lo pretencioso que es.