Saint Seiya y Sailor Moon / nueva generación

visitas y reencuentros

Helen, Marina, Zoe y Kasandra junto a sus madres y Raki llegaron al santuario

Raki: maestro Kiki.

Kiki: Raki, estuviste con ellas todo esté tiempo.

Las 4 guardianas: hola señor Kiki.

Haruka: a los tiempos enano.

Kiki: no cambiaste en nada, Haruka.

Michiru: ¿Cómo van las cosas aqui?

Kiki: van bien, aunque no han habido ataques del enemigo en el santuario.
Pero en Rodrio y ciudades cercanas, si.

Raki: Koga, Rini y los demás estuvieron trabajando en eso.

Setsuna: cuando estuvimos camino al santuario, sentí que el cosmos de la pequeña dama peligraba y que ella y Helios, recordaron sus vidas pasadas.

Raki: ¿Vidas pasadas?

Hotaru: verás, los padres de Rini tuvieron vidas pasadas en el extinto milenio de plata que era nuestro hogar. Era próspero y pacífico, hasta que el negaverso lo destruyó todo.

La entonces reina Serenity, envío las almas de su hija y de Endymion, junto a sus sailors guardians para que puedan reencarnar en un mundo pacifico.

Raki: con que así fue.

Kasandra: no quiero ser aguafiestas pero nosotras ya sabíamos la historia.

Helen y Marina asienten.

Zoe: hablando de reencarnaciones, pegaso y Athena reencarnan cada 243 años para enfrentar al dios Hades, pero sin tener recuerdos de sus vidas pasadas, renacen con el objetivo de derrotar al dios.

Kiki: si, a que se debe su llegada ¿Para ver a Athena?

Michiru: si, pero aparte es para ver a los padres de nuestras hijas.

Kiki: ya lo recordé, un día como hoy, volvieron al descanso eterno - recordando a su maestro Mu de Aries.

Hotaru: por eso estamos aquí.

Cementerio del santuario.
Raki se quedó con su maestro en el templo de Aries.
Las 8 se dirigieron al cementerio de santuario a visitar las tumbas de Shura, Camus, Shaka y Saga.

Haruka: hola Shura.
Helen: hola papá, espero que te gusten - dejando unos tulipanes es el nicho.

Se quedan orando.

Michiru: hola Camus, tanto tiempo sin visitarte - derrama una lágrima.
Marina: te trajimos esto papá, ojalá te gusten - poniendo unas flores blancas en la tumba.
Michiru: como quisiera que estuvieras con nosotras aunque sea un rato.

?: Que sorpresa Michiru, Marina.

Ambas mujeres voltean.

Michiru: Hyoga.
Marina: maestro Hyoga.

Hyoga: Marina, creciste mucho, ya eres todo una dama.

Marina: ¿Como ha estado maestro?

Hyoga: bien, tú y tus amigas vinieron a visitar a sus padres.