- Capitulo 1 -

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Erik a veces se preguntaba seriamente, si tendría alguna especie de imán invisible, que fuera el culpable de que siempre terminara rodeado de gente irritante y estúpida. La mayor parte de su vida fue así, empezando con el desgraciado de su padrastro, que tras la muerte de su madre, paso a hacerse cargo de su custodia. Vivir con ese hombre había sido todo un infierno, nunca perdía la oportunidad de menospreciarlo, usando unos bonitos y decorativos adjetivos ofensivos cada vez que lo llamaba, obligándolo a realizar tareas de limpiezas por demás absurdas y tediosas solo para molestarlo. En una ocasión, su padrastro se atrevió a ofender la memoria de su madre, en venganza Erik pincho los neumáticos de su automóvil, seguido de unas finas ralladuras a un costado, hechas con un desarmador de bolsillo, arruinando la perfecta capa de pintura, que el hombre cuidaba con tanto recelo. Ese mismo día su padrastro estallo en ira y aunque lo que mas deseaba en ese instante, era estampar la cabeza de Erik contra la pared mas cercana, no lo hizo, el sujeto era estúpido, pero no tanto, sabia que si se atrevía a tocar a Erik, podría perder los bienes que tenia a su cargo, terminando envuelto en líos legales.

Para cuando cumplió la mayoría de edad, su padrastro no tardo en echándolo a la calle, por suerte Erik tenia los recursos para mantenerse por su cuenta, no tardo en encontrar un lugar donde quedarse y se concentro en ser admitido en la universidad. La última noticia que tuvo de su padrastro, fue que el hombre había muerto ahogado en whisky barato, de no ser por que se encontraba a cientos de kilómetros de distancia, Erik seguramente habría vuelto hasta allí, solo para poder bailar sobre su tumba.

Los siguientes años pasaron sin pena ni gloria, compañeros de piso fastidiosos, fiestas interminables, amnesia temporal por exceso de alcohol, exámenes finales, una que otra noche de sexo ocasional sin compromisos, pero ninguna cara que valiera la pena recordar. No fue si no hasta su ultimo año, que se topo con este singular personaje llamado Charles Xavier, que con su encantador acento ingles, se paseaba de un lado para el otro por todo el campus, sonriéndole cada vez que lo veía, con una sonrisa amplia y sincera. Al principio Erik no sabia como sentirse al respecto, una parte de él desconfiaba, otra sencillamente creía que el sujeto debía estar bastante confundido, siendo su primer año ahí, seguramente todavía no escuchaba acerca de su reputación, por que si, Erik ya era conocido por muchos, aunque no por razones muy positivas.

Lo que sucedió después, no sabía bien como explicarlo, una noche cuando regresaba a su habitación, término atrapado en el ascensor por una falla de energía temporal, dejándolo con tan solo la compañía de Xavier, quien termino encerrado junto con él. Xavier sin dudarlo, inicio una conversación entre ellos y aunque al principio le resultaba difícil mostrarse amable con el otro, poco a poco, dejo caer su barrera, no recordaba el numero de veces que termino actuando como un idiota frente al otro, sin saber bien como comportarse, mentalmente se repetía que no era culpa suya, si no de los brillantes ojos azules que poseía Charles, que lo distraían.

Un par de semanas, luego meses y terminaron volviéndose una especie de mejores amigos, sin embargo Erik pensaba que al terminar el año cada uno tomaría caminos distinto, perdiendo contacto y olvidase de la existencia del otro. Sabía que eso pasaría, por que siempre era de la misma forma y no existía razón para que esta vez fuera distinto.

Pero lo que Erik todavía no sabia, es que Charles no estaba dispuesto a dejar ir su amistad así de fácil. No solo se mantuvo en contacto en todo momento, también término haciéndole varias visitas regulares en su nueva casa, estuvo con él incluso la noche que consiguió el puesto de trabajo que tanto quería, celebrando la noticia con un par de cervezas. Y todo eso, hasta llega a este momento incomodo en el que ya no podía negar lo mucho que le alegraba que Charles siguiera formando parte de su vida.

Erik no era una persona de muchas palabras, ni de muchos amigos, por lo que resultaba en todo un acontecimiento, digno de ver y enmarcar como prueba para las futuras generaciones, de que Erik Lehnsherr había sido capas de mantener una amistad sana y duradera con otro ser humano. Charles era una persona llena de virtudes, inteligente y por demás paciente, sin importar cuantas veces se lo cuestionara así mismo, Erik nunca encontraría la razón del por que Charles había elegido mantener su amistad. Quizás en algún futuro cercano se lo preguntaría directamente.

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⏰ Última atualização: May 04, 2015 ⏰

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