Amor Prohibido ©

Capítulo 60—Amor Prohibido

Desperté como cualquier otro día solo que con ese vacío adentro carcomiendo como toda mañana hice mis rutinas diarias tome una falda negra y una camisa negra de mi clóset, junto a unas botas altas negras no iba a un velorio, pero si iba a su muerte, iba a verlo morir lentamente cuando sus años dictarán.

Faltaban algunas horas para que el juzgado comenzará ya que estaba programado para la tarde después del mediodía.

Tome mi cartera y pedí el primero Uber al centro comercial.

—Buenos días señorita Walton ¿en que la puedo ayudar?

—Un par de empanadas de pollo y una lata de refresco.

—¿Segura que no quiere más nada?—niego—no espera a alguien más

—No Enrique, esta vez vine sola—Enrique volteo con la lista casi con la mandíbula en el piso solo jugué con mi celular un momento y llego la comida—gracias—enrique afirmó con la cabeza se volvió a ir sin dejar pistas.

En el mismo lugar donde con amigas me la solía pasar se sentía tan vacío sin ellas hoy, Génesis y Lesly ahora eran novias de Alan y Robert, ellos necesitan su tiempo a solas y últimamente tanto en el velorio como en el entierro estuvieron conmigo, Sofía y Nicole ya no tenían arreglo, Heymar se sentía sola y extrañaba a su madre que se fue a Madrid luego de que salió de la mansión Walton y cuando no estaba sola estaba con José, no me permitía entrar porque sabía que entraríamos en llanto y no me quiere dar más cargos, Josué, dudo que estaría conmigo pero de todas maneras no podría ya que está trabajando, comí mis empanadas y tome el refresco deje el dinero y la propina en la cuenta sobre la mesa y fui al apartamento.

Estaba tan solo y callado, teníamos ya tiempo sin venir, se veía algo sucio y descuidado, mi mente es afectada por los recuerdos como aquel día donde Josué y yo permanecimos sentados en el mesón de la cocina besándonos y llego Merilyn, el día cuando a ambos nos sentaron en aquel mueble a repetir que lo nuestro era prohibido.

Subí las escaleras.

Aquel día donde subí las escaleras corriendo a abrir la puerta de mis padres en plena pelea donde me enteré sobre lo de Heymar, el día donde me advirtieron por segunda vez que Josué era algo intocable.

Entre a mi habitación...

El ventanal que daba vista hacia la ciudad me hizo recordar las veces que me tiré en ese mueble junto aquel a estudiar o dormir una siesta, aquel día donde leía ese libro con una piyama de vestido corto negro que sorprendió a Josué hace poco, o el día que quite aquel vestido justo al frente de él antes de irme a Madrid, estos cuatro meses habían sido llenos de tantas felicidades desilusiones verdades y mentiras que contarlas juntas confundiría, era descabellado y algo loco, ya que consecutivas veces pasaban cosas que jamás creí que me pasarían.

Mi vida en cierta forma había sido perfecta tenía amigos una familia amigable y un amor prohibido.

Desde que ese amor prohibido había llegado a mi vida muchas cosas habían cambiado  mis horarios para dormir y hacer tareas.

Al conocerlo, todo se salió de control, nuestra historia quizás algún día podría ser contada como la historia más descabellada que tuvieron dos jóvenes en Caracas.

O quizás narrada a Alison cuando crezca y creerá que es falso.

No todos descubrimos que el amor de nuestra vida es un asesino y violador.

Que tú mejor amiga se dedica a extorsionar.

Que tu padre es el padre de tu confidente.

Que tu tío es padre de tu amiga—hermana

Que tu mejor amiga se acostaba con tu casi algo por celos a ti.

No todos vemos las verdades de la gente, quizás compartimos con asesinos, psicópatas, extorsionadores y esquizofrénicos diariamente sin saber su pasado real, o lo que hacen detrás de sus puertas.

Yo nunca pensé que a mí me pasara, nunca llegue a pensar que podría estar rodeada de un asesino y una persona que se dedica a extorsionar.

»Porque siempre pensamos que pueden ser los recién conocidos y no los que conocemos de toda la vida.

***

Josué se encontraba nervioso, a decir verdad todos nos encontrábamos nerviosos.

Por fin el juzgado de Axel había llegado, y esta vez con la respuesta del jurado nerviosos viéndolo a punto de decir el veredicto.

—Hoy martes veinte de diciembre del dos mil veintidós el joven Axel Gutiérrez es condenado a cincuenta y cuatro años de cárcel siendo alojado hasta sus dieciocho años en el retén de menores del sur sobre su cómplice Carina Mish mejor conocida como Vengamel09 doce años de cárcel alojada hasta sus dieciocho años en el retén de menores del sur, su cómplice Alex Gutiérrez será condenado a veinticuatro años de cárcel  alojado hasta sus dieciocho años en el retén de menores—el juez sonó el martillo de madera y como llegó se fue, así de rápido así de fácil así de sencillo, abrace rápidamente a Josué lo había logrado había obtenido lo que tanto había querido estos meses.

Al salir del lugar vamos directo a la mansión Walton, entre a una ducha y me cambié para ir a cualquier lado minutos después sola a caminar o quizás al refugio.

Estaba tomando té sentada en el mueble que está en un costado de mi cuarto.

Josué salió del baño listo con unos jeans negro una camisa blanca zapatos blancos y acomodando su cabello.

—No se si es indicado proponerlo pero ¿Quieres distraerte un poco?—asiento dejando el vaso en una mesita saliendo de la habitación de su mano, en su auto no lo solté y al llegar a ese lugar unas pequeñas telas adornaban una parte de el lugar de picnic sobre la arena y las olas resonando—esta vez, quiero decirte todo lo que siento—ríe un poco—Melanie Walton en la historia descabellada que hemos vivido estos últimos meses juntos e aprendido muchas cosas sobre todo de ti, nunca en mi vida me había sentido tan feliz como esos pocos días que duramos sin discutir, gracias por darme la oportunidad de tener a Alison como nuestra hija y ayudarme a formar esta pequeña y loca familia, Melanie te amo ¿Quieres volver a ser mi novia?

—Suena incorrecto, pero quiero volver a ser tu novia—un beso tras otro beso sentados sobre la arena oyendo las canciones que lograban cantar las olas, nos miramos tan felices que nadie pensaría que todo empezó como un Amor Prohibido.

Fin