Una semana infernal, así lo describiría Harry en cuanto escribiera sus memorias. Y no es que no disfrutara de aquello, de su omega entregándole todo lo que era y tenía cada noche que volvía a su camerino, no ese no era el problema. El problema era el montón de hombres que pululaban por ahí y aunque ninguno se atrevió a entrar al dormitorio donde Niall vivió encerrado toda la semana de su celo, si hubo uno que otro que se acerco a menos de un metro de la puerta para poder olfatear a Niall que gimoteaba detrás de la puerta cada vez que Harry se alejaba para dar el show.
—Creo que el arreglo queda muy bien así— asintió el castaño mientras rasgueaba las cuerdas de su guitarra favorita —Podemos usarlo en la transición de 'Kiwi' a 'Women' creo que va a funcionar fenomenal—
Los técnicos asintieron satisfechos mientras tocaban una vez más el arreglo musical que Harry había montado en menos de una hora.
—De acuerdo, vamos a descansar un poco. El show es en unas horas y los quiero a todos listos— el ojiverde sonrió de nuevo mientras dejaba la guitarra en el suelo y echaba andar a su dormitorio.
Ansiaba tener a Niall entre sus brazos de nuevo, quería besar hasta su sombra y ayudarlo a sentirse mejor, quería acunarle las mejillas y besarlo cuando menos se lo esperaba, quería....
El aroma lo golpeo tan fuerte que sintió tambalearse mientras retrocedía unos pasos para mirar la sala de estar donde estaba la mayoría de su equipo. Iba a matar a Niall y también a quien lo hubiera dejado salir
—No, no, no. Así no es chicos, tienen que esforzarse más, pongan atención— sonrió Niall mientras tomaba la guitarra del regazo de Mitch y lo colocaba en el propio —Es sorprendente que tu, siendo guitarrista no sepas tocar un arreglo tan simple. Observen mis dedos, es lo más importante—
Harry tuvo que contener el gruñido gutural que burbujeaba en su garganta pero lo que no pudo contener fue la ola de furia que lo azoto mientras casi trotaba hasta Niall
—¿Puedes explicarme que haces aquí afuera?— gruño Harry con los dientes apretados —Tenias ordenes, Niall—
La voz de Harry sobresalto en un principio a Niall que respingo en su lugar, para luego girarse a mirarlo con un puchero que hubiera deshecho a Harry totalmente, un puchero con el que, en otra circunstancia lo tendría bailando la Macarena si quisiera
—¡Harry!— soltó Niall
Todos los hombres del equipo que rodeaban a Niall se disiparon en cuanto Harry apareció en su campo visual. 'Sabia decisión', pensó Harry. Excepto Mitch, 'No es muy listo' pensó nuevamente.
—Cariño, estábamos tocando algo. Pero Mitch no es capaz de tocar el arreglo correctamente— dijo Niall sin poner atención a Harry, quien estaba rojo de la furia.
Ambos sabían que Mitch nunca tocaría a Niall ni lo veía de otra forma que no fuera como su amigo. Pero Harry no podía controlar la ola de rabia que lo estaba consumiendo. Mitch se encogió de hombros para luego desviar la mirada a los dedos de Niall que se movían con habilidad.
—Niall, por favor— suspiro el castaño aún luchando contra su alfa, quien solo deseaba poner a Niall sobre su rodilla y azotarlo hasta dejar la piel roja, como la furia que estaba conteniendo —No deseo ponerme violento—
La afirmación atrajo la completa atención del ojiazul y esta vez, si que lo tomo en serio. Salto de su asiento en el sofa de cuero y abrazo el torso del menor.
—Esta bien, Harry. No paso nada, mi celo termino, estoy a salvo— susurraba el irlandés como un mantra, pero no estaba ayudando
El rizado apenas se movió, todo su cuerpo estaba tenso y rápidamente comprendió: estaba violento, se sentía hervir y solo deseaba que su alfa tomara el control sobre Niall y sobre todo a si alrededor
