94: Santa Claus

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-¿Ya ha venido Santa Claus?- pregunta una sorprendida Ylenia.

-¡Sí!
-¡Sí, lo hemos oído beberse la leche!

Fred ríe.
-¿Y habéis visto si os ha dejado algún regalo?

Los niños se acercan a sus padres.
-¡Vamos a verlo!- la pequeña Georgia agarra la mano de su padre y ambos se levantan para seguir a los dos renacuajos que caminan rápidamente hasta la sala de estar.

-Guau...- un sorprendido JJ se queda boquiabierto al ver tantos regalos juntos bajo el árbol de navidad -.. si que nos hemos portado bien..

La pareja ríe al oír a su hijo.

-Anda, abridlos.

Los dos hacen caso a su madre y van en busca de sus regalos, donde ponían sus respectivos nombres.

-¡Mami!- el pequeño pelirrojo se acerca a la mayor con una caja mediana en sus manos -. Tú también te has portado bien... éste es para ti.. pone Mami preciosa.

-¡Oh,¿ para mi!?- pregunta con sorpresa y agarra la caja. Le echa una miradita a su pelirrojo, el que le guiña un ojo.

-Papi, este es tuyo- Georgia se acerca a su padre y le entrega una caja de igual tamaño que el de su prometida.

-Oh, papá también se ha portado bien- le lanza una sonrisa a su prometida mientras sus hijos vuelven hacia sus regalos.




-¿Qué te ha traído Santa Claus, hermano?- George palmea la espalda de Fred mientras ven de lejos como Georgia y JJ abren los regalos de la madriguera.

-Un libro de pociones, un reloj, una taza y- se acerca a su gemelo para susurrar -, un vale de una mamada.

-Asqueroso- murmura el menor mientras Fred ríe -. Espero que disfrutes porque Santa Claus tiene pelos puntiagudos en la lengua.

Fred deja de reír para mirarlo con desagrado.
-Que asco.

George ríe.

-¡Papi!- ambos ponen su atención en la mujer que hablaba desde el salón - Hay regalos para ti.

-Voy, cariño- Fred se gira para hablarle una vez más a su hermano -. Oh, cada vez que me dice papi me derrito.. bendita la hora en la que nació Merlín.

El pelirrojo se marcha hacia el sofá, dejando a su hermano riendo.

-¿Que le han traído a mamá?- pregunta Fred, sentándose en el suelo junto a sus hijos.

-Colonia... un vaso para el téte... una tetedora- dice una Georgia emocionada.

-Oh, ¿una tetera?

-Eso, papi.

-Sí, eso, papi- Ylenia sonríe -. Abre tus regalos.


-¿Y cuándo va a venir el tío George ha quedarse con nosotros otra vez?- preguntaba una Georgia adormilada mientras su madre la arropaba en la cama.

-El tío George puede venir cuando quiera, cariño- Ylenia deja un beso en la pequeña frente de su hija -. Mañana le preguntamos, ¿vale?

La réplica de la castaña asiente con una dulce sonrisa.

-Ahora a dormir- peina levemente su cabello y se levanta de la orilla de la cama -, que es muy tarde ya, os habéis tirado toda la noche jugando con los juguetes nuevos... son las una de la madruga.

-No te enfades, mami- dice el pequeño pelirrojo al otro lado de la habitación, en su respectiva cama.

-No me enfado, cielo.

Perfidia || FW || +18Onde histórias criam vida. Descubra agora