━Y por todo ese cariño que te tenemos, Rodrigo ━dijo mi padre, radiante con su traje negro que fue especialmente hecho para la ocasión━. Queremos que formes oficialmente parte de esta familia. Así que este es nuestro regalo de cumpleaños, la mano de...
˚₊· ͟͟͞͞➳❥ Esta historia no incluirá modismos argentinos.
˚₊· ͟͟͞͞➳❥ Rodrigo top
˚₊· ͟͟͞͞➳❥ Iván bottom
˚₊· ͟͟͞͞➳❥ Está historia adaptada está con el fin de entretener, no permito comentarios fuera de contexto, dedicado para las personas que les gusta este bromance.
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Dejé que Iván y Daniel siguieran de amigos en la piscina, en cuanto a mí, fui directo al bar del hotel y pedí el trago más fuerte que tuvieran. Quemó mi garganta como si fuera fuego lo que estaba bebiendo, pero no era nada comparado con la vergüenza que sentía.
Se suponía que era mi luna de miel con Iván, no entendía por qué Daniel tuvo que venir a arruinarlo todo. Era mi amigo, gracioso y un chico estupendo, pero no era el momento más adecuado para venir a "animar las noches", de eso me podía encargar yo sin ayuda de nadie.
De pronto, mientras bebía, sentí una mano delicada en mi hombro. Supe de inmediato que no era Iván, el sólo iba y me gritaba, o me golpeaba en el hombro o cualquier tipo de cosa infantil qué por más años que pasáramos juntos, nunca dejaría de hacer como si fuéramos los mismos niños de ocho años.
Giré mi cabeza lentamente y me encontré con una chica rubia , con ojos muy profundos y bonitos. Sin embargo, era muy femenina y seductora, no tenía la gracia y simpatía que desbordaba mi esposo.
— ¿Qué hace un chico como tu bebiendo a estas horas? ¿Quieres que te acompañe? — debía tener más de veinte años, se le notaba en la mirada y en la voz. Además parecía dispuesta a todo para que le invitara una copa.
No me apetecía hablar con ella, pero tampoco estar bebiendo solo como un condenado horas después de bajarme de un avión, así que no reclame cuando ella se sentó en una silla que estaba a mi lado.
— ¿Cómo te llamas? — me preguntó. Me miraba de arriba abajo, analizando la ropa cara que la madre de Iván me había regalado para el viaje. Seguro pensaba que era su día de suerte.
— Alex — mentí —. Alex Fernández.
Fernández es el segundo apellido de Iván, no creía que se enojara si tomaba prestado su apellido para burlarme de una cualquiera por unos minutos. Estaba seguro que si fuera por Iván, me hubiese regalado encantado su identidad, le fascinaban este tipo de bromas.
— Yo soy Jennifer Salas — trate de disimular mi asombro lo mejor que pude, a veces para esas cosas era bastante bueno, para ocultar mis sentimientos.
Me dijo su nombre sin habérselo preguntado.
— ¿No eres de aqui, Alex?
— No, soy de México — cada vez se acercaba más hacía mi y recargaba todo su pecho sobre el mesón del bar, su escote resistía todo lo que podía por no reventar frente a mí.
