Ella no coqueteaba, los de su familia por alguna razón siempre son malos en ello. Y no, no era una excusa, podía jurarlo.

-¿Me acompañas a montar guardia?- La Omega batió sus pestañas, luciendo segura de su apariencia. Su instinto básico Alfa estaba emocionado, reconociendo el buen espécimen que se le insinuaba, pero no, Yen Yen no era la Omega que le gustaba.

-Basta, eso no es parte de mi trabajo. Deja por favor de intervenir.

-No necesitas ser agresiva, estoy obviamente coqueteando- La Omega gruño frustrada, pero la cazadora no se estaba creyendo el cuento. Aunque fuera verdad, tenía el suficiente amor propio para no conformarse con ser una segunda opción.

-Y tú, no tenías que exhibirte cuando obviamente te estoy rechazando- Sus palabras sonaban crueles, lo aceptaba, sin embargo, algo no era honesto en toda esta interacción.

-De acuerdo- Yen Yen le dio la espalda, alejándose para montar guardia a una distancia prudente.

Hana por su parte, se quedó en el mismo lugar, alejando con un sutil meneo de mano, las venenosas feromonas de Gineta, que casualmente esparció la Omega. La razón por la que es capaz de verlas, es porque deliberadamente las busco con la ayuda de un hechizo, de otra forma se lo habría perdido.

Por precaución siempre usaba tapones hormonales en su nariz, pues espiando sería desastroso perder el control, por lo que esquivó la manipulación fermonal. Ahora el problema era que las guardias Omegas de su propio Clan, parecían ser sospechosas en este momento.

No importaba en que estuvieran los Líderes, tenía que informarlo.

...

Dentro de la cabaña, los cuatro cambia-formas llenaban sus estómagos, porque por parte de Jimin, ya era incapaz de concentrarse con los calambres de hambre en su abdomen. Estaba devorando bolitas de arroz empanadas en caldo, cuando Namjoon dejó a un lado su plato.

-Gracias por la comida- Jungkook le dedicó una mirada irritada al diplomático, sin dejar de masticar su jugoso trozo de carne.

-Acá no se consiguen Mumurus- Renegó el cazador, comiendo sin ánimo. Eso logró irritar más al guerrero, que tapó su plato, al parecer ya sin apetito.

-Has gastado mucha energía hoy Jungkook, no te saltes la cena- Aconsejo Namjoon, como si fuera a ser bien recibido.

-La terminaré más tarde- Respondió el guerrero, apretando los dientes.

-Si queda muy encima de la hora de dormir, te dará indigestión- Intervino el Omega.

-Está bien, deténganse, eso no importa. Namjoon ya puedes decirnos qué pasó con nuestro amigo- Jimin no iba a intervenir en esta discusión, aunque creyera que era algo terco por parte de Jungkook, aferrarse a una amistad de cuando tenía menos de cinco años.

-Bueno, yo me había acercado a este clan justamente porque estaban en guerra, pensé que sería fácil tomar la energía de algunos caídos en batalla- Namjoon suspiro al terminar esta oración, parecía avergonzado mientras el guerrero lo miraba con rabia. -Sé que es un acto cobarde.

-Al menos lo aceptas- Refunfuñó Jungkook, tratando de relajar la postura.

-De donde vengo no se habla de honor o valentía, en ese momento no pensé que fuera algo malo. Estuve por años bajo la tutela de mis familiares mil pieles, y mi objetivo de conseguir la piel de un Leopardo de las nieves, fue mi segunda misión en solitario- El tono de Namjoon no buscaba excusarse, sino relatar los hechos como tal.

-Y me confié, pensé que con la cantidad de Dones con los que contaba, podía hacer frente a cualquier contratiempo. Pero subir hasta la cima de esta montaña fue horrible. No tenía ninguna piel para soportar tan bajas temperaturas, menos el físico adecuado para soportar la presión de escalarla-El diplomático parece estremecerse ante el recuerdo. -Fui bastante tonto al lanzarme de cabeza de esa forma...podría haber muerto en la nieve, hasta que vi entre los fuertes vientos llenos de nieve, la pequeña figura de un cachorro de Leopardo, saltando sobre la nieve sin ninguna dificultad.

Me convertí en un cambia-forma Omega al ir a otro mundo /Jimin/Y.GxN.JxJ.KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora