Los Cholos También Se Enamoran [luckity]

bromita

Luzu despertó con una cruda de la chingada después de lo borracho que se puso en la boda de la prima de su novio, el cual estaba dormido abrazandolo súbitamente con una pierna sobre el, luzu por otra parte le estaba acariciando el pelo mientras lo miraba como si fuera la cosa más hermosa del mundo pero también tratando de recordar que mierda hizo a noche

–lusuu– llama el menor entre el sueño y la realidad aún aferrado a la camiseta del mayor

–shh duerme quacks– susurro luzu para que no se despertara, eran las once de la mañana lo cual era muy poco tomando en cuenta que llegaron a las seis de la mañana serían muy pocas las horas de sueño del menor

–es que nos casamos a noche– dijo quackity despertando casi por completo pero sin perder la ensoñación

–¿Que?– dijo luzu abriendo los ojos por completo intentando ponerse de pie pero recordó que tenía a quackity en el pecho y no quería tirarlo de la cama cuál costal

–sisi la cura que andaba tomando Cocoroco hasta anillo nos dio– dijo quackity señalando su dedo y el del mayor con dos anillos de bodas

–¿COMO?– pregunta luzu está vez levantándose con cuidado para no tirar al menor

–¿no te lo puedes creer?– dijo quackity con una risa estaba muy divertido por la reacción de luzu

–no, no me la puedo creer– dijo luzu prácticamente con la boca abierta procesando que se había casado con su cholo malandro

Quackity empezó a reír como desquiciado de la nada sobre todo de la reacción de luzu simplemente lo hizo reír más

–¿Que pasa quackity?– pregunta luzu dándole palmaditas al menor que se estaba ahogando con su propia risa

–fue buena la idea de Missa ¿no?– dijo quackity cómo puedo entre sus risas, le empezaba a doler la panza

–¿de que hablas?– dijo luzu viendo como quackity se tranquilizaba y respiraba para no volver a ahogarse

–Juan tenía unos anillos falsos de compromiso por un tik tok y me dijo que te hiciera la broma– dijo quackity sonriendo, no había dejado que luzu se la creyera por completo por qué no era justo llegar a extremos con eso

–de verdad esa no la vi venir tío– dijo el emo para volver a acostarse en la cama con una sonrisa, era pronto para el matrimonio pero no sonaba mal la idea

–bromas más locas he echo- dijo quackity para volver a recostarse en el pecho del mayor con una sonrisa –en la primaria amarramos a Wilbur y lo usamos como canasta de básquet–

Y así quackity empezó a contar un montón de historias que luzu escucho un millón de veces, el le decía que le siguiera cuando empezaba a dudar recordando que ya la había contando, luzu amaba la cara de emoción del menor cuando relataba anécdotas que si la policía se entera, lo anexan o termina en el DIF

Cuando salieron lo primero que vieron los españoles fue una hermosa hacienda con caballo, vacas, incluso Jurarían que habían visto un zorro corriendo por las montañas, las historias que les contaba quackity de cuando lo perseguian animales de dudosa procedencia en el kinder se escuchaban más creíbles ahora que veían la hacienda

–es hermosa– dijo luzu acercándose a los caballos los cuales no estaban tan lejos

–QUACK– gritó una voz chillona a la izquierda de todos

–TITI– gritó quackity recibiendo al menor en sus brazos

– DEBERÍAS DE VENIR MAS SEGUIDO, NO ES TAN DIVERTIDO EXPLOTARLE COSAS A GERMÁN SIN TI– dijo el niño con un tono muy alto sin importarle mucho que lo escuchen los otro solo le importaba regañar a quackity

–titi tu explotas cosas por deporte ya– dijo el de gorro con cemento jalando de la mejilla al niño que tenía en brazos

–¿Quién es?– pregunta luzu refiriéndose al niño que tenía en brazos si novio

–su hijo– dijo tití con la misma sonrisa que pone quackity cuando está feliz y divertido

–Dios mío, dejaste a tu hijo aquí y te fuiste a ciudad de México eso es ilegalismo– dijo Vegetta viendo al niño para luego dirigir su mirada de molestía a quackity

–¿como así?– pregunta luzu mirando a quackity con incredulidad, ya estaba viendo como hacerle para mantener al chamaco si es que se devuelve con el siendo apenas unos pendejos de prepa

–te comiste la torta antes del recreo– dijo Rubius asombrado pero viendo la excusa perfecta para usar esa frase

–no es mi hijo– dijo quackity mirando al peliverde con una cara de cansado y diciendole con los ojos "en la casa hablamos"

–ENCIMA LO NIEGAS– dijo Alexby, no te conocía así quacks pensó volteando a verlo con cara de decepción

–no es mi hijo mierda– volver a repetir el menor dejando al niño en el piso –pinche morro miado, te va a llevar el Chuki por mentiroso–

Luzu por otra parte no sabía que estaba pasando, ¿quackity tenía o no tenía hijo? O simplemente el niño les mintió y quackity no le había querido gritar por alguna razón que se desconoce

–entonces ¿Quien es?– pregunta luzu otra vez aturdido por la situación

–es tití, llegó acá de la nada cuando tenía dos años y se quedó, aveces lo cuidan mis tías que viven acá, otras mamá pero yo era el encargado de el la mayor parte del tiempo – dijo quackity recordando que lo empezó a cuidar cuando tenía Diez hasta hace poco que tuvo que ir a ciudad de México para pasar una parte de la secundaria

–¿Son los colonizadores?– pregunta el niño recordando que su casi hermano le había mencionado que empezó a salir con uno de ellos –¿Quién es el desdichado?–

–deja de decirle así a todas las personas que conozco– responde quackity mirando con cansancio a tití

–¿Con quién estás saliendo?– vuelve a preguntar el peliverde agarrando del suéter a quackity

Quackity señaló a luzu sabiendo que el niño no tendría buenas intenciones cuando se acercó a el con las manos en la espalda sacando algo de su pantalón

–es para ti– dijo el cabeza de árbol dándole un regalo a luzu con una sonrisa

–muchas gracias pequeño– agradece el emo gotico recibiendo el regalo con alegría de haberle caído bien al niño

–yo no lo habría si fuera tu– dijo quackity volteando a ver al piromano con una sonrisa divertida

Luzu no le tomo mucha importancia a las palabras de su novio ya que tití no podía ser tan malo ¿o si? Se ve que solo es un pequeño de siete años, pero que equivocado estaba, cuando abrió el regalo le soltó una bomba de gas y serpentinas en la cara dejándolo aturdido escuchando la risa del niño y las nada disimuladas carcajadas de los demás

–nos vamos mañana ¿no?– pregunta Vegetta intentando no reír

–sisi es mejor arreglar algunas cosas desdes ya– dijo quackity limpiando una lágrima de risa