Capitulo 4

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—¿Bianca fue tu novia?

—Si, lo fue, pero ella era muy egoísta y orgullosa, yo no podía seguir con esa chica. Fue la última, no perdería mi tiempo a su lado, ella debe de adecuarse a mi vida.

—Ella era popular —dijo Luce a Evan, él la miró un segundo antes de continuar su trayecto en su Ford rojo brillante.

—Es por eso que no podías seguir las reglas, ¿dime qué ganan los chicos saliendo con mujeres hermosas y populares? Ellas se cansan o él se cansa de ella, son pocos que se aman, solo buscan una estabilidad.

—Me asombra tu opinión -confesó.

—Un ejemplo, yo no soy bonita ni popular y no andarías conmigo, ¿es así?

Evan ladea una sonrisa.

—Bueno, la cuestión no es esa.

—No mientas, yo pienso de esa manera, tú sabes que es así, todos son así, el nivel es importante para todos.

—Yo pensaba que si. —Él detiene el vehículo.

—¿Qué pasa? —Luce dijo observando.

Él se inclinó hacia ella y la besó.

***

Paul entró al bosque, se perdió adentro respirando con ferocidad, esto solía suceder, tenía hambre, sed. Alina, él vió su vena azul en su cuello blanco, recordó los viejos tiempos en que solía disfrutar de su sangre caliente y fresca, porque ella le pedía que hiciera, esa necesidad creció al estar muy cerca, es porque no había comido aún, Paul no solo deseó su sangre, deseó sus labios. Cerró los ojos y las abrió, les dolió sus colmillos y supo que estaban creciendo, sabía que tenía que buscar una víctima, no humanos, él prometió no alimentarse de sangre humana, solo de animales viviría.

Paul también se sintió un monstruo al matar a inocentes animales, no quedaba de otra. Su especie lo pedía.

Buscó y olió, identificó y se posicionó para cazar, un venado, él se abalanzó cuando estuvo listo y su colmillos aniquilaron el animal dejandolo seco, se limpió los labios con la manga de su chaqueta negra de cuero, todavía pensaba en Alina y su sangre hervía al recordarla. Eso estaba mal para él, debía alejarse o no se perdonaría si la hacia daño.

Luce llegó hasta la casa de Alina, la Sra Ward le dejó pasar amablemente.

Ella dijo que no necesitaba que su amiga bajara, subió a la habitación de la muchacha y tocó la puerta.

—Adelante —diijo Alina creyendo que era su madre o su abuela y alegremente vió unos ojos cafés.

—Luce, pasa, estuve preocupada por tí ¿A dónde te fuiste con Evan?

—Me llevó a mi casa -contesto medio distraída y Alina quizo saber porqué su amiga se veía aturdida.

—¿Conseguiste algo de información?

Los latidos de Alina se pusieron a correr como un relámpago, si a Luce le ponía de esa manera es porque era grave. Pensó lo peor.

—Luce, por favor, cuéntame.

—No supe nada.

—¿Cómo creímos que Evan sabría de él tan pronto? —Golpeó su rodilla con la mano.

Luce miró el suelo ladeando la cabeza nerviosa.

—¿Qué pasa? ¿Hay algo que no deba saber? Él tiene padres, una novia, es lo que ocultas?

—Evan me besó.

—¿Qué? —Ensanchó los ojos asombrada.

Ella asintió colorada.

Amenaza. Aroma de Rosas IWhere stories live. Discover now