T/n Akashi admira desde lejos a sus dos compañeros de escuela, Koko e Inui. Sin darse cuenta se va involucrando al mundo de las pandillas poniéndose en riesgo.
Pero aún sabiendo los riesgos por nada del mundo va a separarse de sus chicos. Por qué a...
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Año 2005
Tan solo habían pasado tres días y ya me encontraba aislada del mundo, me alejé de todo. Cada vez me sentía con menos ánimos, con menos energía, lo único que disfrutaba hacer era recostarme en el frío suelo e ignorar mi alrededor. Senju no se involucraba, solo pasaba por la habitación para arreglarse para ala escuela y para tomar algo que necesite, el resto del día no entra y respetó que me esté dando mi espacio.
La misma noche que Inupe y yo terminamos no deje de llorar, llegué al punto donde me dolía la garganta y los ojos me ardían. No recuerdo a qué hora me dormí, pero al despertar tenía los ojos rojos e hinchados y grandes bolsas oscuras, me veía fatal. No quise ir a la escuela para evitar verlo, el día siguiente no fue y el siguiente tampoco.
Escuché pasos subiendo por las escaleras, continuaron por el pasillo hasta parar sobre la puerta, pude diferenciar que se trataba de Senju. A pesar de los leves golpes en la puerta no me levanté, tampoco respondí.
Senju: T/n la comida está lista... [No respondí] te esperamos abajo... De todos modos cuando te de hambre la puedes recalentar en el microondas.
Soltó un ligero suspiro, para después volver a bajar por las escaleras. Agarre la cobija y me enrede en ella pasando de un extremo de la habitación hacia el otro, me detuve al chocar en el escritorio, sin embargo, no me moví, de algún modo encontré comodidad.
Volvieron a pasar las horas, llegando la cena. Nuevamente Senju subió hasta la puerta pero en esta ocasión entro a la habitación.
Senju: deja de desperdiciar mi comida y baja a cenar.
Ni siquiera me molesté en abrir los ojos, o en dedicarle una simple respuesta, no vi que fuera necesario.
Senju: ¡Mierda T/n, ya estoy harta! ¡Haré algo al respecto!
Azotó la puerta echa una furia, no entendí a lo que se refería con "hacer algo al respecto" tampoco me importo mucho. Pero sabía que Senju estaba siendo muy molesta, sin ganas me levanté del suelo y fui a cerrar la puerta con seguro. Por lo menos así me dejará en paz. Volví a echarme en el suelo, apoye mi cabeza sobre mi brazo, exhale largo enfocándome en como mi cuerpo soltaba el aire. Me dormí.
Mis ojos se abrieron de a poco al escuchar los fuertes golpes contra la puerta. ¿Quién diablos era?
Koko: ¡Ábreme la puerta!
¿Qué estaba haciendo él aquí?. No tenía ánimos de verlo, ¿Qué iba a decir? ¿Con qué ojos iba a mirarlo?
Los golpes aumentaban cada vez más, empezaba a molestarme.
