8. Nico es un unicornio

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Percy

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Percy

Quedaban tres días para Halloween y una semana para nuestra próxima actuación. En el campamento ya refrescaba y el suelo estaba cubierto de hojas de tonalidades marrones y anaranjadas, caídas del árboles de los alrededores.

Estaba en mi cama, recién había despertado cuando vi a mi hermanita castañeando los dientes y tiritando bajo las mantas.

Y se lo había dicho, no usaba más que ropa de verano y estábamos a punto de entrar en noviembre. Los hawaianos novatos solo tenían ropa de verano por el clima de Honolulu.

Desperté a mi hermana y rebusqué en los armarios algo que pudiera usar. Le dejé un suéter gris azulado y ella cogió uno de sus vaqueros largos, pero estos tenían muchas roturas por las que se colaba el frío. Cogió sus converse y esperó a que yo me alistara para ir con ella a desayunar.

Ambos pensamos en lo mismo, jugo y tortitas. Luego fuimos donde los demás a la arena. Creo que todos pensamos lo mismo, teníamos que ir de compras con los novatos.

—¿Compras? —una voz alegre exclamó. Afrodita nos sonrió en la lejanía caminando hacia nosotros como Miss Universo—. Tenemos oportunidad de destacar con nuestro estilo en el escenario.

—Ay, dioses —Nico se llevó la mano a la frente.

—Nos vamos ya —exclamó Caroline.

En fin. Me voy de compras.

Álex

Estaba muy emocionada cuando apareció Afrodita, sentí que iba a chillar. Primero este agradable otoño y dentro de unos meses vería la nieve. Me sentía como una niña.

Cogí mi bolsa de siempre y salí tirando de la mano de Caro y Julie. Fuimos al centro de Nueva York, era una ciudad enorme...

—¡Qué fuerte, qué fuerte! —exclamó Ruby, admirando unos tejanos.

Era un centro comercial enorme y todos estábamos en una calle diferente. Estaba viendo unas camisas cuando alguien me habló.

—Esto es una horterada —Thalia mostró un vestido con un horrendo estampado de flores.

—Agh...

Ambas reímos.

—Ven conmigo, te enseñaré mi sección favorita.

La verdad es que el estilo de Thalia me encantaba. Me encantaba su maquillaje y su cabello, su chaqueta de cuero y esas botas que eran una pasada.

La hija de Zeus me enseñó unas chaquetas de cuero como la suya con chapas y parches que eran una pasada. Nada más cómodo que unas mallas y unos enormes suéters.

Había un millón de sudaderas. Era increíble. Me puse una que era enorme con unas oreja y bigotes simulando un grito. Me puse a correr por toda la tienda con 10 centímetros de mangas sobrantes.

La voz de la sirena || Nico di Angelo ✨Where stories live. Discover now