CAPÍTULO 11

422 27 4
                                    


La respuesta de Elliot me hace volver a la realidad.

Me limpio las lágrimas que habían estado adornando mi rostro mientras escuchaba su historia.

No conozco a esa tal Arlette, pero después de lo que me contó Elliot la odio mucho, ¡muchísimo!

¿Quién podría hacerle eso a Elliot? ¿qué tipo de ser humano es esa mujer?

Él es un hombre lleno de amor, carisma, talento, es delicado, cariñoso... ¿por qué ella fue tan egoísta?

¡Uuch es que si la tuviera enfrente ya la hubiera agarrado de las greñas!... aunque por otra parte, de no ser por su estúpido comportamiento, yo no habría conocido a Elliot.

Estoy acá, con él, en una hermosa velada romántica y está esperando una respuesta que ni siquiera tengo que pensar.

-Elliot, primero que todo quiero agradecerte por contarme todo esto. Yo la verdad... no sé que decirte porque es algo que no me esperaba y prefiero esperar a que me pase la cólera antes de hacerte algún comentario ¿sí?

-Por supuesto- responde con una leve decepción en su voz.

-Ahora, respecto a tu pregunta, creo que aún no te has dado cuenta de una cosa.

-¿De qué?

-Yo no he venido acá para iluminar tu vida. He venido para que tú ilumines la mía. Elliot, eres... eres un gran hombre. Eres completo y perfecto. Nunca he conocido a nadie como tú y tuve que venir hasta París para conocerte.

"Este viaje sin ti no hubiera sido lo mismo. Lo estás haciendo especial, único, inolvidable... perfecto. Eres tú el que me llena de luz, es por verte que me he levantado con tanta energía todos estos días. Tu sonrisa, tus labios- digo inclinándome sobre la mesa para acariciar su rostro mientras el acompaña mi mano con la suya -eres lo mejor que me ha pasado Elliot. Eres único, eres increíblemente único".

Toma con delicadeza mis dedos y los lleva a su boca para depositar un casto beso sobre ellos.

-Nunca pensé que esto sucedería. Pensé que nunca me volvería a enamorar.

­"Enamorar". Esa es la única palabra que se queda dando vueltas en mi cabeza. ¿Pero si solo han pasado unos días? ¿Cómo es posible que alguien pueda enamorarse de otra persona en tan poco tiempo?

En este momento me siento como protagonista de una película de Hollywood, incluso veo en mi mente la toma que tiene mi rostro en el cine.

-Elliot...

-Tranquila París. Sé que es demasiado rápido. Sé que no puedes dejar tu vida así por así sólo porque te digo esto, pero es que no tengo otra forma de explicar a lo que siento en este por ti, es... es inexplicable y no entiendo cómo pasó, ni en qué momento.

-Quizá fue en nuestro paseo por las Vedette- me encuentro respondiéndole. -O quizá mientras comíamos aquellos deliciosos pan baguette, o cuando estuvimos en la Torre, o...

-O cuando te empeñaste en decirme que podías ver mi alma a través de la música. Esas son cosas que no cualquiera puede sentir París, y tú lo hiciste en tan poco tiempo. No entiendo.

-Ni yo, sólo sé que sucedió y nunca me había sucedido Elliot. No te voy a negar que he tenido novios y que he querido, porque créeme que lo he hecho, pero contigo fue... fue raro, diferente, inesperado. La conexión que sentí desde que te escuché fue más allá de cualquier cosa.

-Y... eso ¿quiere decir que...?- pregunta con una tímida sonrisa en su rostro.

-Que yo también siento algo por ti. No sé si es amor porque no lo he sentido antes pero... sólo se que lo único que quiero hacer cuando abro los ojos en las mañanas es estar contigo, y en lo último que pienso antes de dormir es en ti. Eso me ha pasado en estos últimos días. Creo que tu música tiene algún tipo de magia.

Je T'Aime, ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora