Este OS no es de como según mi imaginación Narry se escribió la canción, simplemente esta inspirado en ella, ojalá les guste
Y allí estábamos reunidos los cuatro, delante de la chimenea de casa de Louis: bebiendo vino y riendo como retrasados... aunque había alguien que no reía
–¿Todo bien?– me acerque a preguntarle
Harry me miro y con los ojos cristalizados asintió.
Sonreí triste y me gire a mirar el fuego que ardía delante; siempre había tenido este crush con Harry y pensé que con el descanso aquellos sentimientos se diluirían, que equivocado estaba; suspire
–Discúlpame Ni, es solo que estoy un poco cansado– dijo acariciando mi espalda, me tense rápidamente y asentí de nuevo.
Gire para mirar a Louis y Liam que se sacaban selfies sin poner atención en nosotros
–Para que toman tantas, igual salen horribles en todas– me reí
–Ya quisieras tener este rostro, inepto– respondió Louis enseñándome la lengua –¿Ya no hay pizza? ¿Qué demonios? Tragan como cerdos
–¿Tragan?– dijo Liam con el ceño fruncido –Tragamos querrás decir
–¡Esta bien! Todos... ahora si no les molesta iré por más pizza que aún tengo hambre
–Voy contigo– Liam salto de su lugar y siguió a Louis
–¡NO HOMO!– me burle
–¡Vete a la mierda!– gritaron al unísono
Sonreí de nuevo y gire mi vista a mi amor inalcanzable: tenía el cabello despeinado, su ropa casual se ceñía sobre sus muslos (mucho más considerado que estaba sentado como indio), una sombra oscurecía la parte derecha de su cara por lo que se veía pálido y sus labios temblaban ligeramente. Me arrastre hasta él y rodee sus hombros con mi brazo haciendo que respingara
–¡Carajo!
–Lo siento, no sabía que te asustaría– susurre alejandome
–¡No! Lo siento, tengo mucho en la cabeza
–No hay problema– sonreí incomodo y recargue mi cabeza sobre la mesita de centro, cerrando los ojos. Estaba quedándome dormido cuando el repiqueteo en las ventas me asusto
–Esta lloviendo– dijo Harry aún sin mirarme
–Me asusto– suspire –Me gusta la lluvia, pero no cuando el día es gris. Me gusta que llueva cuando hay sol por los arcoíris
–Supongo que sí– encogió los hombros mirando como la madera se consumía
Suspire cansado de su modo zombie y me gire completamente para mirarlo, me gustaba tanto que eta difícil concentrarme
–Ya dime, ¿qué te pasa?
Frunció el ceño y negó enérgicamente
–Harry, dímelo.– me acerque a él y cautelosamente toque su muslo, pero se retiro al instante. ¿Qué o quién le había provocado tanto miedo? Al grado de asustarse de mi, mi corazón se partió en mil pedazos pero lo intente de nuevo –Somos amigos, ¿no? Dime que pasa, ¿por qué andas de un lugar a otro? ¿por qué tienes miedo de mi? ¿de que huyes?.– acaricie su mejilla, apretó los ojos y pude ver que hizo un esfuerzo enorme para no apartarse
