Irrevocable

1 Frío verano.🏄‍♀️

12 de agosto.

El frío comenzaba a tomar forma, a pesar de ser agosto, ya se podía sentir la brisa algo fresca. Vivir en Baja California Sur hace que el frio comience a molestar un poco, más ahora con los cambios climáticos.

Froto mis sienes intentando calmar el dolor de cabeza mientras suelto un suspiro. Estoy muy cansada pero el esfuerzo vale totalmente la pena. Sonrió evocando mi motivo, quiero llegar a ver a mi salsa Maggy como cariñosamente le digo a mi mamá por su nombre Magaly y en referencia a la salsa soya que tanto le gusta a ella.

Salgo despidiéndome de Patricia, la encargada y mi jefa del restaurant donde trabajo por las mañanas y agradezco que hoy descanso de mi segundo trabajo como mesera en un bar por las noches.

Me acerco a paso pausado a la parada de peceras para esperar a mi mejor amiga Indiana, la cual hace una hora se ofreció a pasar por mí.

Doscientos trece pesos de propina, sin duda no fue el mejor día, pero agradezco no me fui en ceros.

Escucho entonces el inconfundible sonido de "la carcacha" como Indiana apoda a su viejito, pero confiable Tsuru. Le doy una enorme sonrisa y subo al auto.

—¿Cómo te fue hoy, pequeña? —Pregunta ella poniendo en marcha la carcacha mientras yo busco alguna estación buena en la radio.

—Muy bien, un cliente me dio doscientos trece pesos de propina. — Morat empieza a sonar y mi humor mejora de inmediato.

—Super bien, ¿entonces cuantas propinas sacaste hoy? —

—Doscientas trece. —Digo enseñándole todos mis dientes en una sonrisa exagerada.

Ella comienza a reír y yo solo vuelco los ojos cantando punto y aparte.

—Nunca entenderé tu buen humor, ante todo. —

—La amargura me da dolor de espalda. —Es mi brillante respuesta encogiéndome de hombros mientras ella niega con la cabeza.

—¿A ti como te fue en el seminario? —Pregunto luego de un rato mientras le escribo a Rob, mi mejor amigo y novio de Indiana. —¿De que era? —

—Es sobre los colectivos de madres buscadoras y me fue super bien. Ya solo quedan tres sesiones. Nos dijeron que la última sesión conoceremos a un colectivo y podremos entrevistarlas, así como colaborar con ellas para ayudarlas. —Mi mejor amiga es comunicóloga, periodista y activista. Le encanta estudiar temas que otros prefieren ignorar. Como yo al ser criminóloga, estaba estudiando una maestría para especializarme en criminología penitenciaria, pero tuve que detener mis estudios por trabajar a tiempo completo.

—Suena tan genial, espero que en otra edición yo pueda inscribirme. —

Indiana enseguida hace una mueca, odia que haya detenido mi vida. Pero yo no lo veo así, solo estoy luchando por mantener más tiempo a mi mamá conmigo y que su calidad de vida sea la mejor.

Mi madre tiene un tumor maligno en el cerebro, se lo detectaron cuando yo tenía cinco años. Debido a su localización es imposible extraerlo por lo que le dieron 4 años de vida. Pero mi salsa Maggy se negó y afirmo me vería a mi graduarme de alguna carrera. Lo cumplió.

Pero parece que la vida le cobra factura, hace un año finalice y justo empezaron los problemas al punto que ella tuvo que dejar de trabajar como enfermera para estar en casa, la mayor parte del tiempo en cama.

Por eso yo tome la decisión de pausar la maestría y trabajar. Y para nada me pesa.

—Ni empieces. —Le digo sabiendo que viene el sermón. —Sabes estoy bien, no soy infeliz, por lo contrario. —