Niall estaba aferrado con brazos y piernas a su alfa, mientras los castaños rizos le hacían cosquillas en la cara. Harry estaba cuidando de no dejar todo su peso sobre su pequeño pero nada frágil omega, aunque Niall no era frágil a Harry le encantaba mimarlo como tal y Niall no iba a negarle aquel placer a su amado
—Vas a— lengüetazo —estar— lengüetazo —bien cariño. Lo prometo— el menor susurro contra la suave piel blanca del irlandés
Niall se estremeció ante cada lengüetazo sobre su relativamente nueva marca, no iba a negar que aquello le aliviaba mucho el dolor pero el separarse tanto tiempo de Harry le estrujaba el corazón y eso dolía más. Habían planeado su marca una vez que Harry terminara su tour, pues el antes rubio no tenia planes de salir de tour por ahora, recién había lanzado su primer álbum solista, no quería apresurarse pues deseaba descansar y aunque quisiera, su tour sería mas pequeño; así podría pasar el todo tiempo colgado al pecho del ojiverde cual koala.
—No sé— gimoteo Niall arqueándose un poco para que su pecho tocara el contrario en un intento de llenarse de Harry en todos los aspectos posibles —Quiero que te quedes— hizo un puchero
—Yo también, quiero quedarme— paso de nuevo su lengua cálida sobre la cicatriz. Cada vez que hacía eso, se le llenaba el pecho de emoción y el estómago daba un vuelco: Era suyo, todo suyo, para siempre —Pero no puedo, pet—
—Haaaaarrryyyyy— sollozo Niall soltando su agarre y saliendo de debajo del cuerpo de Harry
Giro sobre su espalda hasta darle la espalda a un confundido Harry para luego llevar las rodillas hasta el pecho, como intentando protegerse del golpe mental que le resultaría estar lejos de Harry más tiempo del necesario justo cuando lo había marcado hacia escasos 2 días.
—Fuiste tu quien arruino el plan— soltó Niall, su voz resultaba amortiguada por las cobijas con que se había cubierto —Era un plan perfecto y yo no iba a sufrir la separación. Además, ¿que tal me da fiebre? y yo aquí, solo— gruño
A Harry no había cosa que le pareciera más linda que Niall fingiendo molestia
—Lo siento, ¿si? Me deje llevar— se levanto de la cama hasta rodearla y se arrodillo frente a Niall —Vas a ir conmigo, un par de fechas. Así la ansiedad estará a raya, ¿qué te parece?—
—¡¿Un par de fechas?!— el antes rubio salió de su escondite con la mayor cara de insatisfacción que el británico había visto —¡Tienes mas de 30 fechas y solo en Estados Unidos! ¡30! ¿Sabes lo que es eso? ¡Y ni siquiera estoy contando el resto de países que vas a visitar! ¡SON AL MENOS 12 MESES DE SEPARACIÓN Y, ¿QUIERES QUE ME QUEDE TRANQUILO?!—
Niall había saltado de la cama tan rápido que se había mareado, tanto que por un segundo se desorientó pero cuando miro a Harry con la espalda recargada sobre la mesita de noche con una pierna estirada y la otra flexionada donde descansaba su codo izquierdo, casi se va de boca. Pero estaba molesto y tenía que recordarlo
—¿Por qué no me quieres llevar? Dame una buena razón para que enfrente todo este proceso de ser tuyo... SOLO. Y si es una buena te juro que te dejo en paz— se abrazo a si mismo mientras se giraba para salir de la habitación. No podía con el olor de Harry, ese olor a chocolate y canela que lo descontrolaba, sabia que su alfa lo estaba haciendo a propósito y por eso tenía que huir antes de ceder
—No es que no quiera llevarte, Niall— Harry lo tomo por el brazo justo cuando Niall giraba el pestillo para salir de ahí.
Lo giro con brusquedad para luego atraparlo entre la puerta y su semidesnudo cuerpo, caliente y palpitante. Niall podia sentir la frustración de Harry y le dolía pero le dolía más que Harry se hiciera de oídos sordos a la ansiedad que azotaba al irlandés por la separación; después de todo estaban enlazados de por vida y ese era uno de los dones que venían en el paquete
