CAPITULO 45

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OLIVER

–Dos cervezas. –gritó David desde la barra. –Bueno, cuéntame, que tal tu escapada a Ibiza.

–Bien, muy bien de hecho.

–Joder, mira que eres soso hablando, ¿has perdido toda tu sangre por allí en la isla?

–No seas imbécil. –reí mientras agarraba el botellín mojado que nos habían servido en la barra. –¿Tu que tal por Madrid?

–De aquí para allá, ya sabes, tuve que ir al pueblo de mis padres unos días para ayudar a mi madre a preparar una fiesta a mi tía, está embarazada y me quedé unos días por allí. Carolina todavía seguía de viaje.

–Me alegro, por lo de tu tía, y bueno, que pasaras tiempo con tu familia. –dije antes de darle un trago a la cerveza. –Yo hace más de un año que no voy a casa de mis padres.

–¿Y eso? ¿No tienes buena relación?

–No es eso, no es mala, tampoco buena, pero ya sabes, están ocupados con mis hermanos y paso de rollos.

–Deberías ir. –afirmó.

No es que no quisiera, más de una vez lo había pensado, pero hacerme la idea de tener que ver a mi padre después de que no se dignase a llamarme ni una sola vez desde que me fui me hacía arrepentirme de pensar que sería buena idea. El título de padre no se le asocia solo a la persona que pone su granito para tenerte, si no a aquel que se preocupa por tu vida importando una mierda el lugar en el que estés. Marcar un número de teléfono no es tan complicado, solo hay que tener ganas de hacerlo.

–Quizá, en algún momento.

–Te puedes creer –bebió del botellín antes de seguir. –que Carolina me ha dicho que vaya a su casa a cenar con sus padres.

–Hostia, ¿y como ves tu eso? –pregunté.

–No sé cómo tengo que verlo, pero, estoy cagado. Ya sabes, mírame.

–No digas tonterías, se os ve muy bien, además no creo que te vaya mal.

–¿A ti como te fue? Con los de Ayla y eso...

–Mal. –una risa estúpida se escapó de mi boca y David puso los ojos en blanco antes de seguir bebiendo.

–Tócate los huevos, eso no ayuda Oliver.

–Yo te soy sincero, fue una cena... complicada, pero qué más da, son padres.

–Unos padres con dinero y con mentalidad diferente a la mía.

–Deja ya el tema del dinero, parece que estás obsesionado. –me reí.

Bebí hasta que la cerveza se terminó y tuve que pedirme otra, entendía el nerviosismo de David, a mí también me había pasado, pero no creo que su cena superara el horror de la mía, por lo que podía estar tranquilo.

–Dentro de tres días tienen las audiciones.

Ayla no me había comentado nada, ni siquiera en estos días había sacado el tema del ballet, no entendía porque no lo había mencionado, ni siquiera le había visto preocupada por ello y mucho menos nerviosa. ¿Por qué no me había dicho nada?

–¿No te lo había dicho?

–Ni siquiera lo ha mencionado.

–¿Son muy importantes verdad? Para ellas y eso...

–Lo son, si aceptan a Carolina se irá a bailar para una de las mayores academias de Inglaterra.

–¡Joder! ¡¿Inglaterra?! –lo dije tan alto que varias de las personas que estaban sentados a nuestro lado giraron la cabeza para prestarnos una atención que no buscábamos.

Me sentía mal novio, ni siquiera sabía a donde iría Ayla, pero ella tampoco me lo había dicho, ahora no sabía qué hacer, si preguntárselo o esperar al día que bailara.

–¿Cuánto tiempo? –pregunté sin querer saber la respuesta.

–Dos años.

Me atraganté con la cerveza en cuanto lo escuché. Joder, dos años y medio separado de Ayla era demasiado tiempo, pero, era su futuro y yo no era nadie para impedirlo, no podría estar tranquilo si ella renunciaba a eso. No quería que lo hiciera.

Me despedí de David cuando me anunció que debía irse, le había salido otro trabajo para estos días y no podía negarse. Yo terminé de beberme la cerveza y pagué lo de los dos. Aquella conversación me había dejado más descolocado de lo que me imaginaba, no era este el recibimiento de Madrid que me esperaba cuando iba en el avión.

Marqué el número de Ayla y esperé unos minutos a que contestara. No tardó en hacerlo.

–¿Por qué no me lo dijiste? –fue lo único que salió de mí en cuanto su voz sonó a través de la pantalla. –Lo de ballet, lo de las audiciones, lo de que te irás dos años.

Al otro lado de la línea solo se escuchaba silencio. Un silencio doloroso y aterrador lleno de cosas que faltaron por decirnos.

–Te lo ha contado David...

–Sí. –afirmé.

–No pude Oliver, no me hago la idea. No es tan fácil decirlo así como así y pretender que todo esté igual.

–¿Y qué pretendías Ayla? ¿Qué pasáramos los días que quedan como siempre y de un día para otro desaparecer sin decirme nada, sin decirme a donde te ibas y dejarme tirado como si fuese una colilla? Porque si de verdad crees que esa es la forma, no sé qué hacemos juntos, no sé qué coño hago luchando por alguien que no es capaz de abrirse conmigo cuando tiene un maldito problema.

–¡Claro que no! –grité estando a punto de romper a llorar. –Claro que no haría eso. Son problemas míos que trato de intentar entender para resolverlos sin perjudicar a nadie...

–No Ayla no, no lo justifiques con que son problemas tuyos, porque se supone que estamos juntos en esto ¿no? ¿No crees que debí saberlo? Esto también es cosa mía, tu eres la que se va, pero yo soy quien me quedo. Joder, podrías habérmelo dicho antes, no cinco días antes de que tengas las audiciones.

–Lo siento, no sabía cómo... no sabía cómo hacerle frente a todo esto y no quería arruinarte el viaje.

–Joder, no pasa nada, solo me habría gustado saberlo antes–dije tratando de relajar la situación.

–Lo siento.

–¿Y sabes ya a dónde irás? –pregunté deseando que no fuera demasiado lejos.

–A París. Me iré a París Oliver.

Hola Holaaa, como todos los jueves a las 19:00 aquí tenéis vuestros 4 capítulos. Espero que os gusten💘

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EL ÚLTIMO BAILE (EN FISICO)Where stories live. Discover now