𝐃𝐔𝐋𝐂𝐄 ¿𝐕𝐄𝐍𝐆𝐀𝐍𝐙𝐀? [Spreen X Tú] (Adaptación)✓

𝐸𝑝𝑖𝑙𝑜𝑔𝑜

3 meses después:

Dos chicos argentinos se encontraban sentados en una gran oficina, llevaban toda la mañana trabajando en un plan de negocios que debían presentarle a otra empresa para que se animaran a trabajar con ellos

—Todo lo que pasó estos meses fue muy loco.— habló Carre dejando a un lado su laptop —Hace exactamente dos meses fundamos todo esto.—

—Si no hubiera sido por las inversiones de Charly no habríamos podído tener el capital suficiente.— recordó Spreen

—Sabés que no es cierto.— dijo su amigo —Vos vendiste tu casa para aportar también, además aún con todo lo que teníamos nos endeudamos con el banco.—

—Pagaremos nuestras deudas, lo importante es sacar todo esto para que triunfemos.— rió Spreen y Carre sonrió

—Iré a buscar algo para comer, ¿venís?.— invitó pero el otro se negó

—Tengo que terminar esto y después estaré ocupado.— se excusó viendo como Carre se levantaba para irse —Será para la próxima.—

—Se me olvidaba que ocultas tus sentimientos en tu trabajo.— se quejó tomando su chaqueta para ponérsela —Intenta no morir trabajando.—

—¿De que hablas? Solo soy responsable.— dijo con una sonrisa —Acabaré esto y descansaré un poco, te lo prometo.—

Carre le hizo una pequeña seña con la mano antes de salir de aquella oficina. Spreen volvió su vista a su computador para seguir con su trabajo

Este podría ser considerado uno de los peores meses de su vida, estaba lleno de trabajo y muy cansado, no quería decepcionar a nadie de los que habían confiado en él y mucho menos quería fallarle a ella.

Miró un marco que tenía en su escritorio con la foto de su novia, aún no podía creer que alguien tan bonita como ella se hubiera fijado en él, toda su historia había sido una locura. Sacó su celular para llamarla a pesar de que sabía que no respondería.

El ruido sonó una, dos, tres veces y el contestador le dió a entender que ella no hablaría con él, suspiró y volvió a su trabajo.

Pasaron dos horas y el ruido del ascensor llegando al piso dónde estaba lo alarmó, sabía que no podía ser Carre.

—¡Sorpresa!.— gritó _____ dando un salto y entrando a la oficina con unas bolsas en sus manos  —Carre me dijo que hoy era de esos días dónde estás loco por el trabajo así que te traje comida.—

—No estoy loco por el trabajo, solo estaba concentrandome en otras cosas mientras mi novia estaba con Peter.— sonrió aquel chico ganándose una sonrisa por parte de su novia

—Sabes que desde que salí del hospital Peter quiere verme almenos dos veces al mes para comer juntos, le salió el instinto de padre sustituto.— se burló ella —Por eso además no te contesté la llamada, no me dejaba agarrar mi celular hasta que jugará domino con él.—

Spreen sabía que cuando ella veía a cualquiera de los accionistas no podía usar su celular pero aún así no perdía la oportunidad de llamarle.

—No importa, ahora estás aquí.— dijo él levantándose y tomando sus cosas —Vamonos.—

—¿A dónde?.— cuestionó —Quiero quedarme un rato más en la empresa, te traje tu comida para estar aquí.—

—Ya estuve aquí toda la mañana.— peleó escuchando la melodiosa risa de su novia

—Quedemonos cinco minutos, recuerda que el doctor dijo que no debo hacer muchos esfuerzos para que no me vuelva a doler la herida.— recordó sentandose

—Eso fué hace más de tres meses.— se burló y ella lo miró mal —Si debo sacarte de mi empresa lo puedo hacer por las malas.—

—¿Tu empresa?.— preguntó ella riendo —Te recuerdo que yo soy más dueña que tú y Carre juntos.—

—El poder cambia a las personas.— exclamó Spreen

Ellos habían conseguido completar cada uno de sus planes juntos, incluso los más complicados, también habían creado más planes juntos pero más sencillos como inscribirse juntos a clases de canto o organizar noches de juegos donde invitaban a Carre. Todo se había acomodado perfectamente.

—Por cierto, cerca de casa de Peter hay un restaurante que no hemos visitado y pensé que lo podíamos visitar en la cena de hoy o en el desayuno de mañana.— intentó convencerlo

Otra cosa que no cambiaba era la manía por recorrer todos los restaurantes posibles.

—¿Podés pensar en algo que no sea comida?.— pidió pero ella negó

—La comida es lo primero en mi lista de cosas que amo, lo segundo eres tú.— avisó

—Yo debería ser lo primero.— se quejó ganándose un pequeño beso en la mejilla —No es suficiente para quitar mi inconformidad.—

—Que lastima porque es lo único que tendrás.— dijo ____ antes de enseñarle su lengua

Spreen rió sabiendo que ahora estaba totalmente completo, tenía un buen trabajo, a su mejor amigo y a su novia, nunca había querido algo más que una familia, estaba agradecido por no sentirse solo nunca más

—Veamos que me trajiste para comer, después nos iremos de la oficina, es raro que lo diga pero no quiero pasar todo mi día aquí.— habló él mientras su novia sacaba de las bolsas toda la comida

—A tus órdenes.— sonrió ella al terminar de mostrarle toda la comida que había comprado para él

La vida no era perfecta pero se tenían el uno al otro para complementarse, se amaban y de eso ya no había duda, las cosas se habían acomodado tan bien que no importaba lo que sucediera todo estaría genial mientras estuvieran juntos.