。゚❁۪Capítulo 12 ུ °

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El omega meneaba sus caderas al compás de la fogata sobre el suelo, mientras la melodía del arpa se escuchaba tierna y feroz en la tienda

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El omega meneaba sus caderas al compás de la fogata sobre el suelo, mientras la melodía del arpa se escuchaba tierna y feroz en la tienda. Su cabello pelirrojo un poco más largo que la última vez que se vieron se movía de un lado para otro, mientras seguía bailando frente al alfa que ni siquiera tenía sus ojos puestos en él.

—Yher... — susurró para llamar la atención del alfa, pero no obtuvo respuesta.

Meneó sus caderas con más fuerza, tarareando la melodía que era tocada. Captando la atención inmediata del líder de su tribu, viendo cómo esos ojos esmeralda ahora miraban su cuerpo con pocas prendas a pesar del frío que había afuera de esa tienda, pero acorde al calor de la fogata detrás suyo.

El Yher le sirvió, bebiendo de su gran vaso de madera.

Karsy lo miró y detalló el sensual cuerpo de su antiguo amante, pero no sintió nada. Porqué no había nada que sentir, no con él y no ahí. Era noche de luna llena y eso significaba otra luna en las diez que su omega debía cumplir para que su hijo naciera.

El pelirrojo se acercó más hacia donde se encontraba acuchillado y comenzó nuevamente a bailar.

Una punzada de las muchas llegó a su pecho nuevamente diciéndole de la tristeza de su omega solo en su tienda, no podía soportarlo.

El pelirrojo tomó sus manos y las postró en sus piernas para que esté las acariciara, pero no lo hizo, de hecho decidió que debía irse de la tienda. Era la última celebración antes de partir al día siguiente.

Sentía una total decepción en su ser por lo que se había enterado por la mañana. La traición de su omega de un trato cerrado con una unión, le molestaban. Había dañado su honor, era el líder una gran tribu y se habían cansado de atacar un reino putrefacto, fácil de tener en sus manos solo por un omega... Un omega que lo había traicionado y el mismo que ahora tenía su marca en él.

—Me retiro —anuncio a los sabios de la tribu que disfrutaban de los bailes de la noche antes de mañana. Hubo palabras de molestia departe del pelirrojo que pudieron haberlo hecho voltear para golpearlo, pero decidió seguir hacia donde su lastimero omega se encontraba.

—Seguro va por ese golfo que lo tiene engatusado.

No protesto, no tenía tiempo para encarar lo que ya muchos habían dado por hecho con las últimas noticias de los hechos en el reino de Verne. Su corazón se sentía más que decepcionado.

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(Verne)

El nuevo rey de Verne sonrió ante la multitud, mientras presumía la corona que ante su cabeza anunciaba una nueva orden para un reino caído. Sus ojos marrones se fruncieron al sonreír, la maldad se podía ver en su expresión.

—Mi primera orden como rey, es que se me cumpla con lo prometido. Quiero a mi omega aquí — ordenó mientras se sentaba sobre el trono real que daba comienzo a un salón blanco dorado, que en medio su presencia acorralaba al guardia real y su tropa. —Lo quiero aquí a más tardar mañana. — sonrió como si no fuera una amenaza destilante de sus ojos.

FierceWhere stories live. Discover now