Aegon II Targaryen

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Aegon la mira de reojo varias veces, quiere ir con ella, pero cada vez que la ve, ella está acompañada, ya sean sus hijos o algún Lord que quiere algún beneficio de ella.

Él esta aburrido al lado de su familia nuclear, su madre habla con Sir Criston; su hermana, la loca, está jugando con una araña y solo los dioses saben dónde está el idiota de Aemod.

Cuando la mira nuevamente y ve que ella está sola, él prácticamente corre hacia ella, temiendo que alguien llegue a ella antes que él.

- Aegon-nombra cuando él finalmente está a su lado.

La calidez con la que su nombre sale de sus labios junto con esa sonrisa amable que solo les da a unos pocos hace que su pecho revolotee.

- Rhaenyra- tararea deleitándose con el nombre que sale de sus labios- no tuve la oportunidad de darte mi pésame.

-No, no es necesario. Laena y yo no éramos cercanas, lo fuimos en nuestra niñez y parte de nuestra juventud, pero luego de que ambas nos casáramos, una brecha se formó entre nosotras, con ella viajando constantemente no supe a qué lugares debía mandar mis cartas- lo último era una mentira, Laenor se había mantenido en contacto con su hermana, si ella hubiera querido pudo haber preguntado donde estaba.

- Creo que igual te daré mi pésame, Laena era tu prima.

- Al igual que la tuya, mi más sentido pésame, Aegon.

- Gracias- él le extiende el vaso de vino que había agarrado antes de acercarse a ella- ¿vino?

Rhaenyra ríe ante el cambio de tema.

- ¿Estas rechazante uno de los mejores vinos de los 7 reinos por mí, Aegon? -bromea aceptando el vaso.

- Rechazaría muchas cosas por ti, Rhaneyra...

Pero antes de que pueda decir algo más, las puertas del gran salón se abren y los gritos resuenan en el lugar.

Puede escuchar los gritos de su hermano y madre, pero no alcanza a verlos debido a la multitud que los ha rodeado.

- ¡Jace!, ¡Luke!

Rhaenyra se mueve al reconocer los sollozos de sus hijos y Aegon no duda en seguirla.

- ¡Ellos me atacaron! - grita su hermano y gracias a eso voltea a verlo.

Los gritos continúan, pero él se concentra en su hermano.

Aegon mira con sorpresa y asco el rostro de Aemod, hay un gran corte que empieza en su frente y termina en su mejilla no sin antes pasar por su ojo que está fuera de su cavidad.

- ¿Que insultos?

Los gritos se detienen ante la intervención del rey.

Rhaenyra traga su incomodidad y habla- la legitimidad del nacimiento de mis hijos fue puesta en duda.

- Nos llamó bastardos-agrega Jace.

Él ve a Aemod sonreír.

¿Como puede sonreír cuando tiene la mitad de la cara deformada?

- ¿Por un insulto?, ¡mi hijo...

- ¡Dime niño! -interrumpe Viserys- ¿Dónde oíste tal mentira?

Él menor, que ya no está sonriendo al darse cuenta de la gravedad del asunto, voltea a ver su madre.

- ¡Aemod! ¡Mírame! ¡¿Quién te dijo tal mentira?!

Él nombrado sigue mirando a su madre y todos en la habitación lo notan, el rey voltea a ver a su segunda esposa, inseguro de qué hacer cuando su tercer hijo dice un nombre.

ONE SHOTS MULTI RHAENYRAWhere stories live. Discover now