Criston Cole

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Capítulo anterior: Daemon Targaryen

One Shot pedido por jenshyth

Ambos caminan solos por uno de los tantos pasadizos del palacio.

Desde hace tres años, él la sigue a donde sea que ella vaya.

Ha pasado sus mañanas, tardes y noches con ella y ninguna vez se había aburrido en su compañía.

Rhaenyra era única; con esa personalidad picara, orgullosa y desenvuelta; con esas sonrisas que muchas veces causaban la suya; con esa ferocidad que poseía cuando algo no salía como ella quería; con esa alegría que tenía cuando montaba a su dragón (Cosa que a pesar de los años lo seguía asustando) y con esa dedicación y resiliencia que tenía con sus deberes como futura reina.

Pero eso no era lo único que había notado en esos tres años a su lado, también había notado los cambios que su cuerpo había tenido, como su cuerpo había llegado a florecer.

Cuando se dio cuenta que había notado esos cambios, se había enojado consigo mismo y empezó a tartar de evitar esos pensamientos.

Pero no pudo hacerlo por mucho tiempo, pronto ella aprecio en sus sueños, sueños que con el paso de los días lo hacían añorar dormir para siempre.

Había decidido mantener esos sentimientos para él, pero todo intento de reprimirse su fue por la borda cuando ella lo beso.

Había estado algo ebria ese día y sus rostros habían estado muy cerca, apenas fue un toque, pero eso fue lo que desencadeno el hambre que sentía por ella y la beso, apasionado, pero también cuidadoso.

Pronto los besos aumentaron, hubo muchos besos furtivos pero los constantes fueron los buenos días y buenas noches.

La amaba.

Ella lo había consumido tan profundamente que lo había dañado para otras mujeres.

La quería como algo más de lo que tenían, la quería como esposa.

Y finalmente, después de tantos meses, decidió que era momento de pedírselo.

-Rhaenyra-nombro con calidez.

Sus ojos violetas voltearon hacia él ni bien lo escucho y él se perdió en ellos por unos segundos.

Jamás se cansaría de sus ojos, porqué ellos eran tan únicos.

-Criston- llamo con preocupación ante su falta de respuesta.

El volvió en si al escuchar su voz.

-Lo siento, yo... quisiera hablarte de algo importante.

Ella frunce el ceño confundida, pero asiente y él lo toma como señal de continuar- Te he escuchado decir muchas veces cuanto odias la carga de tu posición, que tienes que casarte por capricho de su padre sin hacerle caso a los deseos de tu corazón y muy pronto ese día llegara. Su padre probablemente escoja a alguien decente para usted, pero ese hombre no será escogido por ti, será escogido para usted.

Ella lo mira fijamente, una parte de ella sabe a dónde va esa conversación, pero otra trata de negar el hecho.

- ¿Si hubiera otro camino?, ¿Uno hacia la libertad?, ¿Lo habrías seguido?. Rhaenyra, antes de venir aquí yo era un caballero en un lugar lejano, he pensado mucho en el puerto de Sonspire, donde he visto a los navíos partir con cargamentos llenos de naranjas y canela y siempre quise ir a donde iba. Te estoy pidiendo que vengas conmigo, lejos de todo esto, el peso y las humillaciones de tu herencia, dejemos todo eso atrás y visitemos el mundo juntos, no tendremos nombre y seremos libres de ir a donde nos plazca, de amar como nos plazca. Y... podrías casarte conmigo, un matrimonio por amor.

-No hagas esto Criston-pide sin mirarlo.

Y él siente que está muriendo.

-No quieres casarte conmigo...

Ella alza su mirada hacia él y Criston ve sus ojos llorosos.

Su primer instinto es acercarse a ella y eso lo que hace, pero ella retrocede mientras niega con la cabeza.

-Te amo Criston, los dioses saben que te amo y cuanto deseo ser tu esposa-susurra con la voz temblorosa- pero no puedo dejar que el amor nuble mis pensamientos, he nacido con un solo propósito y sabes cuanto me he esforzado por estar a la altura de mi posición, no puedes pedirme que decida.

- ¿Escoges al trono sobre mí?

-No se trata de eso...

- ¡Se trata de eso, Rhaenyra!-exclama acercándose a ella.

Él toma sus manos y esta vez ella no se aleja- y puedes escogerme.

-No puedo, no puedo, los quiero a los dos.

-Rhaenyra...

- ¿Qué hay de ti?, ¿Qué hay de tus sueños antes de nosotros?, ¿Qué paso con ser comandante de la guardia real?, ¿Tiraras todo tu esfuerzo por la borda...?

-Lo haría por ti-asegura apretando suavemente su mano.

-Eso dices ahora pero dentro de unos años cuando estemos varados en algún lugar en el mundo, ¿Serias capaz de decir lo mismo?

Él intenta responder, pero ella no lo deja.

-No te voy a pedir que decidas, al igual que espero que tu no me hagas decidir, encontrare una manera de hacer nuestro matrimonio posible, solo dame algo de tiempo.

Y ella lo logra, él no sabe cómo, pero ella lo logra.

Una mañana es llamado por el rey, cuando él entra a la habitación, ella ya está ahí, más radiante de lo que ha estado en años.

Él decide que luego de la reunión le preguntará la razón de su felicidad, pero la pregunta es olvidada cuando el rey le dice que su hija ha aceptado la propuesta de la gran casa Baratheon que lo está respaldando como esposo consorte de la futura reina.

Las festividades de su matrimonio duran una semana y cuando finalmente se casan, él llora, muchos se burlan de él por eso, pero a él no le importa, la única opinión que es válida para Criston, es la de su esposa.

Tienen cuatro hijos, tres niños y una niña.

Él está a su lado en cada parto, apoyándola y asegurándole que no va a dejar que nada le pase, porque su esposa tiene miedo a los partos y el comprende la razón, que tu madre sea abierta para sacar a su hijo no es algo que a una hija superé.

Sus tres hijos son una combinación de ambos, aunque dirían que son réplicas de él solo que con cabello de su madre y con ojos unos tonos más oscuros que los de su Rhaenyra.

Él ama a sus tres hijos, pero adora a la última, quien es prácticamente una copia de su amada esposa.

Los años pasan y los sueños de ambos son cumplidos. Rhaenyra se vuelve reina a pesar de la guerra que inicia su hermanastro y Criston se convierte en rey consorte, pero también logra su sueño de ser comandante de la guardia real.

Ella reina y los años son prósperos bajo su mandato.

Rhaenyra muere por la noche y él le llora.

Vive para ver a su hijo mayor ser coronado y luego no tarda en acompañar a su esposa.

Sé que la casa Baratheon es una casa que se hace conocida por acabar con los Targaryen pero eso no pasa en esta historia.

Los 3 hijos mayores de Rhaenyra en el canon son castaños y de ojos oscuros, cosa que creo que fue únicamente para demostrar que eran bastardos porque recordemos que todos los hijos de Viserys y Alicent son de cabellos platinos y ojos morados cuando su madre no tiene ninguno de estos tonos.

PEDIDOS ABIERTOS.

Si quieres algún one shot (que incluya a Rhaenyra), házmelo saber, trata de ser precis@ con lo que quieres para que se acerque a lo que deseas leer.

ONE SHOTS MULTI RHAENYRAWhere stories live. Discover now