Lin Yu no pensó que era sólo un suplente.
Cocinó una comida con sus propias manos, y con una llamada de Bai Yueguang, Fu Shiwen se levantó y se fue.
Fu Shiwen dijo: "An Cheng no está bien, voy a verlo, así que pórtate bien y no hagas un escándalo"...
Fu Shiwen abrió lentamente los ojos y vio la cara de pánico de Lin Yu, que estaba húmeda.
Extendió la mano y limpió las lágrimas de los ojos de Lin Yu.
—Estoy bien, no llores.
Lin Yu apretó la mano de Fu Shiwen, nunca se había sentido tan asustado, tanto que su corazón estaba a punto de salirse del pecho.
Lin Yu no podía soportarlo, ver una vez más a la persona importante de su vida, arrebatada por un accidente de coche.
Los párpados de Fu Shiwen luchaban, miró a Lin Yu con los ojos abiertos —Tengo un poco de sueño, quiero dormir.
La sangre carmesí brotó de la parte posterior de su cabeza, extendiéndose lentamente por el suelo como una flor demoníaca.
Lin Yu se tapó la boca y se ahogó, apenas pudo hablar con claridad —Señor, no se duerma todavía, le llevaré al hospital.
Fu Shiwen miró a Lin Yu y dijo lentamente —De acuerdo, no me voy a dormir.
Lin Yu sacó su teléfono móvil con pánico y llamó al número de emergencia.
Pero cuanto más nervioso estés, más probable es que cometas un error.
Fu Shiwen tenía mucho sueño, una negrura frente a sus ojos, y en un trance vio la cara de Lin Yu con los ojos llorosos.
—Ah Yu...
—Señor, espere, voy a llamar a una ambulancia, espere en...
Fu Shiwen abrió la boca débilmente —Ah Yu... vuelve...
Lin Yu estaba ligeramente aturdido, mirando la cara pálida de Fu Shiwen, asintió con lágrimas en los ojos —Mientras el Señor esté bien, estoy dispuesto a hacer cualquier cosa que quieras que haga.
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Fu Shiwen fue enviado a la sala de emergencias para su reanimación.
Lin Yu se sentó fuera, sus manos originalmente blancas y limpias estaban cubiertas de sangre, sus ojos estaban rojos e hinchados de tanto llorar, su pelo era un desastre, su ropa también estaba cubierta de sangre, parecía un desastre.
Xu Chun salió y le compró a Lin Yu una taza de leche caliente —Cuñada, come algo.
Lin Yu sacudió la cabeza, aunque sus labios estaban secos y blancos, no tenía ningún apetito.
Xu Chun dejó la leche a un lado y miró el quirófano con la misma preocupación.
La Señora Lan y el Señor Fu se apresuraron a entrar.
—¿Dónde está Shiwen?
—Tía, el hermano está siendo reanimado en la sala de emergencias.
