Capítulo 2

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Aerrizó al suelo, y se despertó, no habia caído de la cama desde que era una niña y eso le ocupó el pensamiento. Había un sueño que la dejaba incómoda y sintió que podía volar con sus brazos, y tenía alas hasta sus antebrazos de un color dorado brillante.

—Sentí la devastadora golpiza que me dió el suelo —confesó a Luce—. Creí por un momento que estaba volando y me alzaba en el viento y zas caí de bruces.

—Solo tú puedes volar en tus sueños.

—Luce no es la primera vez que son sueños confusos.

—Yo también sueño, tantas veces he caído en un pozo ciego y he volado de un zorro con la ayuda de una criatura con alas sin saber que era y tantas veces no todo fué pesadilla, me casé y tenía un esposo o incluso soñaba con los compañeros en una misma clase. Tengo también sueños locos.

—¿Si te digo que también tuve ese sueño de niña me creerías?

—Tal vez todos los niños soñamos cosas así e imaginamos cosas. Déjà vu.

—Ya no soy una niña, sentí que tenía alas, lo sentí.

—¿Qué tipo de alas?

—Como un águila más o menos, bueno algo brillantes.

Dijo recordando las imágenes nítidas y confusas a la vez.

—¿Alina porqué estamos hablando de alas o de águilas? Son sueños.

—De acuerdo.

Alina vió una nuca y cabeza rubia delante de ella, a unas distancias y se mezcló con los alumnos.

—Vamos más rápido. —Le urgió a Luce.

—¿Qué pasa? —La miró con los ojos cafés oscuros preocupada.

—He visto al chico misterioso.

—¿Quien chico misterioso?

—El nuevo al aparecer, no sabes lo que ocurrió después de la escuela, lo encontré cerca de la vieja tienda y le hablé y me ignoró como no te imaginas, fue irrespetuoso conmigo no me dejó oportunidad de preguntarle siquiera el nombre.

—¡Que muchacho! ¿Hablas enserio el de que te ignoró?

—Se fue muy de prisa, sus ojos estaban asustados.

—Vamos a ver si está en clases.

Trotaron hasta la sala de estudios. Buscaron un rostro blanco esculpido con un inusual ojos azules brillantes y el cabello como sol.

—Perfecto, ahí lo tienes. Irá en la misma clase que nosostras.

Miró cuando su amiga lo localizó y vió al chico tomando uno de los asientos casi de atrás y él ahora estaba sacando su anotador y manteniendo la vista por debajo.

—Si, es él... Me pregunto como se llama.

—Es guapo y sexy. —La amiga le dijo deliberadamente y sonrió absorta por un momento.

—Oye ya déjalo —mencionó dejando un golpecito en el brazo de su amiga.

—¡Rayos Alina, si que sabes observar!

—Bueno, solo necesito saber cómo se llama —insistió y se acercó a su lugar, no todos parecían notar su presencia detrás, eso la hacía latir más fuerte el corazón.

«¡Oh Cielos! No me puede gustar ese chico, menos cuando no nos conocemos»

El profesor Brett Swin dió un tema relativamente largo «A quien le importa mucho París, si no puedes ir y viajar hasta la torre Eiffel o hacer compras y pasear por las calles, incluso pasar a la escuela de valet, muy famosa, el Gardner. La historia no es interesante, casi nunca me gustó la materia pero siempre me sacaba las mejores calificaciones», pensó conciente Alina.

Amenaza. Aroma de Rosas IWhere stories live. Discover now