𝔥𝔢𝔯𝔬𝔢 𝔡𝔢 𝔞𝔠𝔠𝔦𝔬𝔫 𝔟𝔦𝔬𝔫𝔦𝔠𝔬: 𝔭𝔞𝔯𝔱𝔢 𝔡𝔬𝔰

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SORPRESA

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La inconsciente pareja biónica reposaba en las dos camillas pegadas detrás de la otra en el laboratorio de Giselle, quién apartó la mirada de su computadora y volteó a verlos escuchándolos que se empezaban a despertar y agitar.

Giselle miró a Troy a lado de la palanca, dándole la orden. —Asegúralos.

Troy levantó la palanca, el metal en las manos y los brazos alrededor de ambos biónicos se encerró en la camilla. Ahora ninguno de los dos podía escapar.

Chris se quejó por el fuerte sonido que hizo el metal, abriendo lentamente sus ojos desorientados, queriendo levantar sus piernas, pero siéndole imposible, mirando perdida a su alrededor.

¿Dónde rayos estaba?

¿Era un hospital? No había ese peculiar olor a hospital que la ponía nerviosa, la luz le lastimaba los ojos y había varios inventos alrededor.

¿Qué lugar era este? ¿Le sacarían un riñón? Ja, buena suerte con eso. No los tenía sanos. Tomaba mucha coca.

—¿Chris?— preguntó Chase alarmado. Reconocía sus quejas dónde fuera.

Chris miró muy apenas por encima de su hombro. —¿Chase?

Chase agitó su camilla tratando de ver detrás suyo a su chica que se escuchaba débil, rogando que se encontrará bien. No podía ver nada más que el color de la camilla donde reposaba su cabeza.

Al carajo él y su dolor, Chris Davenport era todo para él, y si se lastimaba, si algo malo le sucedía... no podría vivir con el dolor.

Detuvo sus movimientos cuando captó a Giselle y Troy acercarse a ellos. —¿Dónde estamos?— preguntó en voz firme.

—En mi laboratorio— respondió una feliz Giselle, la felicidad convirtiéndose en rabia mezclada con enojo —Díganme qué les gustaría, ¿agua, té, dolor en su cuello mientras retiro su chip biónico?

—¿Tienes té de manzanilla?— preguntó Chris rindiéndose en tratar de escapar de las ataduras de metal —Es que me estás provocando estrés— le sonrió ladina.

Troy puso ojos en blanco, caminando alrededor de ambas camillas. —Que tal, me construyeron en esta misma mesa— Chase forcejeó —Que curioso, ahí fue mi primer día y ahí será su último.

El androide rió de su pésimo comentario, Giselle lo miró molesta mientras que la pareja lo miraba cuestionantes. Lo único que le causaba gracia a Chris, era su risa.

MY WORLD | chase davenportOnde histórias criam vida. Descubra agora