Capitulo 1

17 3 0
                                    


¿Alguna vez has sentido como que algo te falta? ¿Cómo que necesitas algo para avanzar o que estas avanzando pero nada de lo que haces te convence realmente?, desde pequeño la medicina siempre ha sido algo que he amado con cierta locura, pero aproximadamente por la tierna edad de los once años había descubierto algo más, algo que desconocía de mí mismo y de lo cual estaba completamente complacido, ese algo era la escritura, aunque no era algo tan nuevo e inesperado como justo acabo de expresar, más bien creo yo era algo lógico, un paso más que eventualmente iba a tomar si o si pues veras antes a la edad de dos o tres años como cualquier niño de mi edad le tuve cierto repelús a la lectura, los cuentos me causaban modorra y las letras no eran más que garabatos sin sentido pero con sentido en mi mente, obviamente eso fue por mi edad, pero entre más fui creciendo poco a poco fui agarrándole el gusto a la lectura, un gusto que me ha servido a lo largo de mi vida, el primer libro que me aventure a leer fue un pequeño cuento infantil creo yo, si mi memoria no falla era acerca de unos números o algo así, era muy adorable. La verdad, en aquel pequeño pasatiempo encontré un refugio perfecto para mi vida diaria, solo yo y el mundo hecho por el escritor sintiéndome como el protagonista o acompañándolo en su vida diaria, búsqueda o misión pero siempre algo atrapante, inmersivo y sobre todo aun en esos momentos de tensión que animan a leer más sentía que todo estaría bien, podía sentir la mente del autor o por lo menos una pizca de este, sus pensamientos, deseos, ideas locas o simplemente sin sentidos pero independientemente de lo que me quisiera decir casi siempre captaba el mensaje mientras disfrutaba de la trama apasionante que el mismo tuviera para ofrecer en su obra, seré sincero no hay quien que haya pasado una vida perfecta sin problemas, solo que en mi caso la experiencia me á y me sigue demostrando que las problemáticas de gran calibre me han perseguido más cuando mi edad aun rondaba por debajo de los diez años de lo que pensé, pues siempre me he visto sobrecogido por todo y ya adentrados en confianza no tengo remilgos en decirte que de mucho lo que ha pasado me ayudo a perder esas actitudes que hoy en día me recalcan como ausentes en mí, gritos, problemas, traiciones, pseudo intento de asesinato, muchas cosas rondan mi infancia, tantas que mi subconsciente suele esforzarse en suprimirlas ahogándolas en un mar de confusión y olvido hasta desaparecer, pero me estoy desviando del tema, como siempre, ehm... retornando, ame la lectura desde chico enredándome en esas fantasías y por ende el salto de lector a escritor supongo que sería algo natural pero inmensamente complicado de llevar a cabo, principalmente por el lograr crear algo decente, no sé si lo he mencionado antes pero hay cosas en las cuales mi lado perfeccionista no puede evitar salir para molestar día y noche, para mi suerte y desgracia la escritura es una de esas cosas, el que algo este mal realizado o implementado sea real o producto de mi mera imaginación es algo que me aterra y enoja a partes iguales.

Aún recuerdo mi primer intento de libro, fue en una página rara en la que mucha gente subía historias inventadas por sí mismas, había de todo, desde lo que podría ser una buena obra, proyectos pretenciosos, pedazos de porquería muy bonitos o simplemente porquería que nadie quisiera leer, la historia no tenía ni pies ni cabeza, la ambientación o mejor dicho temática era algo ya muy quemado (zombis, uhg de pensar solo en el género quiero vomitar de lo gastado que esta aun por mucho que me apasione), así que como es natural recibí una dura crítica por lo mal hecha que esta cosa que me llevo a borrarla y desaparecerla de mi mente rápidamente. Pero algo de eso se quedó en mí, no sé si lo había mencionado con anterioridad, pero comencé a escribir a los once años, mi escritura como era de esperarse era una reverenda porquería sin sentido ni derecho a existir, gracias a esa crítica me anime a volver a leer y en base a lo que leía comencé a imitar la forma en la que escribían aquellos escritores que consideraba o considero mis mayores referentes.

Fue un proceso largo imitarlos, sobre todo porque era simple imitación cruda y vacía sin sentimiento o emoción adecuados ni dirección correcta, eso me llevo a en lugar de comerme el coco con mundos creados por mí para cada intento o prueba que realizara en aras de mejorar mi narrativa optaba por crear fanfics de franquicias que apreciara, tratando de darles un enfoque en mi opinión más real pero sin abandonar la lógica interna del mundo. Mi primer fanfic fue, si mi memoria no falla de un juego de la gran N, fue un gran salto de mi escritura digna de un infante de primaria a una más decente, no era detallada, los personajes eran sosos, muy poco desarrollados de esos que bueno, los ves y lees pero no encuentras nada con que identificarte o mejor dicho algo humano, todo o era muy ideal o muy degradado y había ciertas cosas que no tenían nada de sentido a pesar de todo fue un buen inicio; El segundo fue de otra saga de la compañía videojueguil que empieza con N, nada del otro mundo la idea era interesante pero carente de sentido incluso para un mundo muy ilógico como ese, creo que aún conservo el concepto y quizás algún buen día un yo más decidido se dé a la tarea de terminarla, aunque conociéndome lo dudo mucho; el tercero y que más recuerdo fue de un juego basado en la exploración y el combate, tenía la historia, los personajes y básicamente lo único que quedaba era sentarse y escribirlo, pero pasado el tiempo perdí el interés en base a desanimo mío, lo que plasmaba en aquel documento de Word no lograba convencerme en lo absoluto, era vergonzoso para mí el que nada de lo que hiciera me convenciera "Pero si hago lo que otros hacen pero a mi manera ¿Por qué no funciona?, ¿Mi manera no funciona?" era algo que me preguntaba frecuentemente en las noches que me dedicaba a escribir en base a desvelos míos, en parte he de admitirme que por eso mi reloj biológico actualmente es un desastre total, pero ese será un problema para tratar en un futuro ¿Verdad?, verdad, pero que otra vez me distraigo, lo que estaba pensando en esa pequeña etapa de... ehm... ¿crisis?, no sabría si así llamarle pues de todos modos aún era muy joven, creo yo que estaba por los dieciséis o diecisiete, básicamente sabía que algo estaba mal, solo no sabía si era enteramente mi culpa o simplemente me faltaba práctica, resulto ser un poco de ambas, veras yo siempre he sido fiel creyente que la simpleza lo es todo, pero ahí me equivocaba, no se puede hacer una historia como a mí me gustaría hacer siendo simple, mi meta es realista pero no mi método, peor aun lo que me faltaba era desarrollo de personajes más detallado y una creación de mundo más adecuada, algo que había obviado por acostumbrarme a usar material ya existente así que estaba básicamente de vuelta al inicio solo que más frustrado de lo que había estado en un inicio.

Cronicas de LaztevDonde viven las historias. Descúbrelo ahora