Capítulo 126

3K 294 131
                                    

JUNGKOOK


—¿Todo bien en las Bermudas? —pregunta tosco Seokjin. Los guardias llevan mis maletas, me estaba esperando fuera del aeropuerto y sinceramente no me sorprende.

—Sí, el cliente fue rápido —contesto con la mirada un poco baja empezando a avanzar algo lento detrás de él. La gente no nos presta atención, hay una camioneta verde oscuro afuera. Suben mis maletas allí y después me abren la puerta del copiloto dejándome ingresar.

—Váyanse ustedes en la camioneta negra, quiero hablar a solar con Jungkook —dice Seokjin y los hombres asienten.

¿Hablar solo conmigo?

Un mal presentimiento me recorre, lo veo de reojo dar la vuelta y subirse del lado del piloto y cerrar la puerta. Espero lo peor, pero solo enciende la radio con ópera de fondo, subiendo las ventanillas y empezando a conducir en completo silencio. Me tiento a preguntar si pasa algo, pero su silencio gélido a la vez me da una advertencia que no diga nada.

—Eres un escurridizo, ¿sabes? —habla finalmente—. ¿Follaste bien con Yoongi allá?

Mi sangre se vuelve hielo. Veo de reojo los seguros puestos y me doy cuenta de que no hay escapatoria, Seokjin sigue conduciendo y sus manos se tensan alrededor del volante.

—¿Creí que no me daría cuenta, imbécil? —En un repentino alto, se voltea un poco para golpearme en la cara con una fuerza descomunal que me aturde. No suelto ningún ruido, solo me agarro la boca sintiendo la sangre en mi lengua, volteo a verlo al instante—. ¡Me mentiste en mi puta cara, Jungkook! ¡Te mataría, te mataría y no lo haré porque mi padre me lo ha pedido!

Vuelve al volante y arranca con brusquedad, yo sigo manteniéndome en silencio y bajo mis manos, la sangre goteando debido a que tengo la mirada gacha.

—Y es que parece que es debido a ti ahora que tenemos a Jimin, qué cosas. De haber sabido que tirándote a su noviecito de mierda hubiese venido, habríamos pedido hacerte eso desde que te tuvimos. ¿Quién lo diría? —habla con ironía. Estoy a punto de preguntarle cómo se enteró, pero recordando el video que nos tomó Yoongi, no dudo que se lo haya mandado a Jimin—. Ahora mismo el famoso muñeco está en la casa secreta de nuestro padre, a Yoongi logramos capturarlo y tú estás aquí. Parece que ganamos, ¿no? Tenemos las piezas fuertes.

—¿Agarraron a Yoongi? —pregunto débilmente.

—¿Te sorprende? —suelta una risa tosca—. Nadie nos ve la cara de imbéciles.

—¿Vendrá a Francia con nosotros? —pregunto una vez más.

—¿Para poder follar a gusto con él? —pregunta irónico—. Sí, estará en Francia, pero no contigo. No tengo por qué decirte más, agradece que sigues vivo. Iré a tirarte al departamento en el que vives y esperarás instrucciones, ¿me entiendes?

—Sí, Seokjin —hablo bajo, volviendo a tapar mi nariz.

No hay más palabras de por medio, él sigue conduciendo subiéndole a la música. Es el trayecto más incómodo, pero me dedico a pensar en cosas diversas para matar tiempo en lo que llegamos a los departamentos en los que me hospedo. Veo unas camionetas estacionadas, bajo con Seokjin seguido por los guardias y conforme subimos las escaleras, el teléfono de él empieza a sonar.

—¿Sí? —responde cortante sin dejar de subir conmigo detrás suyo—. Acabo de recogerlo, ¿por qué? —se mantiene en silencio y después se tensa—. ¿Qué ridiculeces me pides? ¿Qué…?

Abre la puerta del departamento y un guardia me empuja dentro con fuerza, ingresando solo dos al lugar y los demás quedándose fuera. Dejan mis maletas a un lado y me ven mortales mientras Seokjin sigue hablando, dando vueltas.

—¿Estás seguro de que esto va a funcionar? Es muy riesgoso, no hay nadie que lo esté vigilando, aunque tenga un rastreador encima —sisea y me observa con unos ojos de muerta, desvío la mirada y tomo un poco de papel para limpiar la sangre y avanzo a la cocina a lavarme las manos—. Bien. Le diré. Adiós.

Me seco con la toalla sintiendo la presencia cerca. Volteo y en efecto está a mi lado, imponente con esos ojos fríos.

—No traicionarías a la persona que te perdonó la vida, ¿cierto?

—Cierto.

—Volverás a Estados Unidos —contesta seco y yo amplío un poco mis ojos—. Montaremos algo que sea creíble y una vez allá, irás con Forcraft. Dirás que te nos escapaste en una misión y serás nuestro infiltrado.

Pestañeo un poco.

—No me mandarías así como así a menos que sea algo vital. ¿Por qué yo?

—Porque Anthony confía en ti —Es lo único que responde cortante.

Me cruzo un poco de brazos, manteniendo una posición algo vulnerable. Aprieto mis labios e intentando no decir algo que me cueste la vida, solo suspiro. Vuelvo a verlo.

—¿Qué necesitas que haga? —pregunto firme.

—Algo que será muy complicado, pro que estoy seguro lograrás. Tienes un mes para eso, no más —advierte—. Nos querrás pagar las consecuencias, te lo prometo.

—No me pidas matarlo —es lo único que contesto.

—Para tu buena suerte, no tiene nada qué ver exactamente con él. Necesito que encuentres a alguien que es cercano a él; a alguien que esconde y necesitamos a toda costa.

—¿A quién? —Enarco una ceja.

—A su hermana.

Paso saliva y me quedo algo perplejo. ¿Su hermana? Recuerdo que en los archivos vi dos signos de interrogación allí… ¿sus dos familiares desconocidos? ¿Su hermana…?

—¿Cómo saben que tiene una hermana y que la tiene escondida? —pregunto nuevamente, no fiándome mucho.

—No tengo por qué darte esa información, deja de hacerme tantas malditas preguntas —Seokjin tensa sus puños y así me callo. No quiero otro golpe—. Agradece que estás vivo y no falles. Tú encárgate ahora de dormir, mañana te vas. Yo me encargo del resto y de una forma de hacerles saber que te escapaste antes de que llegues. ¿Entendido?

—Sí, Seokjin —asiento nuevamente.

—Tienes mucha suerte, Jungkook. Pero un día se te va a acabar —Me observa con desprecio y se aleja de mí avanzando hacia los guardias—. No le quiten la vista de encima, esperen instrucciones mañana temprano.

Los guardias asienten y Seokjin sale del departamento en silencio azotando la puerta detrás suyo. Aprieto mis labios y me voy a sentar a la sala, viendo fijo hacia la pared. No entendía qué sucedía y me asustaba por primera vez, siempre estaba enterado de todo, pero de esto último no sé nada y no puedo tener control sobre aquello.

Dejaron lo mejor para final… El secreto mejor guardado para el final.








INNOCENT - yoonmin  [Libro 3]Where stories live. Discover now