⚔️ XII: "Esperado" reencuentro ⚔️

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- ¡Señor! -seguía insistiendo el castaño- ¡Enserio mi dragón necesita ayuda, no puede volar por si solo!

Aún no tenía respuesta, pues la persona enmascarada seguía concentrada en llegar a su destino.

- ¡No se haga el que no escucha! -alzó la voz Patán. Sin resultados positivos.

Después de unos segundos, los dos jóvenes se adentraron a una cueva muy oscura, cayendo bruscamente al ser liberados de el fuerte agarre de los dragones.

- Pero que hospitalidad -habló con sarcasmo el más pequeño de altura. Volteó su vista atrás, re encontrándose con su reptil- ¡Colmillo! -se abalanzó hacia el, feliz de que no le haya sucedido nada malo.

Mientras que Hiccup rogaba que el furia nocturna se encuentre en el mismo estado.

Cuando su vista ya se acostumbro a la oscuridad, pudieron divisar que no estaban totalmente solos allí. Bestias de diferentes especies se hallaban a metros de ellos.

- Woow -soltó el pelinegro, refugiándose en su pesadilla monstruosa.

El castaño enseguida reacciono y comenzó a ganarse su confianza. Liberó el gas de su arma, para luego activarlo con una simple llama; lo que dejo impresionados a los dragones.

- Vaya -se escuchó entre las sombras, antes de poder acariciar a uno de los animales.

Inmediatamente se mostraron a la defensiva ante cualquier amenaza, pues se trataba de el enmascarado.

Pero al no ver ningún indicio maligno, Hiccup soltó su fuerte agarre.

- Le muestras que eres como ellos y ganas la confianza -explico su accionar reciente.

El que aún no había pronunciado ni una oración completa, solo se les quedo observando. Sin borrar su expresión de impresión.

De la nada hizo algunas maniobras con su bastón, para que este moviera ciertos cascabeles que contenia. Haciendo que los dragones espectadores encendieran una pequeña llama en sus gargantas, favoreciendo la iluminación.

- ¿Quién eres? -preguntó en el mismo estado de impresión el castaño. Pero sin recibir respuesta, como de costumbre.

- Dioses -mencionó el desconocido acercandose lentamente-. Ah pasado tanto.

Lo jovenes estaban muy confundidos con sus palabras.

- Pero... Una Madre jamás olvida -ya cerca, acarició unas pequeñas marcas que Hiccup tenía en su mentón.
Acto seguido se retiro la máscara dejando ver un rostro femenino.

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- Tengo demasiada hambre -se quejo ______ ya aturdida por la constantes preguntas de su amigo.

Le contó algunos detalles que había omitido en su relato pasado.

Jorgeson formó un sonrisa al ver qué la guarida ya se encontraba a pocos metros.

- Ya podrás saciarte bestia -rio burlesco el rubio refiriéndose a la joven, por lo cual chimuelo en una voltereta rápida y ágil desoriento al otro dragón haciendo que el jinete de este casi caiga al mar.

La pelinegra tomo el lugar de burla junto al furia nocturna.

Ambos cerca del nido, aterrizaron los tres dragones. Obviamente los demás reptiles notaron la nueva presencia de el furia nocturna, por lo tanto se encontraba haciendo nuevos amigos y lidiando con los mas pequeños.

- Me sobró un poco de pescado cocido en mí cartera, ya lo busco -menciono el joven adentrándose por unos de los pasillos de hielo.

Mientras tanto la muchacha observaba como la nueva cola de chimuelo y toda su maquinaria fue actualizada y remodelada, concluyendo que por fin su dueño logro encontrar mejores herramientas para el manejo de está.

El skrill se empezo a acurrucar entre los brazos de la jinete, sin percatarse de que ella tenía las manos descubiertas.

- Auch-solto de repente, alejándose de la criatura. Porque al no llevar su traje, las pequeñas chispas eléctricas podia causarle quemaduras; en este caso leve-. Tranquilo, no fue nada -menciono al ver cómo su dragón comenzaba a sentirse mal por su acción. La pelinegra se cubrió con los guantes y comenzó a acariciarlo, hasta que se volvió una corta lucha entre los dos.

Se colocó la máscara para precaución

- Vikingos y dragones enemigos otra vez -repitió la misma frase que el joven del principio, bromenando al saber cómo eran las cosas antes.

- ________ -escucho su nombre proviniente de una de las salidas.

Ella volteo encontrándose con Valka, pero extrañamente venía acompañada. Si, aquellos mismos jóvenes a los que secuestro minutos antes.

¿Que reacción se podría tener en un momento así? Pasaron seis años desde su huida de Berk, sin despedirse ni de su familia ni amigos. Y ahora estaba allí, viva, feliz, tirada en el suelo junto a un dragón y con una expresión tan sorprendentemente neutral.

- Electro, esto no va a quedar así -se reincorporo del suelo mirando desfiante al skrill, para luego ir con la mujer que la había nombrado-. Con hambre Val...-no logro terminar su frase, pues la pelirroja la tomo del brazo para dejarla en una posición de impotencia.

- Que sea la última vez que vas sola a rescatar dragones -la regaño cómo si de una madre se tratara-. Sabes que te necesito para alimentar a los bebés.

La joven en un rápido movimiento logro safarse del agarre-. Se que me necesitas para más que eso-menciono, haciendo sonreír a la mujer-. Además para eso tengo a Einar.

- ¿Y en el momento que no llegue a tiempo? -contraataco, con razón.

- No va a pasar -garantizo, finalizando esa pequeña platica. Que se convertía habitual por el accionar de la joven-. Dime ¿Quiénes son tus invitados?

Jorgenson finalmente se quitó la mascara, dejando apreciar a los muchachos del lugar ese rostro que tanto buscaban. Ninguno de los dos ocultaban su expresión de sorpresa y felicidad.

- _______, te presento a mí hijo Hiccup Haddock...

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Cómo entrenar a tu Corazón || Hiccup y Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora