𝐃𝐔𝐋𝐂𝐄 ¿𝐕𝐄𝐍𝐆𝐀𝐍𝐙𝐀? [Spreen X Tú] (Adaptación)✓

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Estaba sentada en mi nueva oficina, había estado toda la tarde con Carre intentando aprender sobre este negocio, después de un rato él y Rivers se habían ido a buscar algo de comer, yo mientras necesitaba descansar mi cabeza

—¿Qué estás haciendo realmente aquí?.— preguntó Spreen entrando bruscamente a mi oficina, yo me sobresalté

—¿Qué te pasa?.— pregunté levantándome

—Primero llegas a la oficina con el traidor ese y ahora resulta que eres la jefa de la compañía.— exclamó molesto —Ya me llamaron los accionistas para decirme que se me destituyó del puesto para que vos te quedarás con el.—

—Ya te había avisado que te dejaría sin trabajo.— recordé y él se veía cada vez más enojado

—Vamos a pensar bien las cosas y a calmarnos un poco.— suspiró como si intentara calmarse

—Tú deberías calmarte, yo estoy bastante tranquila.— reí

Spreen se acercó hasta donde estaba y tomó mi mano, yo lo miré sin entender

—Te llevaré a comer.— dijo jalandome fuera de la oficina

—Estoy esperando a que regresen Carre y Rivers.— exclamé intentando hacer que me soltara pero él no parecía escucharme

Entramos al ascensor y por fin me soltó, yo lo miré molesta

—No me importa si me llevas a comer al mejor lugar de la ciudad, no caeré en tus jueguitos.— avisé y él rió

—No sé ni porque me estoy fijando en vos, tenés un pésimo carácter y me estás volviendo loco.— dijo

—Fijate en alguien más, me harías un gran favor.— bufé molesta

—Si pudiera ya lo hubiera hecho, hasta la que limpia los pisos es mejor opción que vos.— peleó —Pero en razones del corazón mi cerebro no puede interceder.—

Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro sin quererlo, quizás en el fondo sabía que tenía razón, uno nunca elige quien le gusta, simplemente pasa

—Por fin quitas esa mala cara.— sonrió burlón

El ascensor se detuvo dándonos a entender que habíamos llegado al primer piso, bajamos del ascensor y caminamos hasta salir de la empresa

—Si Carre o Rivers me ven saliendo contigo me van a dar el regaño de mi vida.— exclamé

—¿Y a ellos que les importa?.— preguntó —Es tu problema si quieres o no ir conmigo, a ellos no les debe de importar.—

Sabía que tenía razón pero sentía que les estaría fallando si me empezaba a llevar bien con nuestro objetivo. Llegamos a su auto, subimos y él arrancó.

—No debes darle explicaciones a nadie por sentir algo.— habló por fin

—No sé cuántas veces tengo que aclarar que no siento nada por nadie.— exclamé entre risas sarcásticas —Y es un tema que no hablaría contigo.—

—¿Y por qué no? Pensé que a pesar de todo éramos amigos.— rió

No podíamos ser amigos y creía que estaba más que claro que no lo éramos

—No somos amigos.— aclaré y su risa se detuvo —Mataste a mi padre.—

—No me has dejado explicarte cómo pasaron las cosas, quizás después de eso puedas darme una ligera oportunidad.— dijo

Detuvo el auto en medio de la nada y pude ver cómo aseguró todas las puertas para que yo no pudiera escapar, lo miré con duda

—Tu venganza no debería ser totalmente hacia mí, no soy el único que dice mentiras ni el único involucrado en el asesinato.— exclamó —Además creo que la idea de una venganza es muy siglo XIX.—

Hice una pequeña mueca, sabía que no saldría de aquí hasta que me diera su versión de aquel día

—No debes confiar en todo lo que te dicen.— siguió hablando

—Entonces dame una razón por la que debería confiar en tí y en todo lo que estés apunto de decirme.— pedí

—No tengo pruebas de que todo lo que te diré es verdad, solo espero que confíes en mí o que almenos todo esto te quite la idea de que yo soy el malo de todo esto.— dijo

Suspiré, no sabía si este era el momento correcto para saber su versión de aquel día pero no había opción, quizás esto cambie mi perspectiva o por el contrario me haga aferrarme más a mis planes

—Te prometo que no te mentiré.— dijo levantando su meñique

—Está bien, estoy lista para escucharlo.— aseguré juntando mi meñique con el suyo

—Okey.— suspiró pesadamente —Ese día....—

Empezó a contarme todo y yo no podía creer todo lo que estaba escuchando