Sueños Del Bosque - E.P [Las Crónicas De Narnia] *En Edición*

Capítulo 22

Nuestros protagonistas, junto a la Sra. Cástor, volvieron con rapidez hacia donde estaba todo el ejército reunido, ansiosos por oír el veredicto que habían decidido el verdadero rey de Narnia y la Bruja Blanca.

Todos los presentes dejaron de hacer lo que hacían en el momento en el que Jadis salió de la tienda de campaña, esta miró despectivamente a los hermanos Pevensie y a la muchacha rubia, pero siguió su camino sin decir una sola palabra. Era imposible no contener la respiración por la tensión del momento; mientras que Aslan caminaba tranquilo detrás de la mujer. Al llegar a su puesto, miró a Edmund con atención y luego se dirigió a todos los narnianos.

As:- Ha renunciado al sacrificio del hijo de Adán para siempre- exclamó imponente , provocando que el ejército narniano explotara en vítores y nuestros cinco protagonistas se abrazaran aliviados.

El ejército de Jadis se encontraba confundido ¿Qué había hecho que su reina cambiara de parecer? Seguro habría una explicación lógica para esto y muy probablemente la recompensa sería mayor a lo que conllevaba asesinar a un pobre muchacho. Aún así, la voz de la bruja resonó por sobre los vítores, provocando de nuevo un tenso silencio.

Jad:- ¿Cómo se qué tu promesa será cumplida? - miro a Aslan desde su "trono" antes de sentarse en él. El león rugió con fuerza, provocando un escalofrío en Jadis haciendo que se sentara en el "trono" , con su rostro tan pálido como si hubiera visto un fantasma.

Esto provocó una ola de vítores, risas y festejos de parte del ejército de Aslan , pues , la gran bruja había sido sentada por Aslan. Le habían hecho ver su lugar , ella nunca sería reina de Narnia. Mientras que nuestros protagonistas festejaban con emoción. Lucy abrazó a Ed con fuerza , agradecida porque a su hermano no le pasaría nada. El pelinegro devolvió el abrazo con ímpetu, realmente se había asustado. Mientras que Stella observaba a Edmund con una hermosa sonrisa, aliviada porque no lo perdería. Aunque bueno, los cinco compartían el mismo sentimiento.

Cuando lucy se separa de Ed, Stella se acerca y lo abraza tiernamente, colocando sus brazos alrededor del cuello del chico. El pelinegro no hizo más que corresponder, abrazando a la chica de la cintura, sintiendo por primera vez lo pequeña que era. Bueno, toda ella era pequeña, a pesar de que él no era un chico más alto como Peter, le sacaba unos cuántos centímetros a nuestra protagonista. Al escuchar un carraspeo ambos se soltaron con rapidez, al parecer habían estado más tiempo de lo esperado en aquel abrazo. Desviaron sus miradas al notar como Peter, Susan y Lucy los miraban divertidos.

En ese momento, la bruja comenzó a irse y todos los narnianos se acercaron a ellos para festejar. Pero tanto Lucy como Stella notaron que Aslan miraba con tristeza todo, todo él demostraba una gran angustia. Pero ninguna sabía exactamente la razón de aquel estado del león, solo sabían que la bruja tenía que ver. Ambas se miraron preocupadas pero algunos narnianos empezaron a hablarles haciendo que dejaran de prestar atención al león, quien se perdió de vista.

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La cena había estado llena de festejos , música y alegría. Todo parecía estar bien. Nuestros cinco protagonistas disfrutaban de comer y oír maravillosas historias que los narnianos contaban que habían vivido. Para ellos simplemente era una fantasía, si no fuera porque están ahí  mismo creerían que son cuentos fantásticos.

Edmund no podía evitar mirar furtivamente a Stella , la había besado y ninguno se había atrevido a hablar una sola palabra de eso. Estaba frustrado, necesitaba hablar con ella de lo que pasó, de lo que ambos sentían. Pero cada vez que iba a encarar a la rubia, esta se las arreglaba para evitarlo. Era tedioso, pero después de unos veinte intentos entendió que Stella no estaba lista para esa conversación.