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Verdaderos problemas


— ¡Naoki! Al fin hay buenas noticias.

El junior sacó una libreta y buscó entre las hojas.

— Se ha hecho otro reporte acerca de la localización de un pez gordo.

Miró expectante al detective, al no haber respuesta siguió con lo que había conseguido de su investigación.

— Me informaron que ya van más de 14 cadáveres encontrados en distintas partes de la ciudad, solo han pasado una semana desde la muerte de...

— . . .

— Puede que esta nueva identidad se convierta en el héroe de la ciudad, ha logrado en poco tiempo la disminución de porcentaje de robos y varios delitos ¿No cree que son buenas noticias?

Kenzo dijo determinado, las personas al rededor se pararon para escuchar la conversación.

— ¿Todavía piensas que los villanos merecen vivir? Naoki, respondame sinceramente.

Entonces hubo un silencio.

Kenzo sintió una gran presión en el hombro, Silke estaba detrás de él con la mirada furiosa. La chica de cabello rosa le dio una sonrisa al detective y arrastró a Kenzo hasta el estacionamiento, ahí Silke le dio una cachetada.

— Que seas novato no te da derecho a ser tan estúpido ¿no sientes pena? Él perdió lo único que le quedaba.

El junior, que ahora estaba en el piso rió fuerte.

— Ahora todos los ciudadanos pueden vivir seguros, es una vida por la de miles, en esta vida siempre hay sacrificios. Especialmente en este trabajo.

Kenzo recibió una patada en la boca, su cabeza se estrelló contra el suelo y quedó inconsciente.

Continuará...

« El complejo del héroe »

El beta había salido a comprar su despensa, tenía tres días comiendo lo mismo, entonces ya era hora de hacer las compras.

Mientras agarraba los productos, su mente estaba pensando en el anime que le había encontrado hace dos semanas. Aunque estaba perturbado a más no poder, la trama le había parecido interesante.

Por distraído, el carrito de una señora chocó contra su cadera.

— Perdón...

— Ten más cuidado, jovencito.

La señora con canas lo miró feo.

Siguió caminando para meterse por otro pasillo. Si era honesto, llevaba un tiempo sintiéndose observado, pero pensaba que lo estaba imaginando.

Tal vez era porque no estaba durmiendo bien... No, él no estaba durmiendo bien porque sentía que lo estaban mirando.

De pronto escuchó a varios señores gritar "Hey, no puede hacer eso", no tardó mucho para que un ruido muy fuerte de metal chocando y cosas rompiéndose por el impacto lo aturdieran. Valentín como todo joven chismoso regresó en sus pasos para poder ver que fue lo que había pasado.

— ¡DETENGAN A ESE MUCHACHO!

¡Era la señora con la que había chocado antes! La pobre estaba en el suelo sosteniendo su espalda, logró ver al culpable corriendo a toda velocidad hacia la salida.

Perdón, persona equivocada-Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum