Stolas apoyó sus dedos sobre la punta de su pico y ululo una risa que Octavia había heredado. La risa que Blitzø había encontrado adorable en la niña y por ende ¿Él encontraba adorable en el adulto al otro lado de la mesa?

— Sí, recuerdo «¿Desaparecieron las galletas? No pudimos ser nosotros, estuvimos pintando todo el día y morimos de hambre» y luego enseñabas todos los dibujos que supuestamente habíamos hecho. —Stolas asintió— Y debido a que habíamos guardado las galletas en lugar de comerlas, en verdad teníamos hambre y no podían regañarnos. —Stolas apoyó su mentón sobre su mano y sonrió nostálgico— La razón por la que me casé fue para darle a mi línea de la realeza un heredero. Y mi padre creyó que, con Octavia en la línea, yo no me negaría a ninguna obligación ni lucharía contra ellos. Pero... me las arreglé para poder huir y traer a Via conmigo. A pesar de que... —Stolas miró a su alrededor— No sé qué estoy haciendo.

Blitzø se estiró sobre la pequeña mesa y tomó la mano de Stolas. Él se dijo que estaba haciendo eso por Loona. Y era verdad, lo estaba haciendo por ella. Pero también se trataba de algo mucho más profundo que eso. Algo nostálgico y nuevo, entre cientos de cosas en su vida y la pequeña que dormía en el piso de arriba.

— Bueno, yo tengo una idea de cómo se improvisan estas cosas.

Stolas sonrió nervioso y sus mejillas volvieron a sonrojarse. Aun así, no quitó su mano y sus ojos se posaron en donde sus dedos se encontraban. Blitzø sintió que su piel ardía bajo ese suave escrutinio y el impulso de ocultar su mano fue fuerte, pero sabía que debía seguir su plan. No podía venderle a Stolas la idea de que él era el héroe que rescataba el día si no podía mantener contacto físico por cinco segundos ¿no?

— Aún si no supieras de esto. —Stolas confesó, girando su mano para que sus dedos pudieran acariciar la palma de Blitzø y fue un contacto excesivamente lento y ridículamente agradable— Lo que quieres hacer es algo hermoso y solo por eso estoy encantado de poder ser de ayuda.

Blitzø parpadeó lentamente y retiró su mano para presionarla contra su pecho y así evitar que su corazón se le escapara.

— ¿Hablas en serio? —Blitzø se inclinó sobre la mesa— ¿Me ayudarías aun si no tuviese nada que ofrecerte a cambio?

Stolas asintió, visiblemente extrañado que no fuese algo obvio.

— Quieres adoptar a una can infernal con quien tienes una fuerte conexión. No tienes que decirme la historia atrás de eso, pero lo noto en tu rostro. —Stolas explicó— Cuando hablas de Loona no puedes evitar sonreír como si ella fuese todo lo que es bueno en esta y las otras realidades. Y entiendo ese sentimiento. Tal vez no te parezca, pero tú me ayudaste a que pudiese tener a Octavia conmigo. Solo por eso te estoy eternamente agradecido ¿Y la idea de poder reunirte con tu hija? Es un honor para mí.

«Tu hija». Stolas lo dijo como si fuese un hecho, no una posibilidad que dependía de firmar unos papeles. La elegancia de sus palabras envolvió sorpresivamente a Blitzø. Él se dejó caer en su asiento, mirando hacia todos lados esperando ver una señal de que estaba soñando.

¿Así de fácil?

Blitzø había estado dispuesto a usar todo su arsenal para convencer a Stolas de que aceptase. En realidad, había estado muy interesado en usar su armamento más manipulador y sexual si eso implicaba arrancarle un tembloroso «si» al otro demonio. Pero Blitzø no había esperado que —con ese nivel de elocuencia— Stolas aceptase. Así que Blitzø se cruzó de brazos de forma protectora y tuvo que ordenar sus pensamientos antes de poder continuar. No quería ilusionarse o mal interpretar las cosas.

— Así que lo que quieres decir... —Él pronunció lentamente— ¿Es que...?

— Para mi será un honor ayudarte, Blitzø. —Stolas reafirmó.

It's an ArrangementOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz