Capítulo 7

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*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo y los capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas. ¡Recuerda dejar tu voto y comentario, y compartir este libro con más personas!

Capítulo 7. Noche sin estrellas

A pesar de haberse colocado un apósito en la rodilla, le dolía una barbaridad. Sabía de enfermería y se había dado dos puntos de sutura con una aguja, pero eso no lo hacía menos doloroso y molesto. No iba a poder volver a meterse en una piscina. Tuvo que comunicarle a Woosik que no podría asistir a los entrenamientos de waterpolo debido a una lesión. Y en la universidad, se desplazó con cuidado, tratando de que nadie advirtiera lo mucho que le costaba caminar. No había vuelto a ver a Jungkook desde ese día, ni tampoco deseaba volver a hacerlo.

Por él, como si desaparecía. Como si se esfumaba de su vida. Como si extraían todos sus malditos recuerdos, la adicción que había sentido por su tacto, y arrancándole todas las neuronas que lo recordaban en el proceso.

A decir verdad, había dormido dos noches seguidas en la casa de Hoseok. Trataba de refugiarse. No quería estar solo, por si un demonio disfrazado de su mayordomo le atacaba, por si una sombra le espiaba desde la calle, o por si Jungkook aparecía realmente para despedazarlo. Además, la idea de que Namjoon fuera el precursor de algo de lo ocurrido en los últimos días, empezaba a turbarle. ¿Y si era una respuesta a la amenaza directa de sus fotografías? Taehyung se culpó a sí mismo por haberlo hecho, a la vez que se repetía una y otra vez: «»es imposible que lo sepa. Es imposible que lo haya averiguado». Quizá se había tomado aquello demasiado en serio. En cuanto a Jimin, había estado evitándole para no perjudicarle. Si Jungkook aparecía, y le hacía daño por su culpa, jamás podría perdonárselo a sí mismo. En la casa de Hoseok, le daba miedo apagar la luz. Por si la oscuridad le traía algo. No obstante, no le dijo nada a su amigo y contuvo su paranoia en medida de lo posible.

La última noche que se quedó a dormir, en solo unos minutos, oyó a Hoseok quedarse dormido, con la respiración acompasada y volviéndose más profunda. Él, sin embargo, mantenía los ojos bien abiertos en la tenue oscuridad. La luz de la noche entraba por la ventana, derramándose sutilmente en el interior del dormitorio de su buen amigo. La persiana estaba a medio bajar, pues él mismo la dejó así tras haber creído avistar a una sombra abajo, en mitad de la carretera. Y lo peor de todo aquello era que por un segundo había pensado en Jungkook. Su demonio personal había pasado de ser una especie de aliado (difícil y no muy grato), a convertirse en una amenaza. Su amenaza. Una más, entre todas las cosas que le intimidaban últimamente.

Estaba asustado por todo, y en especial, por Jungkook. Taehyung quería mucho a Jimin, siempre fueron buenos amigos, encajaban como dos piezas de un mismo puzzle y hubo una época en la que pensó que terminarían saliendo juntos. Lo suyo con Jimin era fácil, genuino, sencillo. Pero lo de Jungkook... se salía de los cánones.

Lo de Jungkook no era fácil ni natural. Era tóxico. Era bizarro. Atrapante. Adictivo. Era como si alguien le introdujera una mano en el pecho y le apretara el corazón en un puño. Él conocía sus secretos más oscuros. Sabía cómo explotar sus cinco sentidos. Hacerle perder la cordura y que olvidase hasta el orden de su nombre de pila y apellido. Esa era una de las cosas que más temía cuando se acercaba a él; se convertía en otra persona, en alguien desconocido. Sentía que su piel se consumiría bajo la yema de sus dedos y su cerebro se volvería ceniza por los susurros que musitaba al oído.

¿Qué era lo que quería? ¿A su dulce amigo de la infancia? ¿O a un difícil y áspero demonio? Taehyung no estaba seguro de hacia dónde escapaban sus pensamientos mientras se quedaba dormido. Su conciencia se esfumaba lentamente, como un hilo de humo negro elevándose y difuminándose por encima de su cabeza, hacia el manto del cielo negro. En el último momento, antes de caer dormido, pensó que, en el fondo, deseaba a alguien que no tendría miedo de destrozarle y hundir su alma en la oscuridad más profunda.

The Demon with my Soul [Ver. reescrita] ⋆ KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora