Y ¿el postre?

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Paulina se encontraba en su escritorio en el cabaret de su padre organizando papeles y hablando con su mejor amigo Emmanuel sobre la situación de María José. El sabía perfectamente que ella jamás dejó de quererla y peor con una conexión tan perfecta que eran sus hijos. El también sabía que si ella no estaba con Majo era por lo que diría la gente pero además por miedo a sufrir, María José le había mentido y eso fue lo que más le dolió. Hoy era una mujer independiente pero la soledad de perderla y caló hondo

Narra paulina

- pero explícame, ¿de que tienes miedo?
- No lo entenderías.
- Pau entiendo tu miedo, pero
- No, no lo entiendes, ella nos dejó a los tres solos, se fue. Dice que fue por mi bien, pero fue egoísta.
- Pau, le estás dando muchas vueltas al asunto, capaz es solo un momento o una calentura del momento. Llega, duerme a tus hijos y tengan sexo. Puedes fíjate que sientes
- ¿Tu estás loco? No! Ella me apartaría
- Paulina de la Mora... tú realmente crees que ella haría eso?
- No quiero pensar
- Pau, de que tienes miedo, de que no te guste, de que no sea lo que tuviste
- Que? No, no sabes lo que está esa mujer, delgadita, radiante, tiene dos lolas preciosas y unas piernas de las que - y lo observo
- Paulina de la Mora, quieres que te ahorque tu ex con esas piernas - el se moría de risa y me burlaba.
- Déjame en paz, tengo miedo de todo
- De no poder coger con su vagina nueva?
- No creo que se haya reasignado el sexo pero eso no me asusta
- ¿Sabes que hacer? - preguntaba muy curioso
- Me se masturbar, calculo que también puedo hacérselo a otra persona
- Es más que eso Pau
- Se como cogerla. Pero te repito, no es lo que me asusta...
- ¿Que harás hoy? Porque calculo que la querrás ver, trabajaste a punta de pistola.
y no sabía que responder. Era obvio que María José si continuaría. Y así sucedió.
En la cocina de  mi casa las cosas se pusieron muy calientes  y no era la comida lo que se estaba cociendo ahí. Emanuel me dijo que durmiera a los niños y luego disfrutara de esa rubia, ¿estaba loca ? Totalmente... pero bueno.
Mis niños me dijeron que hicieron y no era mucho, pero Bruno quería entrar en un grupo de juego en línea y María José se ofreció a inspeccionar si era serio o no y Ámbar pidió comer a upa mío. Mi niña se quedó con su mamá, hizo la tarea que era recortar revistas y palabras, coloreo y me contó que su mamá tenía mucho maquillaje. Mire a María José y abrí mis ojos, ella sabía el motivo, la niña era una adicta a pintarse y había arruinado cientos de mis labiales
- pero ¿¡serás cuidadosa no!?
- Si mamá
- Lo que quieras mi niña yo sin problema
- ¡Aja! Si ya la vas a ver, va por todo esta pequeña.
- Bueno, como su mamá - y yo no sabía si lo decís por mí o por ella, pero no acote y le entre cerré los ojos
- ¿Las tareas?
Bruno tomó los platos y los comenzó a levantar y mi niña trajo su tarea.
- ¿Bruno?
- Aquí tienes. Puedo irme arriba
- Okey, a dormir temprano eh! - ambos la miraron y asintieron
Me miraba y observaba...
- ¿y tú? Trabajaste tranquila
- Si, mañana iré a ver a tu papá
- Excelente, ¿quieres que vaya contigo?
- no tranquila, me iré a bañar y...
- Y ¿el postre? - se lo dije mordiéndome los diente en una sonrisa
No se porque me salió así, pero realmente la necesitaba. Había comprado helado que fue lo que comimos luego de la cena, pero además compré fresas con chocolate, sabía como la ponían.
Mientras se duchaba hice lo mismo, me enjaboné con un jabón de caléndulas y finalmente me pase un aceite de jazmín. Quería que me comiera entera. Dios paulina en que estás pensando...
acaso "¿no podría llegar a tener novia?"
"¿Que? No para nada, estas loca"
"O sea que te parecen loca la idea de que tenga una novia pero no querértela coger"
Me di cuenta que quien hablaba era el miedo, respiré hondo y salí de mi baño. Me dirigí a mi closet y me coloqué una pijama casual y normal, en todo caso que ella comenzara si quería algo. Mientras caminaba recordaba que José Maria siempre me daba mi lugar y esperaba que tomara la iniciativa. No iba a cambiar  nada. Me ate mi pelo en una coleta y baje lo más tranquila que pude.
María José ya me esperaba con una botella de vino en la mesa del living y un libro en sus manos. La sorprendí...
- ¿entonces las fresas?
- Ay paulina, me asustaste. Si por favor. Escucha no sabia que había olvidado este libro aquí- lo tenía entre sus manos
- Ah si, no te lo olvidaste, esta era tu casa. los libros no los tire, pero si piensas encontrar una corbata, ya te digo que no hay ninguna
- Ay paulina - se reía- creó que no las necesitaré, te lo juro
- Yo solo te aviso.
Me senté en el sofá e intenté provocarla un poco con las fresas. Ella se acercó un poco a mi y le di una fresa de la que estaba comiendo, todo se dio de forma muy normal y como solía ser. Bruno dormido y nosotras nos disfrutábamos. María José se inclinó hacia mí y yo acaricié su rostro. Hacia menos de 24 horas que estaba en esta casa y yo no quería separarme de ella. En ese mismo instante cuando me comenzó a besar el cuello escuchamos como unos pequeños pies avanzaban hacia la escalera y la realidad cayó como un balde de agua fría
- aish me olvide de dormirla, perdón - se lo decía junto a su boca
- Bueno, será otro día entonces, iré a dormirla... 
Y como alguien que quisiera huir de la situación, se arregló un poco y subió las escaleras. La escuche cuando alzaba a Ámbar y le decía que antes de ir a su cama, había que decirle a Bruno que tenía que dormir y desearle buenas noches ...
Ay claro, Brunito, no sé en qué estaba pensando.
Entre a mi habitación y comencé a pensar que realmente era una locura lo que hice y que no estaba alejada de qué tal vez si tuviera a alguien o directamente que yo no le interesaba. Me había dicho "otro dia" ella tenía idea cuando días yo la espere...
Cuantas horas la extrañé, pues no, ella que va que saber, poniéndose la tetas y cada día más linda.
Me cambie la pijama por un camisolín y me arregle un poco el pelo antes de dormir.
Cuando me iba acostar, pude ver como María José me miraba entre las rendijas de la puerta plegable de mi niña. Me hice la que no la veía y comencé a aplicarme crema. Frente al espejo estaba la puerta de mi niña. Inicie por mis brazos y continué por mi cuello y el rostro. Me quite el camisolín y quede completamente desnuda frente al espejo. Yo sabía que me veía y seguí aplicándome crema.
Automáticamente la habitación quedó sin luz, Ámbar se había dormido y María José la apago. Salió de ahí cerrando la puerta y la sentí pasando de largo por la puerta de mi habitación, mi desilusión fue enorme, efectivamente esto probaba que tenía a alguien. Me sentí una estupida porque yo me le insinué dos veces, abajo con fresas y aquí en mi habitación mientras me arreglaba. Trate de calmarme con mi manos en la cara y sentí que la mano derecha se humedecía. "Mierda" pensé, no quiero llorarla mas, pero otra gota gruesa se deslizo con mi rostro. Apenas sentí cuando cerraba otra puerta y era la de Brunito, pensé que se había ido hasta que sentí que caminaba por el pasillo  hacia mi habitación. Trabe bien la puerta desplegable de Ámbar y obviamente busqué mi bata de seda negra y la coloqué, ella toco suavemente, me seque un poco las lagrimas pero estas seguían saliendo
- Pau- me susurró
- Pasa María José
Ella entró y pude notar como muchas veces el fuego en esos ojos verdes
- sabes María José me iba a dormir y- no me dejo terminar, entro a la habitación me tomó de la cintura levantándome un poquito y Comenzó a besarme
- Hoy es un buen día...
Los besos se volvieron desesperados y María José me tocaba todo mi cuerpo con sus manos. Yo estaba excitada y aterrada. Tenía miedo y me generaba adrenalina. Mi bata desapareció al instante y María José  subía de mi cuello y bajaba a mis pechos, pequeños gemidos salían de mi boca.
- ¿porque lloras? - me besaba las lagrimas que salían
- Sabes que soy una melancólica, pero no es por nada malo
- ¿Entonces? - me acariciaba la cara
- te extrañe un poco...
- sigues igual de hermosa Paulina.
- Pensé que no querías -
Ella me miro, chasqueo la lengua y apoyo su frente   sobre la mía
- solo que estaba esperado el momento indicando y...
- este era el momento
- No, pero somos madres y es cuando las criaturas duermen
Me llevo hasta la cama y me apoyo delicadamente, siguió marcando un río de besos hasta llegar al hueso de mi cadera, y de ahí en más todo fue un shock de placer. Hace años no me sentía tan viva, sentía como su lengua se  movía  en mi clitoris y por momentos mordía mi entrepierna. Me controle en no gritar y solo provocaba pequeños gruñidos. María José fue subiendo de nuevo por mi, trepando con besos y la apoyé finalmente yo en la cama pero ella no quiso y se sentó nuevamente. Se quito muy de a poco la pijama  mirando fijamente y riéndose de mi ansiedad . Entonces viendo  que esto se dilataba comencé yo a besarla por su cuello y le termine de quitar la camisa de su pijama.  De mis labios salió un sutil "estás preciosa cuera" y ella se sonrió. No tenía sostén así que me fue simple quedar desnuda para mi. Como si siempre hubiera recorrido ese cuerpo, bese lentamente sus pechos hasta que sus pezones se pusieron duros y se los mordí como me gusta a mi y calcule que a ella le gustaba igual y lo comprobé porque le fascinaban. Seguí bajando por su cintura hasta arrancarle literal sus shorts del pijama.
Nada había cambiado en esa zona, por ende la volví a disfrutar después de tantos años.
El problema de mi necesidad con María José, generaba que no dilataríamos mucho el tiempo, mientras mi cabeza se movía enérgicamente, y casi se podría decir que le estaba haciendo el amor a mi boca, sentí como su cuerpo se comenzó a tensar y no. Yo quería disfrutarla un poco más, pero a decir verdad yo también estaba por llegar. Me moví hacia atrás mirándola a los ojo y me aleje un poco para darle un respiro y buscar en mi cartera el condon. No quería sorpresas. María José me tomó de la cara y no me dejaba ir, quería  penetrante y la tome delicadamente alejándola....
- voy por mi bolsa
- Y que tienes ahí ?
- Un condon, espérame
Me paré y lo busqué. Se lo coloqué lo más sensual que pude y me subí sobre ella.
Apenas comencé a moverme, mi cuerpo tembló, no, no pude aguantar nada, cuando un suspiro salió de mis labios, María José me lo tapó con un beso y me desplomé sobre su hombro mordiendo su cuello suavemente. No lo note, pero ella seguía moviéndose debajo mío y agradecí eso.
Cambiamos de lado, yo ahora estaba abajo mirándola completamente, sentía que María José iba muy rápido, al poco tiempo de haber terminado, un fuego volvió a recorrerme y acompañe su movimiento. La cama hacía ruido, y no nos importó un carajo, quería tenerla, necesitaba tenerla de nuevo, volvió a tomar su cara y se sentaba y subia subía con velocidad, ella me besaba y me decía lo mucho que esto le encantaba.
Escucharla terminar fue melodía para mis oídos, nos besamos con mucho mucho amor
Yo creo que fue un momento sublime pero extremadamente corto.
- ay pau...
- que? No me digas que te agarro el arrepentimiento
- No tonta, que qué corto a sido, ni siquiera en nuestra luna de miel, luego de años de estar de fresitas
Me hizo reír mucho.
- bueno, fueron dos años de novios, aquí fueron cinco años sin saber del la una y del otra
Si bien me invadió una nostalgia enorme. Nos abrazamos por eso. Y como todo en nosotras, una cosa nos llevó a la otra y María José al parecer quería continuar y me tiro sobre la cama...
- escucha, no tengo mas condones
- Mejor invéntame otra excusa, que seré tonta pero sé cuantos trae una caja -
Se alejo un poquito para darme mi espacio para hablar
- no que, no compre una caja, lo tenía
Y aunque estaba a oscuras nuestras pupila se acostumbraron y la note como se reía algo nerviosa ... ¿que esperaba, que solo estuviera aquí yo esperándola que se decidiera a volver sin una vida sexual activa? Pues si, que idiota soy. Pero no, no se lo iba a demostrar, vaya a saber con cuantas se revolcó
- o sea que era uno que te había quedado
- Ajá - le mentí
Y no me anime a mirarla porque ella me conocía. La verdad era que había sacado uno de las maquinitas del cabaret. Eso lo llevaba la Pau rubio, si le pedía uno de la caja, iba a indagarme, aparte una parte de mí se había preparado para no tener que lidiar con condones, pues me equivoqué...
- okey, bueno me iré a descansar.
Y otra vez su voz distante
- que te pasa? - Volví a la cama y le quise tomar la mano y ella me abrazo de la nada...
Y así nos quedamos unos segundos, desnudas perteneciéndonos y todo iba a volver a comenzar, los besos, las caricias, el amor que existía entre nosotras, hasta que...
Me volvió a penetrar dulcemente ... nos miramos y yo dejé que hiciera lo que quisiera conmigo. Estaba mal con un extraño, estaba mal en una cita que no conoces a la persona, pero aquí éramos dos que nos conocimos hasta el último lunar y el último pelo de la cabeza. Es verdad que había pasado tiempo pero conozco a María José y ella jamás me descuidaría, ¿me mentiría por cobarde? Si, eso haría pero no con intención jamas.
Unos pequeños piecitos se bajaron de su cama y yo abrí mis ojos, despegándome de María José, ella no lo había detectado, pero yo la conocía muy bien.
- Es Ámbar
- Que? No hermosa, yo la dormí
- Te digo que es Ámbar
Y cual película de terror, mi niña movía el picaporte de la puerta plegable y mi niña comenzó a llamarme
- mami estás despierta, porque está cerrada
Mire a María José, la bese y salte de la cama. Tome mi camisolín y me lo acomode rapidito
- Voy al baño
- No, sal por aquí y ya...
Escuchamos como ella cerraba la puerta de su habitación
- ay, no mira, mejor sal por su habitación, si?
- Bueno, hasta mañana.
Me di un beso corto y salió con su pijama en la mano. Acomode un poco la cama, me fije que todo estaba en orden, tire el condon que estaba en el piso y me metí en el baño
- ¿mami? - abría la puerta
- Hola mi amor - salía del baño - qué pasa mi cielo?
- Pensé que mami se iba a quedar a dormir conmigo pero no, me despertó el ruido de tu cama, tuviste una pesadilla?
- No mi amor, un sueño. Pero vente, vamos a dormir es tarde.
Ella se trepó en la cama y se abrazó a mi. Antes de caer yo dormir y poder pensar o analizar algo mi niña hablo
- mami, tu cama huele a mamá
- Estuvimos charlando un ratito
Me puse nerviosa pero había más cosas por las que preocuparme.

Ámbar Where stories live. Discover now