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La puerta del departamento fue abierta bruscamente y consigo ambos chicos entraron. Minho no pudo ver mucho del lugar, no solo estaba oscuro, sino que Jisung inmediatamente atrajo el rostro del mayor para besarlo.

Han conducía a Lee, entre besos, hasta su habitación. Una vez allí, se separó y le sonrió de forma coqueta. Ambos se quitaron los abrigos, mientras el rubio colocaba sus luces led en un color rojo. Notó como Lee estaba sentado al borde de su cama, así que no dudó en sentarse a horcajadas sobre él, pegando sus labios sobre el cuello ajeno. Largó un pequeño gemido en cuanto las manos de Minho apresaron su culo.

—¿Has hecho ésto antes, papi? —susurró en su oído.

—No... Yo no... Soy inexperto, lo siento.

—¿Por qué te disculpas? —preguntó, dejando un camino de besos suaves al rededor de su mandíbula, hasta dejar uno en sus labios—. Te enseñaré si me dejas.

Asintió, totalmente ido por la sensación que los labios de Jisung producían sobre su piel. Subió sus manos, esta vez las introdujo por debajo de la camiseta, tratando de acariciar todo lo que podia de su espalda.

Su piel era jodidamente suave, ¿cómo hacía para mantenerla así? Definitivamente le preguntaría.

Empezó a idear la pregunta, pero la lengua de Jisung chupando lo más que podia de su clavícula, le arrancó un gemido.

—Me imagino que has estado con otras personas, ¿No?

—S-Solo una —respondió, extaciado por todo lo que le hacía sentir.

—¿Eres un gay de clóset o solo estás experimentando? Aunque, sería lo mismo.

El rubio deslizó sus manos y enredó sus dedos en los botones de la camisa, desabotonándola lentamente mientras su boca no dejaba de chupar su piel.

Todo él olía a humo de cigarrillo, ¿acaso no era expectacular? Ahora necesitaba montarlo y ver que tan bien fuma.

—Solo estoy estresado, necesito un escape de todo.

—Oh... Esa no me la han dicho, qué original —bromeó.

Al desabotonar el último botón, metió con necesidad sus manos, para deslizarlas por su abdomen... Mierda, ese hombre sí que iba al gimnasio, parecía que ese método para liberar el estres no funcionó.

Ahora sí que se sentia presionado, debía dar su mejor acto.

—¿Muchos te han follado? ¿En ésta cama? —preguntó cuando la boca del rubio se movia sobre sus pectorales marcados, yendo lentamente hacia sus pezones

—¿Celoso, Minhonnie? —se alejó, con un ligero puchero, y es que, sentía un gran bulto debajo de su trasero y necesitaba dejar de jugar para pasar a lo que estaba ansiando desde que lo vió en la cafetería.

—Recuerdas mi nombre.

—No me olvidaría de alguien tan lindo como tú... Ni sexy —sonrió con inocencia.

Se levantó, siendo perseguido por los ojos cafes de Minho. Conocía aquella expresión, confundida, inexperta y hasta dudosa, solo quería que se sintiera bien.

—¿Quieres seguir con ésto, verdad? —le hizo caso a sus pensamientos.

—Sí, quiero —contestó, importándole ni un carajo los problemas que eso traería luego—. Me enseñarás, ¿verdad?

Jisung hizo un par de pasos hacia atrás, para finalmente, arrodillarse. Sus dedos pararon en el cinturón del pantalón negro, del cual se deshizo con total facilidad.

—Seré un buen profesor. Todo para papi.

Los ojos de Jisung brillaron al ver por completo el pene de Lee. Lo tomó con su mano y comenzó con un lento vaivén, logrando que el pelinegro largara un gemido y que por inercia, apoyara todo su pesos sobre sus brazos, de esta manera no le impedia al rubio hacer los movimientos con su cabeza.

━ 𝑆𝑜𝑚𝑒𝑡𝒉𝑖𝑛𝑔 𝑈𝑛𝒉𝑜𝑙𝑦 ✧ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora