Capitulo 28

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- ¡Buenos días, Inkwell! - Saludó Announcer desde la TV - Es un excelente día para que darse en casa, pues nuestros pronósticos promueve mucha lluvia para la gran parte de la tarde. -

Mientras Bombón checaba unos papeles, Cuphead miraba la TV buscando algo para poder entretenerse, pero no había nada que le gustase, por lo que la apagó.

─ ¿Terminaste? ─ Preguntó Cuphead.

─ Todavía no. ─ Respondió Bombón.

Cuphead se asomó por una ventana para contemplar la lluvia, no era de ese tipo de lluvia que te permitía salir a caminar, eran de las que caen como chorros del cielo y se estampan contra el suelo.

Era una lluvia implacable que en ese momento estaba convirtiendo el Jardín del Castillo en un esposo lodazal de caramelo, Cuphead se recostaría en un sillón.

Bombón se percató de como su novio se revolvía en ese mueble roda, sabía que se encontraba absolutamente aburrido, así que sacó algunas cosas de un cajón.

─ Querido ven aquí. ─ Lo llamó desde su escritorio, a lo que Cuphead a paso lento se le acercó.

─ ¿Ahora sí terminaste? ─

─ No, pero pensaba que podía ir a explorar el castillo mientras que terminó con estos papeles. ─ Sugirió Bombón ─ Mira aquí tienes una cuaderno y un lápiz, cuenta las puertas y ventanas. Apunta las cosas que te puedan parecer interesantes. ─

─ ¿Puedo ir a cualquier sitio del Castillo? ─

─ Con la condición de que no hagas ningún estropicio y no toques nada. ─

Cuphead lo pensó detenidamente para luego tomar el cuaderno y el lápiz, y se dedicó a explorar el castillo.

Encontró una habitación llena de cuadros de la Descendía Pasada de Bombón, incluso pudo encontrar uno donde ella aparecía con toda su Familia (Padre & Madre).

Se paseó por la Sala del Trono en donde aprovechó que no había nadie y se sentó en la Silla Real de Bombón por un rato, simulando que era ella.

Contó todas las ventanas que pudo ver: Ciento Sesenta y Uno. Contó todas las puertas que encontró: Ciento Cincuenta y Cuatro.

De las 154 puertas que encontró, 120 abrían y cerraban normalmente, mientras que las 30 puertas restantes estaban cerradas con llave.

Descubrió un Almacén lleno de enormes Barriles de Vino de Manzana Acaramelada, del cual no dudó en servirse un poco en un tarro, pero luego no pudo parar de beber.

─ ¡Cuphead! ¡¿En dónde estás?! ¡Cariño! ─ Gritó Bombón buscándolo por los pasillos, hace rato había terminado con esos papeles y ahora estaba buscando a su novio.

─ ¿Alguien ha visto a Cuphead? ─ Preguntó Bombón a un grupo de Rómpemelas que iban en sentido contrario a ella.

─ Lo vimos ir abajo. ─ Respondió uno de ellos.

─ ¿Abajo? ¿Al Subterráneo del Castillo? ─

Las Rómpemelas asintieron, Bombón les daría las gracias y se iría corriendo apresuradamente a dicha parte del Castillo.

Solamente habían dos cosas abajo: El Calabozo y el Almacén de Vinos del Castillo, pensó que lo más probable es que estuviera en la segunda sala mencionada.

Al abrir la puerta pudo encontrarse con varios tarros por el suelo con gotas del vino que de contenía en aquellos Barriles Gigantes que ocupaba la gran habitación.

─ Lo suponía. ─ Mencionó Bombón mirando a Cuphead tumbado en el suelo mientras sostenía un tarro lleno a la mitad de vino.

─ Ahora debo echarle llave a esta habitación. ─ Bombón cargaría a Cuphead en sus brazos como si se tratara de un bebé y saldría del Almacén cerrando con llave.

No podía molestarse con éste, pues en más de una ocasión ella había hecho lo mismo, así que simplemente mandaría a alguien para que limpiará aquel desastre.

30 Días CupbonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora