through paris ━━ chat noir x trans!male

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cursiva = español
normal = francés

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Oh, no.

Oh, no, no, no, no, no.

Se estaba mareando. ¿Justo ahora? Es decir, es normal en él marearse seguido, pero justo ahora es el peor momento. Necesitaba llegar a casa lo más antes posible para no tener algún posible daño.

— Oh, maldición. Okay, espera aquí, iré a ver si alguna tienda está abierta. — La única manera de hacerlo sentir mejor, eran los dulces. Nico sufre problemas de presión, eso era malo.

Nino sale corriendo y deja Nico solo, asustado y vulnerable. Suspira y se apoya contra la pared, con los ojos cerrados. Pronto escucha gritos y golpes.

— Meow, my lady, ¡ahí te va! — Chat con su bastón empuja al villano, haciendo que este pierda el equilibro y se balancee hasta donde se encuentra Ladybug.

Ella sonríe. — Gracias, gatito. — Con su yoyo lo intenta atrapar, pero el villano parece enojarse mucho más.

— ¡PARÍS SUFRIRÁ LO QUE NUNCA HA SUFRIDO GRACIAS A TI, LADYBUG!

Sus ojos se abren de golpe. Ladybug. Ese era el nombre de la superheroína que protegía París. Se escuchó demasiado cerca, muy. Su corazón se aceleró por mil y se separó de la pared, casi cayéndose.

— Mierda. — Susurra, al borde del llanto.

Chat es empujado por el villano, siendo arrastrado por el piso por culpa del impacto. Quedó bobo por unos segundos, escuchando y viendo borroso, con poco control sobre su cuerpo.

Estaba a punto de dejar que sus ojos se cierren, hasta que, de algún modo, divisó la figura del hermano de su mejor amigo.

Nico.

Sus ojos se abrieron y su corazón empezó a latir con fuerza. Como si tuviera un sexto sentido, gira la cabeza hacia donde hace un minuto se encontraba con Ladybug luchando un villano.

El oji-verde abre de más sus ojos, viendo como tres autos iban directo hacia el azabache. Su corazón parece detenerse pero a la vez latir más rápido, su piel se pone de gallina y su cuerpo se paraliza por un segundo.

— ¡NO! ¡NICO! ¡NO! — Grita. Extendiendo su barrote para llegar más rápido hacia él e intentar evitar que salga lastimado.

El azabache grita, paralizado, cerrando los ojos; y el corazón del oji-verde se detiene de nuevo.

Pero el impacto nunca llegó, así que Nico abre sus ojos lentamente. En frente suyo hay una cabellera rubia. ¿Adrien? No, no era él, porque este tenía ropa negra y ajustada, junto a unas orejas de gato.

Chat Noir.

El héroe enmascarado golpea los autos con su bastón, protegiendo al chico detrás suya. Estaba lastimado, le dolía todo el cuerpo por el muy reciente impacto, pero no podía dejar que algo le suceda al hermano de su mejor amigo, nunca se lo perdonaría.

— ¡Chat! — Su compañera llama.

Antes de irse, se voltea para ver al chico con los ojos casi cerrados y sosteniéndose de la pared. Lo examina por un segundo y finalmente va junto a su compañera para vencer a este villano de una vez por todas.

•

— ¿Seguro estás bien? — Emilia pone una mano sobre el hombro de su hijo, quién tenía la mirada fija en la mesa hace ya varios minutos.

Ella suspira y mira a su otro hijo, quien le asiente y lleva a su hermano menor a su habitación.

— ¿Quiénes son Chat Noir y Ladybug? — La repentina pregunta de Nico lo impacta y por unos segundos comienza a tartamudear sin saber que responder.

— Pues, son los héroes de París.

— ¿Héroes?

Nico suspira y agarra la silla del escritorio. Nico se sienta en la cama y él en la silla que puso frente a él. Entonces ahí Nico le empieza a explicar toda la locura mágica que era París diariamente.