Como casa hecha de naipes, toda estabilidad en la familia Cullen cae durante su segundo año viviendo en el tranquilo pueblo de Forks, Washington, cuando la rebeldía parece afectar a uno de sus miembros más rectos. Y es que, si uno puede darse el luj...
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❛EL RENCOR Y LA FURIA EMERGEN❜
La familia Cullen está regida por reglas simples, afines a salvaguardar el secreto de la inmortalidad que a todos les fue concedida el día en que la transición de humanos a criaturas de la noche sedientas de sangre fue concretada. La primera de estas es no revelar la naturaleza de su existencia a la gente humana; la segunda es, a toda costa, mantener la fachada de que son una familia normal, comprometida socialmente a no ser menos que ciudadanos ejemplares, con la finalidad de mantener la seguridad de aquella sociedad oculta de vampiros y la de los humanos.
Es precisamente por estas que, ahora, la tensión ha crecido entre los integrantes de la gran familia. Una regla, la primera, ha sido quebrantada; nada más que la única cuyo arreglo conlleva un sinfín de daños colaterales, pues la solución más eficiente es la muerte del receptor del secreto.
La mansión de los Cullen en el pueblo de Forks, Washington, se localiza en medio de un espeso bosque de coníferas. Es de tales magnitudes para que cada uno de sus once habitantes posea un espacio adecuado para pasar el infinito tiempo que tienen entre manos. Sin embargo, no parece suficiente para escapar de la asfixiante bruma que surca en cada rincón de la casa, producto de la afección en los integrantes de la familia, que permanecen en espera de que el infractor de la regla llegue a casa, a enfrentarlos.
Rosalie, tan furiosa que parece despedir mortales cuchillas con el brillo dorado de su cabello y ojos, es la primera en salir de la casa al escuchar el motor del auto de Edward, el infractor, apagarse al estacionar al frente. Su pareja, Emmett, la sigue pisandole los talones, en busca de detener cualquier enfrentamiento físico que pudiera incitar.
Mas no le sería posible cubrir cualquier posibilidad que lleve a ello, dado que cuatro de los integrantes que se les unen en el pórtico frontal tienen como marca en el rostro la furia combatiente de los que no temen más a enfrentarse a las cosas. Los últimos que aparecen a la entrada son Esme y Carlisle Cullen, los líderes de la familia, y los únicos que Edward sabe, tendrán la posibilidad de mediar la situación a su favor, dado que Alice, otra de sus hermanos, no aparece por obra de Jasper, dispuesto a huir con ella si el intercambio que escuchará desde lejos no da buenos augurios.
