¡Te encontré hermanito! —exclamó Kurama desde el aire con una sonrisa demente y escalofriante.

—¡A la mierda! —Naruto chilló como niña esquivando un coletazo de las nueve colas de Kurama, que se habían unido formando una cola mucho más grande, mientras destruía el suelo y levantaba polvo.

Con un pequeño gruñido, Kurama salió disparado desde la cortina de polvo mientras creaba un pequeño hueco de entre todo el polvo. Su mirada se desplazó por los alrededores por una fracción de segundo antes de comenzar a moverse como un animal cazando a su presa.

En cierta parte del bosque, un Naruto sangrante se encontraba con una mano en un árbol que lo ayudaba a mantenerse de pie, su cuerpo estaba soltando humo en grandes cantidades. Chasqueando sus dientes, Naruto miró con cierto enojo la lentitud con la que sus heridas sanaban.

Es molesto que alguien tan poderoso como yo fuera reducido a esta mierda. Pero no importa, esto significa más diversión para mi, de esta manera algunos humanos pueden darme batalla y algo de entretenimiento —reflexionó Naruto con una sonrisa de emoción.

¡Naru-Chan! ¡Te encontré! —exclamó Kurama como una clase de demente llenó de locura.

—¡Púdrete Kurama! ¡Acordamos que nunca me llamarías de esa manera! —gritó Naruto tirándose al suelo para evadir un zarpazo que destruyó el árbol hasta reducirlo a simples astillas.

¡Es mi venganza! —exclamó Kurama disparando una bola de fuego que dejó anillos de fuego en el aire mientras se movía con gran velocidad hasta impactar con la espalda de Naruto, quien no consiguió tirarse al suelo a tiempo y recibió el ataque de llenó, causando una explosión.

—¡Cough! ¡Cough! ¡Eso es todo! ¡Eres una maldita zorra! —Naruto se levantó lo más rápido que pudo para después soltar una patada giratoria que fue evadida por Kurama, quien uso su pierna como trampolín para saltar en dirección de su cara e impactar una patada doble con sus patas traseras al girar en el aire y golpear en todo el mentón a Naruto, elevándolo en el aire por varios metros hasta que simplemente cayó en el suelo en un pequeño cráter.

¡Naru-Chan, no seas grosero! —exclamó Kurama con una sonrisa enorme por ver la clara furia en la cara enrojecida de Naruto.

¡Te odio Matatabi! ¡Maldita hermana incestuosa con tendencias sádicas! —pensó Naruto soltando un gruñido de dolor mientras se levantaba con lentitud del suelo.

Había una razón por la que Kurama lo llamaba de esa forma, y eso se debía a cierta gata de dos colas. Un cierto incidente había ocurrido hace varios siglos, Naruto estaba entrenando solo y por accidente había soltado una mala palabra, y para su mala suerte, Matatabi fue quien lo había escuchado. Ella fue quien le comenzó a llamar "Naru-Chan" desde que era demasiado pequeño, y bueno la cosa con ella es que siempre era muy rara alrededor de Naruto, según el viejo ella era una Brocon o simplemente alguien con un complejo de hermano obsesivo.

Pero cuando había escuchado a Naruto soltar una palabrota, lo castigo con unas buenas nalgadas en su trasero desnudo con unas garras muy afiladas y una mano llena de flamas ultra calientes. Naruto recordaba vívidamente el dolor y ardor que sintió por esas nalgadas, Matatabi no estuvo convencida del todo cuando el rubio prometió no volver a decir una palabrota, así que para estar segura, le lleno la boca con jabón y se la talló con sus garras calientes. Basta con decir que desde ese día, Naruto pareció no ser el mismo por la forma recta y formal en la que se comportaba cuando Matatabi aparecía.

También había tenido un severo trauma por la forma en que Matatabi lo llamaba, "Naru-Chan" fue un recordatorio de todo lo que le hizo por decir una mala palabra. Y también, fue un recordatorio del como Matatabi prometió que ella sería con quien tendría sus primeros hijos y con quien alguna vez pasaría la eternidad a su lado. Seriamente estuvo con muchos problemas para dormir por sentirse vigilado en cualquier momento, ya sea en su dormitorio o en la ducha, aunque no hubiera mucho que ver(Ya que en esa época Naruto no tenía pene y solo era un ser sin género como sus hermanos), pero eso no quitaba que tuviera miedo de lo que le podría pasar.

JūbiWhere stories live. Discover now