Cronicas de Laztev

Capitulo 4:

En un lejano continente, en una tierra apartada cuyos habitantes se resguardaron del resto del mundo por decisión propia, el tiempo parece querer ir rápido pero resulta siendo pasmoso por momentos mientras te despiertas forzosamente, sientes como tu cabeza da vueltas cuando te levantas y encuentras que el sol entra por entre las puertecillas de tu ventana, con cansancio pero sin ánimos de regresar a dormir te levantas y vistes. "Hoy será un largo día" Piensas y quizá estés en lo cierto, los últimos días las cosas en el consejo han estado muy ocupadas, sobre todo por la constante tarea de supervisar y mantener registro de los equipos de investigación diseminados por todo el continente centrándose principalmente en los que han realizado algún avance de algún tipo reportándolo al consejo para su clasificación y valoración. Eso solo era tu propia orden, las demás órdenes del consejo han tenido problemas recientemente pues recuerdas oír rumores de la orden esotérica de una escases de magos y de una misteriosa acumulación y rápida disipación mágica en un punto del otro continente, según recuerdas en un reporte la orden esotérica solicito a la orden de la tranquilidad un grupo de infiltrados para escoltar a un grupo de magos a investigar el área, probablemente luego de que acepten terminaran pidiéndole a tu orden que les provean con un barco y una carreta, tal vez un grupo de carruajes para realizar la tarea lo más rápido posible, nada demasiado fuera de lo normal o al menos es lo que piensas cuando te detienes antes de entrar al edificio de oficinas del senado mirando su altura y la grandiosa forma en la que está hecho priorizando la eficiencia pero conservando varios toques de las tribus humanas que se juntaron para crear la gran nación que ayudas a liderar hoy en día, la variedad de estilos de arquitectura que estas tribus tenían se mezclaban en este punto con una calidad artística fácilmente equivalente a su eficiencia funcional, una maravilla arquitectónica y uno de los puntos más grandes de la gloria humana aunque simplemente fuera un edificio de oficinas y no alguno de los grandes monumentos a la paz y unión humanas, esos también tenían su toque especial definitivamente. Dejaste de pensar en ello y entraste siendo recibido por un gran pasillo, tus pasos resonaban en la quietud del lugar, apenas interrumpida por el suave sonido de las plumas escribiendo en el papel y el ocasional susurro entre compañeros que se mueven de una oficina a otra cargando papeles o entregando reportes. Algunos tenían caras de agotamiento aunque más bien calificaría como flojera y otros dormían discretamente en sus escritorios, no los culpas pues al final y al cabo también haces lo mismo a veces. Te preguntas con que estarán soñando, tal vez con un ascenso o quizá algo más significativo para ellos que el trabajo solamente podías hacer conjeturas ya que pues no eres alguien con capacidades mágicas remarcables, además que preferías no joder con cosas relacionadas a la mente, si algo separaba a los raros de las diferentes ramas de la orden de la magia de ti era eso al menos siendo esa tu forma de ver las cosas, probablemente algún mago de esa orden podría hacer una lista completa de diferencias, pero no tienes el tiempo ni la energía de leer eso, pasas al lado de una oficina abierta y observas a alguien entregar algunos papeles además de comentar unas cosas, no alcanzas a estar lo suficiente como para enterarte del asunto pero sabes que está pidiendo un permiso, miraste con moderado desdén.

Burocracia, aunque no te gusta demasiado no es algo que te haga perder el sueño del disgusto, todo debe seguir un orden pues una ineficiencia en el mismo haría que todo el país cayera, aquello casi había pasado una vez durante tu infancia, aunque no estabas enterado de todo el contexto de la situación y solo contabas con lo que vivieron tus familiares y el pequeño tú, no tienes muy buenos recuerdos de ello. Caminas plácidamente y sin muchas preocupaciones a tu oficina, en ella había numerosos papeles esperando una correcta lectura y aprobación tuya, pensaste que al final y al cabo sería un día más pesado de lo que esperabas.

Los papeles pasaron sin pena ni gloria ante tus ojos, en su mayoría reportes sobre la producción de variados bienes e investigaciones de todo tipo, las más curiosas eran por lo general propuestas para nuevos medios de transporte y sus respectivas formas de ponerlos en marcha, los avances médicos y de la industria alimentaria también despiertan interés en ti, pero no el suficiente como para que te detengas a analizar cada uno de forma detallada, apenas dándole vistazos breves a los resúmenes y dejando en una pila los que aceptabas que por lo general eran los que te parecieran más prometedores, dejando el resto en una pila aparte la cual habías designado para una revisión mayor, puesto que una política tuya era que toda idea era posiblemente buena, simplemente no lo parecerían todas a primera vista, así al menos tendrías algo que hacer cuando regreses a tu hogar puesto que no tienes mucho que hacer ahí más que descansar y ocasionalmente salir con los escasos amigos que te quedan sin estar relacionados con tu trabajo.