𝄞 𝟷𝟹. - 𝙳𝚊𝚗𝚒𝚎𝚕.

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¿Algo más?

—¡No, no! Simplemente me parece algo triste que no se lleven tan bien como me llevo con mi hermana Michelle. Espero no haber molestado con mi pregunta.

—En absoluto, si estás conociendo a mi hija, es normal que quieras saber estas cosas sobre ella.

—Sobre eso...

—Muchacho, no. Ni se te ocurra hacerme un sermón jurándome que no le harás daño a mi estrellita. Confío en ti, en lo genial que nos habla Flora de ti, en todo lo que salga de tu boca—asiento—Además, ¿tú tienes claro lo que quieres con ella?

—Como con nadie, Flora... Se ha vuelto indispensable en mi vida.—sonríe feliz.

—Pues nada más que hablar, hijo, bienvenido a la familia Benett.

fin del flashback.




—¡Estás distraído, Ricc!—pregunta Michael a mi lado—Van treinta minutos, paramos.—asiento y me apoyo sobre mis rodillas tomando algo de aire.

—Me vas a matar cuando te diga que es por una mujer, soy consciente pero... Es por una mujer.—Michael rueda los ojos y niega.

—No es una mujer, es Flora. ¿Te ha...?—niego como un loco cuando veo como su semblante se vuelve algo furioso.

—No me ha hecho nada, te lo prometo. Todo bien, de verdad. De hecho el día que volvimos de Miami, dormimos por primera vez juntos, al día siguiente pasamos el día entre mantas y películas, documentales y comida basura, y volvimos a dormir juntos, y al siguiente fuimos a casa de sus padres a comer.—asiente.

—¿Y dónde reside el problema entonces para que estés tan pensativo?—pregunta.

—El día de la comida, mientras hacía la barbacoa con Andrew, el padre de Flora, me dijo algo como que no se llevaba bien con su hermana, y... No sé... Me pone algo triste eso, ya sabes que Mimish y yo somos muy muy muy unidos, no aceptaría tener mala relación con mi hermana.

—¿Y? Tristemente no puedes hacer nada...

—¡Claro que puedo, Michael!—levanta las manos en modo de defensa—Flora hace mucho por animarme siempre cada vez que vuelvo a casa hecho una mierda por el resultado del Grand Prix. Se lo debo, ¿me entiendes?

—Está bien, está bien. Te entiendo...

(...)

—¡Hola, nena!—digo sonriente, pero una cara de una niña pequeña está al otro lado de la pantalla.

—Di... ¡Hola, Daniel!—exclama Flora.—Hola, cielo. Mi madre me ha pedido que vaya a por mi sobrina a la guardería, disculpa que haya tardado en unirme a la videollamada, pero hoy no he ido ni a ensayar baile.—niego rápidamente.

—Está bien, Flo. Todo bien, en serio. ¿Cómo estás?

—Bien, bueno... Estoy aquí, en casa de mis padres. En 10 minutos aproximadamente vendrá mi madre.

—Estás muy guapa hoy.—observo como tiene una coleta alta, y no lleva casi maquillaje. Es raro en ella, suele ir maquilladísima siempre.

don't be so hard on yourself-daniel ricciardo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora