La magia del amor -Lumity Au-

Un Pequeño Paso

Amity pov:

Luz: Estoy muerta.

Boscha: Morena, la has cagado muy pero que muy fuerte.

Amity: Luz. —Dije con tono serio.

Luz: ¿Dime princesa?

Amity: ¿Por qué mi cabeza a cambiado de color?

Luz: Jaja... Puedo explicarlo —Tragó saliva mientras veía que me iba enfadando más.

Amity: Pues empieza.

Luz: Bueno, verás. —Se acercó a mi con cautela.— Los gemelos me enseñaron ilusiones ayer y, quería probar y sabía que no te gustaba el tinte de tu pelo así que quería ayudar.

Aunque seguía molesta, no podía enfadarme con la carita que me estaba poniendo.

Amity: No puedo contigo. —Suspiré.

Boscha: ¿¡Solo eso!? ¡A mi me habrías perseguido hasta el infierno!

Amity: ¿Eres mi novia? No. ¿Te quiero? Tampoco. —La miré con indiferencia.

Boscha: Te odio.

Amity: El sentimiento es mutuo, peli fresa.

Boscha: Mierda de unicornio.

Amity: ¡Mierda de sirena!

Boscha: ¡Pareces un puto Lasky!

Amity: ¡Pienso matarte! —Saqué mi varita y empecé un hechizo.

Luz: Amor, no. —Se me cayó la varita por el apodo.— Boscha va a estar castigada por Willow, así que relájate.

Amity: V-vale. —Evité su mirada sintiendo las mejillas arder.

Boscha: Ja, gay. —Dijo mientras salía de la clase.

Luz y yo nos quedamos solas en el aula de pociones.

Luz: Entonces... ¿Vas a quedarte con el nuevo color?

Amity: Puede, me gusta como me queda.

Ella sonrío sacándome más los colores.

Amity: ¿Y qué vas a hacer ahora? —A cambiar de tema se a dicho.

Luz: Willow quería que descansara, Gus que probara si era inmortal, Eda quería diseccionarme y creo que Boscha ver si podría regenerar huesos rotos.

Amity: Hazle caso a Willow. No necesitas más experiencias cercanas a la muerte.

Luz: Ya te dije que estoy bien. ¿Qué a pasado desde entonces? ¿Dos semanas?

Amity: Creí que te había perdido, Luz. Tu no sabes lo que vimos.

Luz: Yo fui la que se fue al otro barrio por minutos. —Se defendió, oh no, otra vez la misma pelea, perfecto.

Amity: Lo sé, lo entiendo. Pero entiende tu que no se ve eso todos los días.

Luz: No quiero discutir esto otra vez. —Me devolvió la varita y se sentó en una de las mesas.

Amity: Yo tampoco. —La imité.

Luz: Vamos a dejar de hablar del tema entonces. —Yo asentí.

Nos quedamos en un silencio bastante incómodo. No era la primera "pelea" que teníamos, llevaba bastante tiempo intentando hacerla entrar en razón, que algo pasó ese día y que sólo quería mantenerla a salvo.
Tendré que aceptar que es una cabezota de campeonato.

Luz: Uhm... Se que puede que estés molesta conmigo y eso, pero.. —Volteó a verme.— ¿Puedo tener un besito?

No pude evitar reírme.

Amity: ¿Casi discutimos y quieres un beso? —Asintió teniendo las orejas rojas.— Vale vale, ven aquí pequeña idiota.

Se acercó casi sin pensar y juntó nuestros labios.
Yo entrelacé nuestros dedos.
Es demasiado tierna como para negarle algo.

Luz: Quiero otro. —Volví a besarla.—Otro. —Repetí la acción.— Más.

Amity: Luuuuz. ¿Qué te pasa ahora? Normalmente te da mucha vergüenza pedir besos. —Realmente es a mí, pero voy a negarlo un poquito.

Luz: No sé, pero, quiero besos. —Se bajó de la mesa para meterseme entre las piernas.— Amy, bésame...

La miré sonrojada, se me hace raro verla así. Pero no podía desperdiciar una oportunidad así y rodeé su cuello tirándola hacia mi. Cerré los ojos y solo me dejé llevar.

Luz: Amor. —Separó sus labios y me miró nerviosa.— Te voy a decir algo, pero por favor, no te enfades.

Amity: ¿Qué has hecho?

Luz: No he hecho nada. —Tragó saliva y empezó a jugar con el doble de mi jersey.— Pueeede que me haya pasado algo raro después de ese día.

Amity: ¿El qué?

Luz: ¿Es posible que, pueda ser dos personas en uno?

La mira muy confundida, ¿había desarrollado esquizofrenia?

Amity: Explícamelo. —Pedí.

Luz: A veces, cuando tengo algún problema o alguna duda, escucho como una voz en mi cabeza; pero no es la mía. Es como si, escuchara a alguien que está muerto.

Amity: ¿Cómo un tipo de fantasma?
—Ella asintió.— ¿Y a quién escuchas?

Luz: No es importante. —Respondió enseguida.

Amity: Luz, claramente es importante, dime quien era.

Luz: Bien. —Suspiró.— Escúcho la voz de mi padre. —Su voz salía dolida.—Murió cuando tenía siete años. Mi madre nos mandó a mi hermana mayor y a mi a un internado después de eso.

Amity: Lo siento mucho... —Rodeé su cuello de nuevo y la tire a un abrazo.

Luz: No importa, es agua pasada.
—Dejó escapar una pequeña risa, pero sabía que fingía.

Amity: ¿Quieres contarme algo más?

Luz: Pues sí. —Ocultó su rostro en mi cuello.— Tengo muchas pesadillas últimamente, de algo que pensaba que había olvidado.

Amity: ¿Sobre?

Luz:

Yo estando presente en la muerte de mi padre.