Las Mejores Promesas son las que no se cumplen.

Capítulo 11.

-Yei-dije mientras maldecía en mi interior.

-Lo sé-sonrió-¿Qué clase tienes ahora?

-Ciencias Naturales.

-Yo también, vamos.

A puesto a que Harry sabía esto. Y sabía que hoy era su primer día de clases, ahora la mirada de odio que le dedicaba a Louis tenía mucho sentido.

No es que no quisiera pasar tiempo con Zayn, pero en estos momentos Louis me necesitaba. Zayn tendría que soportar el querer matar a Louis.

Y no lo culpo, cuando se enterara de que estaría en mi casa unos días, lo querrá matar a golpes en el suelo.

Siempre ha tratado de fingir que ya no hay nada entre Louis y yo. Y lo hace bastante bien, pero yo sé que es pura actuación.

Jugué con mi lápiz toda la clase.

¿Como le diría a Zayn al terminar la hora que debíamos ir por Louis a su salón? No lo sabía. Y eso me ponía más nerviosa.

-¿Nos vamos a la cafetería?-me preguntó tomando mi bolso.

-Si, pero antes debemos de pasar por un amigo.

-¿Por qué?

-Está lastimado y lo estoy cuidando-me puse nerviosa.

-Oh claro-sonrió.

Caminamos hasta su salón y al llamar a Louis la expresión de Zayn reflejo todos los insultos del diccionario en una mirada.

-Hola Zayn-dijo Louis muerto de miedo.

Zayn no le contestó y tomó mi mano. Con la otra yo sujeté la de Lou y caminamos hasta la cafetería.

El ambiente estaba duro y frío. Así que decidí decir algo.

-Bueno, voy por la comida de los 3. No se maten...

Me giré nerviosa y llegué hasta donde se servían las charolas de comida.

-Narra Zayn-

Estúpido Louis, a mi que está muy feliz de estar herido. De no ser por eso ____ no le haría caso.

Pero ahora ella es mía y no voy a dejar que me la robe, si tan solo lo intenta soy capaz de desaparecerlo.

-Y bien Tomlinson-dije mirándolo a los ojos fijamente-¿Como fue que te "heriste"? ¿Y de donde por cierto?

-Peleé contra Rupert, un idiota de la escuela. Me encajó una navaja en el estómago.

-Oh, ¿y por qué peleaste con él?

-Quiso abusar de ____.

-¿Entonces la defendiste?

-Exacto.

Me acerqué un poco más a si rostro y con un poco de seriedad y brutalidad le advertí que no lo volviera a hacer.

-Pues ahora su novio está aquí, así que y no tienes para que pelearte con nadie ¿entiendes?

-Entiendo.

Asentí aun enojado y suspiré.

-Y ¿te gustó que casi te mataran?

-¿Por qué me habría de haber gustado?

-No lo sé... Así puedes robarte a mi novia dándole lástima ¿o no ese es tu plan ahora?