Capitulo 3

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Una pelirroja voluptuosa y de una inmensa belleza caminaba por las oscuras calles de un pequeño pueblo. Estaba buscando por todos los rincones a su presa definitiva, alguien lo suficientemente poderoso, guapo y de una cantidad exorbitante de resistencia física.

Y parece que encontró a dicha presa. En un bar bebiendo cantidades inmensas de licor, lo suficiente como para dejar en coma a un Uzumaki puro, y viniendo de ella eso era un logro divino. Rubio, ojos azules, cuerpo balanceado con suficiente músculo para una buena cantidad de fuerza pero también delgado para la velocidad, y su rostro, Oh, su hermoso rostro la dejo embobada. Parece que hoy era su día de suerte. Una sonrisa torcida llena de pura malicia y lujuria hizo acto de presencia en sus labios.

Con pasos calmados se fue acercando a este rubio semental, un balanceo en sus anchas caderas atrajo la atención de algunos civiles que no paraban de darle alguna que otra mirada, y no era para menos ya que llevaba consigo un vestido corto de color vino ajustado que apretaba su figura envidiable, junto a un par de tacones rojos.

—Hmp, pequeñas basuras, solo pueden ver pero nunca en sus miserables vidas podrán tocar mi cuerpo hermoso —pensó la pelirroja mientras continuaba su viaje hasta quedar frente a la entrada del bar en el que se encontraba su próxima víctima. Abriendo la puerta sin un solo sonido, entró con sus ojos vagando por los alrededores y fijo su vista en el rubio sentado en una mesa solo, con una expresión de melancolía y tristeza.

Esto no podría ser más perfecto, los hombres son más vulnerables cuando necesitan consuelo y este adonis rubio necesitaba mucho consuelo por lo que veía. Admirando un poco más el cuerpo bien trabajado del rubio se relamió un poco los labios. Viendo que no llamó la atención de muchos, comenzó ha acercarse a el rubio melancólico mientras sonreía suavemente. Llegando a su lado tomo asiento mientras colocaba su mano suave sobre la de él rubio, quien se sobresalto un poco por el repentino contacto físico que lo saco de sus pensamientos.

Naruto volteo la mirada hacia una chica pelirroja que le sonreía suavemente. Estaba un poco nervioso, había bajado la guardia por estar en el carril de los recuerdos y esta mujer lo había sorprendido. Tal vez se estaba oxidando..... Un momento..... Para un ser inmortal como él, la capacidad de que sus habilidades se oxiden, ¿Eso era siquiera posible? bueno, por lo que había visto en su cuerpo, algo como eso era imposible desde que recibió las marcas de Luna y Sol de su padre. Pero eso no importaba, se estaba desviando del tema. Esta mujer le daba una vibra escalofriante, como si solo quisiera llevárselo a un cuarto para poder tenerlo encadenado y romper cada hueso de su cuerpo, para después ir cortando su piel poco a poco, para terminar siendo violado.

¿Qué mierda fue eso? ¿Acaso estaba siendo muy paranoico?, descarto las preguntas y atribuyo ese sentimiento como algo que sufría su mente por la pérdida de su querido hijo, si se hubiera puesto a reflexionar sobre esto, sabría que en realidad fue su detección de emociones y estaba percibiendo toda la oscura malicia de esta mujer, y cuando lo supiera ya sería demasiado tarde. Sonrío un poco mientras miraba directamente a los ojos de esta mujer, que eran de un violeta muy intenso.

—¿Algo que se le ofrezca bella dama? —preguntó el rubio con su suave voz provocando un intenso rubor en la mujer.

—Oh nada realmente, solo estaba de camino a mi hogar cuando te vi muy solitario y triste, así que me dije porque no ayudar a este pobre hombre a que se desahogue un poco..... ¿Me acompañas? —cuestiono pestañeando con sus ojos de una manera coqueta.

Naruto sonrió sin humor. Pero tal vez esto era lo que necesitaba para deshacerse de su dolor, y dijo las palabras que dejarían su cordura en el vacío—. Claro, porque no. Guía el camino preciosa.

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