Capítulo 36: Es una cita, corazón

Magsimula sa umpisa
                                    

Por lo cual, ver a los niños comportarse como niños, me provoca un alto nivel estrés y ansiedad porque nunca me dejaron expresar la euforia, la felicidad, la emoción o la simple hiperactividad que se tiene a esa edad.

Me pasa con los adultos, me pasaba con Julián o con Camila, quienes siempre han sido bastantes hiperactivos, con Céline, quién solía ser demasiado escandalosa, pero Marceline... es como ese perfecto equilibrio que no puedo explicar, pero que me genera una especie de paz.

Y es que con ella siempre ha sido así, desde un inicio, nunca entendí la razón por la que decidí ayudarla... espera, no voy a mentir, se me hizo demasiado atractiva, un poco inocente e introvertida, lo cual siempre fue lo contrario a mis gustos... o algo así porque nunca me quedaba para soportar las personalidades de las personas con quienes ligaba, pero no pude evitar fijarme en ella.

Sus labios fueron otro punto importante, creo que jamás había quedado tan encantada con unos labios rosados en forma de corazón.

Y cuando empecé a conocerla en su momento esperaba el momento trampa. Pensaba que debía ser imposible que existiera alguien con tan buenas intenciones, alguien tan amable con quien, mi personalidad de mierda, parecía complementarse por completo.

No se suponía que Marceline empezara a ser tan perfecta ante mis ojos, no podía ser justo que mi mente estableciera que sería la persona que me gustaría tener a mi lado.

No cuando hasta cierto punto, jamás imaginé que mereciera ser querida y jamás, realmente jamás, imaginé tener a alguien a mi lado.

He sido vulnerable con ella, lo fui cuando le conté sobre mi pasado, no contándolo tan explícito porque ella habría quedado devastada, pero le abrí mi corazón y eso dice demasiado de la confianza que le tengo.

Y entonces me cuestioné y pensé ''Mierda, tal vez no debí contarle todo eso''.

Me imaginé haciéndolo con alguien más y sintiendo miedo de que mi historia pasara de persona en persona, pero entonces mi corazón, MI CORAZÓN, estableció ''Estamos hablando de Marceline Harper, ella sería capaz de morir antes de contar tu pasado Eva'' y tenía razón.

Y luego ella había abierto su corazón y me había contado su historia.

Ahora solo quería seguir abrazándola, lo hice mucho después de hablar, lo seguí haciendo antes de subir a la camioneta.

─Voy a hablar con tu mamá. ─le recuerdo, pero ella niega.

─Te había dicho que no era necesario. ─murmura lamiendo una paleta en forma de corazón.

La veo pasar una mano por su cabello negro y me quedo unos segundos viéndola.

Dios, se mira demasiado hermosa.

A pesar de que la noche terminó con un momento triste, de ella contándome su pasado, sé que se divirtió y eso para mi es suficiente.

Lo que no es suficiente son las malditas ganas que tengo de atacar su boca.

─¿Tengo algo? ─pregunta con timidez y busca observarse en su celular, pero sonrío mientras miro hacia el frente.

─Que te miras hermosa.

Sus mejillas se sonrojan, lo noto cuando vuelvo a verla y acerco mi rostro al de ella.

─Dime corazón ¿En algún momento se me quitarán estas ganas de besarte?

─Yo... no sé...

Mi mano mueve su cabello y lo deja detrás de su oreja.

Hago un puchero.

I Wanna Be Yours (Beso sabor a vodka)(GL)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon