Pasión Irrefrenable (Borrador) [#1 Mi Jefe ♥]

Capítulo 10

¿Dónde demonios está mi cartera? La hija de perra está debajo de la cama, me agache y la agarré.

Dante entró súper furioso, dio un portazo que me hizo saltar del susto y se acercó a mí con rapidez.

— ¿Se puede saber por qué no quieres comer? — negué con enfado.

¡Qué no se le ocurra pasarse de la raya! ¡A mí nadie me manda!

—Isabella, por favor—me miró serio.

—Está bien, no me siento cómoda comiendo frente a personas que no conozco, no quise ser maleducada y menos una idiota... simplemente no puedo.

—Eres una idiota, vos ya me conoces y si es por mi hermana... creía que se llevaban bien.

—No malinterpretes mi acción, tu hermana es una persona muy dulce y amigable. Y vos eres bueno... vos. Yo solamente no me siento cómoda con eso y prefiero irme—él sonrió y se mordió el labio.

—Mi hermana no te dejará ir sin desayunar, se va a poner como una bestia y más si le caes bien. Y le caes más que bien, por favor será un momento y encima tenés hambre—lo miré preocupada.

—No puedo es en serio, no es que lo haga por hacerlo...yo—comencé a angustiarme y la voz se me quebraba con el nudo en la garganta que tenía.

—Isabella por dios, no sé realmente lo que has vivido toda tu vida, pero eso no está bien y de verdad quiero ayudarte. Pero tienes que dejarme ayudarte, es como si estuvieras comiendo con tu familia y además, será por poco tiempo. —lo miré con lágrimas en los ojos.

—No necesito tú lastima, así que déjame irme a mi casa y despídeme de Rebeca— Dante negó instantáneamente.

—No es lástima, no sé por qué piensas eso. Yo solamente quiero ayudarte, me caes bien y por eso quiero que dejes ayudarte.

—Sí, es lástima y si es por ayudarme mejor no. La primera vez inventaste un noviazgo muy absurdo y falso. Porque yo nunca voy a poder amarte y vos jamás vas a poder amarme.

—No quieres, no es que no puedes y la verdad no voy a discutir eso. — lo empujé a un lado y caminé rápidamente.

— ¡Dante, Déjame ir! No quiero comer y punto—me tomó del brazo y me tiró hacia su lado.

—No hagas un escándalo, si no desayunas te tendré aquí por siempre y créeme que puedo—con un brazo me tenía la espalda y con la otra mano el cuello. Él me llevó lentamente a la cama y me tiró suavemente sobre ella.

—Dante, suéltame o te voy a lastimar en serio— estaba sobre mí muy sonriente.

— ¿Vas a desayunar sí o no? — se acercó a mí y negué rápidamente.

Puso su frente sobre la mía y me miró directo a los ojos. La piel se me rizó al ver esas dos esmeraldas mirándome tan de cerca. Se alejó y miró mis labios.

— ¿Desayunaras, Sí o no?

— ¡No!—intenté alejarlo pero fue imposible.

Sus labios furiosos penetraron los míos de forma salvaje y con dominio. Intenté quitarlo pero era innegable que yo también quería sus besos y no podía controlarlo. Era como si tomara posesión de mi cuerpo, algo instintivo , animal y no podía frenar lo que estaba sintiendo mi cuerpo.

¡Será que me van a dejar que coma todo esto y sola! ¡Créanme que puedo! ¡Así que salgan!—dijo su hermana golpeando la puerta, lo empujé rápidamente y me arreglé el vestido.

A los segundos abrí la puerta y sonreí nerviosa.

— ¡Vamos a desayunar esos riquísimos panqueques! —.