Nuestros recuerdos

Los años pasan.

5 años después.

- ¡10 segundos para subir! - gritó mi manager.

La cabeza me daba vueltas. Estaba a punto de vomitar, un sentimiento ya familiar cada que me tocaba subir al escenario.

- ¿Dónde están mis pastillas? - giré mi cabeza a dónde estaban mis asistentes.

Uno de ellos me ofreció el frasco, le agradecí y procedí a abrirlo.

Dejé caer dos pastillas en la palma de mi mano y las tomé junto a un chorro de agua.

- ¡5 segundos! - la vi correr, me cansaba solo de verla dar tantas vueltas - ¿Estás lista mi estrella? - tomó mis hombros y me acercó a ella - ¿Todo bien? .

- perfecta - le sonreí intentando calmar sus nervios (y los míos) .

- bien, respira y a brillar - hizo que me girará hacia las escaleras que daban hacia el enorme escenario.

Si, después de mi ruptura, mi psicóloga (quién también se había vuelto mi amiga) me recomendó que canalizará todo ese dolor en canciones. Al principio pensé que ella también necesitaba de una psicóloga, pero luego hice caso a sus palabras.

Aquí estoy 5 años después, llenando un estadio para 40 mil personas. Demasiado loco. Las entradas se agotaron a los 30 minutos, simplemente increíble.

Con paso decidido subí las escaleras, haciendo que los gritos de las personas se hicieran más audibles, más efusivos.

Cuando los reflectores se fijaron en mi, los gritos fueron aún más fuertes.

- ¡Hola mi gente hermosa! - hablé al micrófono - ésta canción es demasiado especial para mí, la escribí justo después de una ruptura que cambiaría mi vida, déjenme decirles que si se puede salir de una relación tóxica y brillar más que nunca, espero la disfruten.

Empezó a sonar la canción. Reviví en mi memoria todos esos recuerdos junto a ti, que, a pesar de que los años pasan, siguen ahí, tan claros como hace 5 años atrás.

Sonreí.

Adiós, para siempre.