-¿Por qué me besaste?
-Me sorprende que hayas tardado tanto en preguntar.- Rio entre dientes, aún bajo la lluvia.- Te besé porque quería, es muy estúpido de tu parte preguntar.
-¿Vas por la vida besando a los hombres solo porque quieres?- Preguntó...
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🌼 EXTRA 🌼
Louis nunca recuperó la memoria por completo.
No siempre recuperó momentos agradables, la vida nunca es liviana después de todo, pero solo hubo uno que no compartió con Harry ni con nadie, el recuerdo que se llevaría a la tumba.
El día que recordó las palabras que intercambió con Zayn no pudo mirar a Harry a los ojos. Se despertó a mitad de la noche por una pesadilla demasiado precisa, y sus ojos que lloraban comprendieron antes que él que esa secuencia horrible había sido la puesta en jaque más peligrosa de su malnacida vida.
Se quedó despierto toda la noche grabándose a fuego cada palabra, cada cambio en el rostro de ese pobre diablo que incluso en su mente tenía los ojos más vacíos que presenció nunca. Se obligó a recordar cada segundo de su estúpido error jurándose eterno castigo por su propia mano, la única que jamás le perdonaría haber lastimado a su príncipe.
Louis sabía que Harry estaba dándole una segunda oportunidad, pero no había dimensionado hasta qué punto lo había lastimado hasta escucharse en su memoria. La forma en que siguió hablando y creyéndose invencible, las palabras que le dio a Harry antes de perderse, su promesa de dedos cruzados... No merecía a su marido abrazado a él todas las noches. Merecía recordarlo, volver a ver cada detalle de su historia, y que Harry se vaya sin mirar atrás, dejándolo con los recuerdos más preciosos de su vida.
"Tengo que vivir con el peso de las consecuencias de mis decisiones", era lo que un muy pequeño Louis escuchaba de su madre cuando la veía taparse los golpes o curarse las heridas. Audrey era hermosa, deslumbrante incluso apagada y marchita, Louis había sacado su chispa. Le enfurecía ver a su hijo con sus ojos, con su aura carismática y bonita, con todo lo que le robó en su pequeño cuerpo, le enfurecía verlo igual a ella y no amarlo como debería y por eso lo golpeaba y maltrataba incluso más que su padre.
Lo que más odiaba de Louis era que a pesar de patearlo lejos cada vez que podía él volvía a buscarla para poder abrazarla y decirle mami.
Louis presenció su muerte, ella presenció el quiebre de su vida. Ya no vio sus ojos en su pequeña carita, vio los ojos de Aleskei en un celeste cielo, ya un poco rotos, con su voluntad de niño desprovisto de amor protegiendo esa chispa brillante en su interior, muy adentro y muy escondida. Él no lo recuerda, pero las últimas palabras de su madre fueron suyas, un "lo siento" susurrado e inútil, un final antes de cerrar los ojos y entregarse a las profundidades del infierno que se había ganado.
Audrey iba a abandonarlo de todas formas. Tal vez ese fue su karma por querer irse sin su hijo, tal vez merecía morir así. Tal vez no.
La frase de su madre no lo abandonó jamás, era esa frase la que le decía que su consecuencia no era suficiente, no era justa para reparar el daño que infringió en su príncipe... pero no podía dejarlo sin lastimarlo aún más.
