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El suelo está frío. Tal vez demasiado, teniendo en cuenta que estoy tumbada sobre él.

Me arrastro hasta quedarme quieta, y luego alzo la cabeza. De repente lo veo.

Voldemort.

Me mira, me dedica una sonrisa y luego se dirige a un hombre, sentado en una silla negra.

-Dime, Bagman- susurra con su voz áspera, lo que hace que hasta lo más profundo de mi alma se estremezca, aunque sin embargo, mi cuerpo permanece intacto- ¿Dónde está?

-No sé de que me hablas- dice el hombre sentado en la silla, sollozando y con grandes gotas de sudor resbalándose por su grande frente- No lo sé

-¿Estás seguro?- pregunta una vez más Voldemort, cogiendo su varita y arrastrándola por su cuello sudoroso, a la vez que recita unas palabras en voz baja.

De inmediato, el señor Bagman comienza a retorcerse y a gritar.

A la misma vez, a mi se me empieza a oprimir el pecho, haciendo que tenga dificultades para respiar, y luego empiezo a gritar, aunque me doy cuenta de que no se esucha ni un leve grito en la escena.

-¡Porfavor!- grita el hombre

-¡Dímelo!- responde con el mismo tono de voz, Voldemort.

El señor Bagman grita sin cesar, igual que yo, y luego Voldemort comienza a reir.

Es la carcajada más ruidosa y chirriante que he oído en mi vida.

Luego, el hechizo cesa.

-Porfavor, tenga piedad de mi- suplica llorando- no sé dónde está lo que me ordena

-Está bien- asiente Voldemort

El señor alza la cabeza, esperanzado de que lo dejará huir, sin embargo, un destello verde hace que me despierte de golpe, sin dejar de gritar, y sudando.

Todo mi camisón está empapado de sudor y tengo el cabello pegado al rostro. 

Varios "Shhh" surgen de las demás habitaciones, a la misma vez que lágrimas inocentes se deslizan por mis mejillas.

Salgo de la habitación, sin ni siquiera cambiarme y sin calzarme, y me dirijo al despacho de Dumbeldore.

¿Qué haces, Nea? Son las tres de la mañana, ¿y vas a despertar al director por una tonteria como esta?

De repente me choco con algo, o con alguien, y esa persona me extiende la mano.

-¿Nea?

El mismo director me invita a pasar a su despacho y le cuento mi sueño. Acto seguido, desvia sus ojos de mi y comienza a hablar con los cuadros, hace que envien una lechuza al ministerio y luego me entrega una poción, a la que enseguida hace que me tranquilice.

Después de relajarme, regreso a mi habitación y me doy una larga ducha. Dejo que las gotas de agua se deslicen por mi cabello y me froto la cara con intensidad.

Pocos segundos después de quitarme las manos de la cara, estas empiezan a temblar al percatarme de que están cubiertas de una gran masa de sangre.

Las meto bajo el agua a toda prisa, desenado que se vaya y cuando consigo hacer desaparecer el liquido, este reaparece.

De repente, una voz áspera surge del lugar, y escucho como una musica proviniente del cuarto, comienza a sonar. 

"Cómetelo Nagini, querida"-recita la voz - "Tómatelo como un pequeño souvenir"

Me tapo las orejas con las manos, a la vez que me siento de rodillas en la ducha y cierro los ojos con fuerza.

La voz es cada vez más cercana y grito fuertemente para no escucharla, apoyando mi espalda a la húmeda pared.

Unos segundos después, las voces cesan y la musica se detiene.

Salgo de la ducha, bañada en sangre, descalza, solo con una toalla verde rodeando mi cuerpo y con el cabello mojado y pegado a mi frente y mis mejillas, y me dirijo al tocadiscos.

Justo al lado se encuentra el disco de vinilo de Aerosmith que le regalé a Ginny, cubierto de gotas de sangre y el disco aún girando.

De repente tengo una gran dificultad para respirar y mi cuerpo cae rendido sobre el suelo, y luego todo está oscuro.

GIRL IN RED || Ginny Weasley {wlw}Where stories live. Discover now