Prohibit

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2005

La sensación de asfixia no la abandonaba. Podía jurar que le faltaba el aire a pesar de no tener ninguna condición médica que lo justificara. Hasta ese momento, jamás había deseado negarse tanto a algo, y a su vez la impotencia era una piedra que hundía su pecho y no la dejaba respirar.

''No.''

Era tan simple.

''No quiero.''

''No puedes.''

Las palabras eran pocas, sencillas, fáciles de pronunciar. Pero no salían, estaban atoradas en su garganta y le cortaban el aliento. Formaban una cadena echa del material más pesado que la rodeaba del cuello y la tiraban a ella y a sus ganas de resistirse por un abismo sin fondo.

— No puedes ver de nuevo a Kanroji. — fueron sus palabras. Envidiaba la manera en que él decía que no con tanta facilidad, el cómo podía prohibirle así de que fácil que no volviera a contactarse con su mejor amiga de toda la vida. El cómo le prohibía cosas con una firmeza que no daba lugar a replica. La ropa que no debía usar, la forma en cómo debía actuar, lo que no podía ver o leer, y hasta las personas con las cuales podía relacionarse.

Y ella obedecía.

Sentía que no le quedaba de otra. Después de todo Douma la amaba, y estaba segura de que no habría otra persona que la amara tanto cómo él.

¿Cierto?

Kanroji le había presentado a un amigo de ella, un chico de nombre Kyojuro, guapo y encantador, y también gay. El novio de este, Akaza, la reconoció de inmediato, mencionando que era un conocido de Douma y que este le había enseñado unas pocas fotos de ella y le comentó que no entendía porque nunca los había presentado.

Ella sí que entendía, pero no lo mencionó.

Sabía que Akaza luego le había hablado a Douma acerca del encuentro, sabía que no había dicho absolutamente nada que pudiera malinterpretarse, pero para Douma fue suficiente.

— ¿Cómo crees que te dejaré juntarte con una chica que anda presentandote hombres? Eso sí que no Shinobu.

— Ellos no se interesarían en mi, son pareja, Douma.

— Te lo he dicho Shinobu, no se pude confiar en los hombres. Yo soy la excepción para ti. Así que no, no la volverás a ver. ¿Comprendes?

Shinobu asintió, sintiendose más impotente que nunca. Y recibió cómo respuesta una sonrisa, un beso en los labios y caricias en la espalda.

Prefirió dejarse llevar y retener las lágrimas.


2010

Se encontraba frente al espejo, observando con detenimiento su figura vestida con una falda que le llegaba a mitad del muslo, una blusa escotada y una chaqueta negra, además de las sandalias de tacón bajo para caminar con comodidad. Le gustaba cómo le quedaba el atuendo. Cuándo alzó la mirada de sus zapatos y observó nuevamente el espejo, Giyuu la veía apoyado en el marco de la puerta.

Un ligero escalofrío le recorrió la espalda debido a al pequeño susto que le provocó verlo aparecer de repente, eran de esas cosas con las que todavía no aprendía a lidiar. Y luego se preguntó que diría de su ropa. Tal vez que mostraba demasiado, o que la falda era muy corta. Pero al verlo sonreír, se forzaba a sí misma a recordar quien era la persona con la estaba ahora.

''No es él.''

— Te ves preciosa. — escuchó que le decía, su voz suave y masculina lograba traerle un confort que no podía comparar con ninguna otra cosa, así que le sonrió en respuesta y se volteó para verlo mientras el se le acercaba para luego llevando una mano a la mejilla de Giyuu y dejar caricias en esta.

— ¿Realmente lo crees?

— Sabes bien lo que creo. — inconscientemente tragó duro, porque esa frase la había escuchado varias veces salir de la boca de otra persona, pero no para decir algo bueno. Pero de nuevo, no era esa persona, ''Es Giyuu''.— Te ves hermosa con todo lo que te pongas, nunca me cansaré de decirtelo.

— ¿No te molesta que me ponga esta falda, o que no sé, pase tiempo con otros chicos? Pensé que me dirías que no debería vestirme así.— a pesar de todo tenía que preguntar, necesitaba asegurarse, escuchar las palabras correctas que le sirvieran de ancla y que le confirmaran que su vida en ese momento no era un sueño. Lo vio arrugar el entrecejo y torcer ligeramente la boca, pero luego llevó una mano de sus manos hasta la cintura de Shinobu e hizo un lento recorrido bajando por su trasero y por sus piernas hasta el borde de la falda, inclinándose a su vez hacia ella para besarla.

— ¿Cómo podría molestarme cuándo te ves tan sexy y bonita? Y Shinobu, no te voy a prohibir ni voy a decidir que ropa puedes ponerte, jamás, y con respecto a con quien pasas tu tiempo, tampoco puedo prohibirtelo a menos que considere que sea alguien peligroso. Confío en ti, y sé que siempre me dirás las cosas importantes. Además, puedes decirme cuándo no quieras hacer algo, sabes bien que no me voy a molestar.

— Te amo. — fue lo único que atinó a decirle, cuándo Giyuu ya estaba inclinandose sobre ella para besarla de nuevo, esta vez con más intensidad, casi empotrándola contra el espejo. Shinobu tuvo que obligarse a sí misma a separarse del beso y sonriendo burlona le comentó. — Ya que lo mencionaste, no quiero que me andes toqueteando cuándo tengo que salir, me haces llegar tarde.

— Aguafiestas.


Real Love Doesn't Hurt (GiyuuShino)Where stories live. Discover now