Capítulo 5

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— ¡Lo siento! Dante perdóname yo... yo no...—Me acerqué preocupada.

Dante frunció el ceño se veía enojado, negó con la cabeza y contestó.

—No lo dije porque seas gorda, además, ¿eso qué tiene que ver? Entiendo que estés ebria y enojada. —Se acercó a mi oído haciéndome temblar. —Pero la próxima vez que quieras golpearme piénsalo dos veces, soy tu jefe me debes respeto. No debes darme una mala impresión o te despediré sin que hayas comenzado tu trabajo.

—Tienes razón que abusaras de mi prima menor de edad no es una mala impresión para mí, eso me hace detestarte y si lo hubiera sabido no iba a presentarme. Gracias señor, Newman, ahora sé cómo se maneja en la vida, amenazando. La próxima vez va a tener cuidado dónde pone las manos encima, yo no soy Amanda y si usted me respeta yo también lo haré.

— ¡Bella, hermana! ¿Por qué te fuiste? Te estábamos buscando por todos lados—Blanca cruzaba la calle alterada.

Al ver a Dante se sorprendió demasiado... sonrió como una idiota.

— ¿Dante Newman? ¿Qué haces aquí con mi hermana? ¿Ustedes estaban en algo? —Mi hermana reía como loca y yo negué con seriedad.

Dante trató de ser amable.

—No, pero no se debe a mí. Tu hermana es un tanto difícil.

Quedé furiosamente pasmada (claro, si esa expresión existe)

No tengo palabras para describir la sorpresa y el enojo que tenía.

—Más que Amanda seguro—dijo mi hermana y Dante se puso tenso.

— ¿Se lo has contado a todos en tu familia? ¿O es un chisme de último momento?—me miró molesto y yo solté una carcajada.

—Cariño, no te creas tan importante. Se lo contó Amanda, pero tampoco te emociones, siempre nos cuenta con quien se acuesta. —Blanca soltó una carcajada y Alejo su novio hizo lo mismo.

— ¿Soy yo o se siente bastante tensión sexual por aquí? —Fulminé a mi hermana quien reía con malicia.

—Eso es inapropiado y no existe tal cosa—dije cruzada de brazos— ¿Nos vamos a casa? Por favor, aun me siento mareada.

—Lo que tú estás es ebria... así que más te vale que camines hasta el auto tú solita— Asentí aún cruzada de brazos.

Blanca se despidió de Dante y Alejo también.

—Adiós, Bella.

No quería saludarlo pero sabía que eso era descortés y en mi mambo alcoholico eso sonaba muy mal.

Se acercó para darme un beso en la mejilla y Blanca me empujó hacia Dante apurando el proceso.

Lo que provocó que le diera un beso cerca de los labios, sentí muchas verguenza y ganas de llorar.

Voy a matar a mi hermana.

Llegué a casa destruída y me fije en el celular tenía un mensaje de whatsapp.

" Espero que hayas llegado bien"  de un número desconocido.

"¿Quien sos?" Pero el numero nunca respondió.

Al otro día me olvide totalmente de eso.

Hoy es lunes y mi primer día de trabajo.

Me vestí con unos pantalones negros, unas sandalias beige, una remera del mismo color y un blazer negro. Me hice una coleta y salí rápidamente a tomar el metro.

No siempre, pero cada tanto el metro está a tope y más a las doce y media del mediodía. Por eso lo tomo media hora antes y puedo llegar bien a Manhattan.

Cuando salí del metro tomé un taxi hasta el edificio "Newman" el taxista me contó que su hijo también trabajaba allí que no me pusiera nerviosa que el señor Dante era muy amable y humilde.

Llegamos al edificio, le pagué al señor del taxi y los nervios se apoderaron de mi ¿Estaré realmente lista para esto? No hay lugar a dudas hoy, tienes que calmarte, eso me dije todo el camino al piso número 12.

El primer ascensor estaba saturado de personas y el segundo todavía no llegaba y había más de veinte personas esperándolo. Muchas de ellas tenían sus almuerzos en las manos.

Yo también me traje mi propio almuerzo, dos sándwiches y una botella de agua. Muchos están atrasados mientras yo llego temprano. Igualmente, dos ascensores no alcanzan para todas las personas que son. Y dicen mientras esperan que; "están por construir un nuevo ascensor" pero todavía ellos no ven nada de eso.

Dos ascensores después subí y llegué a recepción. Alejandra me recibió con una sonrisa, me dio su nombre de Skype para poder contactarnos en la oficina por cualquier inconveniente todas las chicas del piso doce estarían para mí. Me dijeron que tenía que esperar al señor Newman para que él me diera las llaves de mi oficina y lo esperé sentada en las sillas de espera.

Media hora después Dante llegó de su almuerzo, entró a su oficina y salió rápidamente.

—Señor Newman aquí está María Isabella Ferreyra y lo espera a usted.

—Señorita Ferreyra sígame por favor, tengo las llaves de su oficina.

Lo seguí por un largo pasillo angosto y en la última puerta paramos.

—Ésta es mi oficina la que ocupo cuando trabajo. Esta puerta a la derecha es tu oficina— Sacó las llaves de su bolsillo y abrió la puerta.

Se movió a un lado para dejarme pasar primero, quedé fascinada con mi oficina y le sonreí.

Una gran biblioteca con docenas de libros, un gran escritorio con una laptop plateada encima, una silla giratoria, un teléfono inalámbrico y una gran vista de toda La Plata.

Sentí cosquillas en la panza, no pude evitar emocionarme y sonreí tanto que Dante se me quedó viendo de una extraña manera.

— ¿Emocionada Ferreyra?—lo miré confundida.

— ¿Usted no? Digo esto es precioso tengo hasta cosquillas en el estómago— él negó con la cabeza.

—Señor Newman lamento todo lo que paso el sábado, yo estaba totalmente ebria y le juro que no va a volver a pasar algo así. De verdad, lo siento— él me sonrió.

—Estamos iguales yo hice algo inapropiado en la casa de tu abuela y vos me golpeaste.

—No, no estamos a mano... ya que vos estuviste con mi prima en casa de mi abuela, todavía tengo una a mano.

—No, ya que me golpeaste y casi me besaste... que agresiva.

—Eres idiota... vos trataste de tocarme esa fue la reacción. No toques a una mujer enojada, ni te metas con ella.

—No sabía esa regla—soltó una carcajada.

—No sabes muchas cosas— comencé a reír.

Pasión Irrefrenable (Borrador) [#1 Mi Jefe ♥]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt